Todas las personas tenemos algo de científicas. Desde la infancia aprendemos a buscar respuestas a preguntas elementales de la vida a través de la observación, el planteamiento de hipótesis y la -estresante para madres y padres primerizos- experimentación.
El problema es que poco a poco vamos perdiendo este afán de descubrir y nos concentramos en obviedades, dogmatismos e incluso incredulidades sin fundamento que nos convierten en lo que llamamos personas adultas.
Si tú todavía conservas algo de esas ganas de experimentar y construir conocimiento, te tenemos una buena noticia: hoy, las y los ciudadanos están revolucionando la ciencia. Se trata de personas que, sin tener muchos años de estudio sobre alguna línea científica en particular, aportan y contribuyen desde sus actos diarios a decenas de proyectos científicos. Con esto, nace un nuevo tipo de ciencia, una que está hecha por y para las y los ciudadanos.
Con experimentos simples y tratamientos sistemáticos de muestras, las personas pueden contribuir y colaborar en experimentos que de otra forma serían muy costosos. En esto, la tecnología y las redes sociales son clave.
Aplicaciones como Naturalista, que permiten conocer la distribución de miles de especies a lo largo de México y que ha sido promovida por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), así como muestreos de migraciones de aves y ballenas en tiempo real, son posibles gracias a los aportes que las ciudadanas y ciudadanos realizan a través de aplicaciones, sitios web o el envío de fotografías. Algunas personas aprovechan incluso sus vacaciones para contribuir a estas plataformas.
Desde Greenpeace hemos querido sumarnos a esta práctica, por lo que hemos pedido a las y los ciudadanos que nos ayuden a obtener información importante para responder esta pregunta: ¿Qué tan grave es la contaminación de los plásticos en las costas mexicanas?
A través de una metodología sencilla pero sistematizada, tú y cualquier persona que lea este blog puede aportar a este proyecto que podrá decirnos la densidad de la contaminación plástica a lo largo del año y en diferentes partes de la República Mexicana.
Estos datos serán analizados estadísticamente y con el apoyo de importantes personas científicas de las principales universidades del país podremos saber cuánto y quiénes están contaminando nuestras playas. ¿Te animas a ser parte de esta ciudadanía contra el plástico
Si tu respuesta es sí, entonces puedes sumarte a nuestro proyecto Océanos sin Plásticos. Te invitamos a descargar el Manual en el que te decimos, paso a paso, cómo aportar a este gran estudio a lo largo de las costas de México,
Fuente: Greenpeace
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