miércoles, 11 de julio de 2018

Feminizando la política

Basta con meterse a la página del INEGI[1] para encontrar los datos crudos de la desigualdad económica y política de las mujeres en México. Sin chismes, con datos duros, que dan pie a exigir ya, una revolución cultural que garantice a las mujeres una real y eficiente igualdad sustantiva frente a los hombres, en todo el entramado sociocultural.

Los datos son del 2015, el gran censo se hará en el 2020; del total de la población de 119 530 753, las mujeres representaban 51.43% y los hombres el 48.57% existiendo una brecha de 2.86%, en esa razón cabe suponer que para integrar un gobierno las mujeres votan más que los hombres… Máxime que para el 2015, los partidos estaban obligados por Ley, el presentar el 50% de candidaturas, tanto para hombres como para mujeres.

Sin embargo, los datos del INEGI nos hablan de la desigualdad que existe aún en el país; por ejemplo en la participación económica a nivel nacional (2015) la brecha era de 33.86%, ya que las mujeres participaban con el 44.33% y los varones con el 78.19%; en Veracruz, la brecha se abría al 39.83%, participando las mujeres con el 34.38% y los varones con el 75.83%.

La consecuencia es la condición de las jefas de hogares en condición de pobreza a razón de cada cien jefes de hogares: a nivel nacional era del ¡33.44! y en Veracruz del 33.45%.

Si le agregamos la participación de las mujeres en la toma de decisiones, es decir, de su integración en las estructuras de poder y desde ahí opinar y tomar decisiones políticas, tenemos que a nivel nacional, dentro del Poder Judicial, hablando de juezas, jueces, magistrados y magistradas la participación es de 38.94% mujeres por 61.06% hombres con una brecha de 22.13%; en Veracruz la brecha es de 23.47%. En el Poder Legislativo a nivel nacional las mujeres representan el 42.60% contra el 57.40% de varones, con brecha de 14.80%; en Veracruz , la brecha es de ¡40%!

Un final no tan final, en materia de educación en el grado promedio de educación las mujeres tienen 9.01 grados de educación formal promedio, frente a 9.33 de los hombres y con una brecha de 0.32; en Veracruz, es de 8.04 para mujeres y 8.39 para hombres con breca de 0.35, es decir menos estudio para ambos y una brecha mayor, es decir: las otras desigualdades no son porque tengan menor estudio, sino por las condiciones históricas del patriarcalismo y la misoginia.

Un dato que debe ser revelado en toda su magnitud es la prevalencia del 7.83 % de violencia física y/o sexual contra las mujeres casadas o unidas de 15 años y más por parte de sus parejas y que en Veracruz representa el 7.76%; sin duda alguna, la cultura misógina y de matriz patriarcal se impone y mantiene a la mujer violentada en todos sus derechos.

Ante esto, el simple hecho de que una mujer sea propuesta para ocupar la Secretaría de Gobernación a nivel federal (Magistrada Dra. Olga Sánchez Cordero) se presenta como un hito en la política nacional y si a partir de sus conocimientos sobre la igualdad y la equidad entre los géneros, impulsa y despliega políticas de género a favor de la igualdad sustantiva de las mujeres, tendremos de manera positiva, un avance en la democracia en nuestro país y la inclusión plena de las mujeres en todos los ámbitos sociales.

La feminización de la política, no es una concesión graciosa a las mujeres, sino el simple cumplimiento del Derecho Humano de que todos somos iguales y tenemos los mismos derechos ante la ley.

[1] http://gaia.inegi.org.mx/atlas_genero/
Isael Petronio Cantú Nájera
2288464633

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