Tienda de Raya…
Por: lechuza.torres@gmail.com
Confieso mi ignorancia al desconocer el origen del vocablo, pero manifiesto, a la vez, mi sorpresa ante el hecho de que una institución tan reconocida como el Colegio de México (Colmex) se haya dado el tiempo para definir la palabra “chairo”.
De acuerdo al Colmex, chairo puede ser un sustantivo o un adjetivo que define a la “persona que defiende causas sociales y políticas en contra de las ideologías de la derecha, pero a la que se le atribuye falta de compromiso verdadero con lo que dice defender; persona que se autosatisface en sus actitudes”.
¡¡¡Ay nanita!!!
Y como yo no me quiero quedar atrás del Colmex, y presumo de intelectualoide, sin ser chaira por supuesto, me atreveré a definir tan sabroso concepto:
Chairo/Chaira: dícese de la persona que reproduce a pié juntillas los encabezados y cintillas de los noticieros oficiales, sustancialmente en temas de política y finanzas, asumiendo que por ello se convierte en especialista de tales rubros.
La chaira o chairo, ocupa espacios públicos como cafeterías de renombre, exposiciones o presentaciones de libros para expresar sus peroratas, y por lo regular, lo hace en tono subido de voz, para que lo escuche hasta el vendedor de lotería que pasea cerca del establecimiento.
La chaira o chairo se desenvuelve con fineza de ademanes y gesto adusto, siempre en postura encorvada que denota su enojo con el sistema económico, político, social y religioso que, a su vez, ataca y defiende, porque por lo regular sobrevive de algún apoyo o estímulo del gobierno: desde el humilde PROSPERA hasta la relumbrante beca de investigación CONACyT, o algún jugoso cargo partidario o de la función pública. Y, en sus fiestas familiares nunca falta el representante del clero, ya sea el sencillo cura del pueblo, o bien el omnipotente Obispo de Ecapetec, de menos.
Ora si me volé la barda. Creo que acabo de definir a toda la runfla que integra el cacareado Frente Amplio Opositor, que suma las fuerzas oscuras del PAN, PRD y otros partidos en vías de extinción, y sus finos candidateables el Gober Huachicolero, el Perdedor Mexiquense y el Niño Canaya, junto con la barbie aereomoza tipo Miami.
En fin, chairos somos, nos autosatisfaces frente al espejo, y en el camino nos encontramos.
Usted apreciable lector ¿qué opina?
Hasta la próxima.
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