domingo, 23 de diciembre de 2018

Me siento orgulloso de ser tuxpeño: Armando de Alba



Sapos y Alacranes
Por Orlando Segura Hervert.
Hace años, en el período de Fidel Herrera Beltrán, el joven Armando de Alba Rosales envió una carta al mandatario veracruzano en donde le planteaba su preocupación por diversos temas sanitarios, le interesaba dar ciertas pláticas para capacitar al personal médico. La respuesta fue tajante y equivocada: "NO HAY PLAZAS", su madre lo cuenta con nostalgia e ironía, el médico de profesión no buscaba chamba, ya estaba dando pasos firmes, consolidando un prestigio en la  University of Nebraska Medical Center. aportando y participando en el equipo que le tocó la responsabilidad de elaborar el protocolo para la atención e investigación del ébola, enfermedad mortal.

Este sábado, sus familiares y amigos le dieron  una cálida recepción en la casa de Doña Amelia, ahí agradeció la sencillez del seno que lo vio nacer, crecer, formarse académicamente, dijo además que se sentía muy orgulloso de ser mexicano, veracruzano y tuxpeño, recordó los esfuerzos que sus más cercanos hicieron para enviarlo a estudiar, reconoció los valores y principios brindados desde muy corta edad. 

El pasado 15 de septiembre de 2018, la comunidad hispana le otorgó un documento que lo acredita como mexicano distinguido por sus aportaciones a la medicina y los servicios prestados a los migrantes, aproximadamente 2 mil connacionales fueron testigos de dicho acontecimiento que se suscitó en la tradicional " noche mexicana". 

De Alba Rosales cuenta con maestría y estudios de formación doctoral en salud pública, realizados en el vecino país del norte mismos que le auguran un gran porvenir. 

Al igual que en su infancia, le gusta caminar por el boulevard, saludar a los amigos, comer bocoles, enchiladas, disfrutar de la rica gastronomía de la tierra que lo vio nacer. 



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