Sapos y Alacranes
Por Orlando Segura Hervert.
A las 6 de la tarde de este jueves dieron la orden de concentrar a 30 elementos de la policía municipal en las instalaciones ubicadas en Libramiento "Adolfo López Mateos", a un lado de la estación de Bomberos, ahi llegó la Fuerza Civil y Policía Estatal. A las 10 de la noche, sorpresivamente los trasladaron fuera de la ciudad.
Al día siguiente, a temprana hora, las esposas y familiares de los elementos de seguridad comienzan a dar las primeras declaraciones acerca de la "detención ilegal" de sus maridos y padres, denuncian que ya se presentaron en diversas instancias y nadie les dio una razón coherente del porque del operativo en cuestión.
Las doñas se desesperaron, asistieron a Derechos Humanos, solicitaron la intervención del delegado para que intercediera a favor de los polis.
Este medio intentó entrevistar al delegado Tonatiuh Hernández Sarmiento, su respuesta fue la del típico burócrata sembrado desde hace años en en un puesto público: "No doy información vía telefónica, solo a los que acuden a la oficina", el funcionario estatal ya se acostumbró a la vida pllacentera de esquivar problemas, evitó dar una opinión en torno a este tema.
Mientras tanto, el Alcalde Juan Antonio Aguilar Mancha, concedio una entrevista a diversos medios de comunicación, ahí dijo que estaba enterado del asunto, agregó; los concentraron para darles capacitación y adiestramiento. Se le cuestionó la forma en que sin previo aviso los habían "convocado"; el "Guerrero de la Democracia", reiteró que en el trayecto Xalapa - Tuxpan le dieron pormenores de la movilidad y estrategia emprendida para llevarse a los policías municipales, así se lo habían manifestado los secretarios de Seguridad Pública y de Gobierno, Tellez Marie y Rogelio Franco Castán.
Enredos involuntarios, fallas de comunicación, falta de los mecanismos de operatividad, todo se conjunto y nadie asumía su responsabilidad de lo que estaba pasando.
El edil del ramo, Roberto López Arán hizo mutis, tampoco quiso responder las interrogantes de la prensa y de la sociedad.
Ante la falta de una respuesta de carácter institucional, los policías ya estaban llamando a solidarizarse con sus compañeros de armas, habían anunciado el bloqueo de diversas calles.
Finalmente, apechugaron, se calmaron y todo quedó en veremos.
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