jueves, 28 de febrero de 2008

FIDEL CASTRO...¿NOTICIA de ocho columnas o final de la HISTORIA?



Por Fernando Morales Rocha

NOTI-OCIOSA
A muy pocos ha interesado que el Comandante Fidel Castro Ruz haya declinado a “su derecho” de ser votado. Y a nadie o a muy pocos importa la nota, porque más que noticia o fin de una historia, es puro cuento…
Tiene razón Orlando al afirmar: “Fidel no se va” –y digo yo– deja las luces y los escaparates, pero no el poder. Ahora será el poder detrás del trono; y cualquier que al frente de éste esté, sólo títere podrá ser. Ahora su hermano Raúl, mañana y dentro de muy poco, por la lógica de la edad, cualquier otro, sólo títere podrá ser…

EN TUXPAN
Era la madruga de un 15 de octubre de 1956. Un puñado de valerosos patriotas cubanos, Ochenta y dos, incluyendo al Che Guevara; desde Stg. de la Peña Tuxpan Veracruz México zarpan en el “Granma” para la aventura de sus vidas, intentar lo poco probable: el derrocamiento del dictador en turno Fulgencio Batista Zaldívar Edén.
Y digo en turno, porque tal parece que la bella isla caribeña no escapa ni a militares ni a redentores. Que al tiempo, poco tiempo por cierto, pronto se vuelven sus dictadores.
Lo que queda para los anales de la historia es: en Tuxpan, un museo de la amistad, y en Cuba, un dictador senil que como pábilo que humea, se le va apagando la vida, día tras día, momento tras momento; y a su hermano también.

LUCES Y SOMBRAS I
Pero más que ideales de lucha o plataforma política; durante el tiempo y en el tiempo, por la Revolución cubana, han esgrimido razones y justificaciones poco evidentes. Hoy se exhiben ante el mundo, los “logros” de la Revolución Cubana:
Reivindicaban que en la isla hoy todos han sido alfabetizados, cuando en aquel entonces Cuba tenía la tasa de analfabetismo más baja del mundo, menos del 2% (aunque hay versiones oficialistas que alegan que era un población superior al millón). Hoy no hay analfabetas, pero sí una inmensa mayoría de analfabetas funcionales.
Reivindican que socialmente todos reciben el mismo trato y las mismas oportunidades; y todo mundo sabe de los privilegios de los allegados al poder. Sólo unos cuantos privilegiados ¿habrá diferencia con otras naciones con regímenes distinto? Creo que no, o muy pocas diferencias, porque el reparto y las oportunidades aquí y acullá son para unos cuantos y muy pocos, por cierto.
Justifican la invasión y la revolución insurgente, debido en parte, a la miserable condición social del pueblo y porque la isla era “centro” de diversión y desenfreno de los “Yankis”; centro de “perversión”. Pero quien no sepa de historia no podrá decir jamás que por aquellos días, la gente de muchas nacionalidades migraba a la isla porque les representaba lo que ahora muchos latinoamericanos, el “sueño americano”. Hoy, la isla no es ni centro de diversión ni sueño americano, pero sigue siendo centro de perversión en donde muchas cubanas se prostituyen por pan, se ofrecen por hambre…
Entonces, ¿la Revolución cubana hizo justicia a los cubanos o los hizo aún más miserables? ¿Qué razón justifica sustituir a un dictador con una economía boyante por un dictador con una economía cerrada, de miseria… bananera?... Tal parece que la revolución allá y la revolución acá, poco o nada logró incrementar la calidad y el nivel de vida.
No nada más son las muchas aguas que la rodean las que la han mantenido en el aislamiento, en la marginación, en el retraso, en la desesperanza y en la miseria. En mucho ha influido el inmoral e inhumano bloqueo comercial norteamericano; pero también, las políticas internas y externas de estado, que la Isla ha instrumentado y que su contraparte norteamericana y las demás democracias del mundo, jamás han aceptado; violentando sí, la libre determinación de un pueblo, pero ¿será que el pueblo cubano sea dueño de su libre determinación?
Hay razones de un lado y del otro, válidas, por cierto, pero lo que es evidente, que el pueblo cubano el de adentro y el exiliado, sufre las consecuencias de la cerrazón de los gobiernos y de sus incapacidades para llegar al entendimiento; y alcanzar consensos y acuerdos para un beneficio mutuo.

LUCES Y SOMBRAS II
También fue determinante la crisis de los misiles de 1962; y sobre todo, la “transformación” y el desgajamiento de la URSS. China a diferencia de Cuba, ha sabido insertarse en el concierto de las naciones y hoy por hoy, nadie niega su influencia política y económica; y sobre todo, su desarrollo y expectativas de vida.

En el balance de las cosas, nadie puede negar que Cuba ha tenido éxito en una única área de la Administración Pública:
1.1 Educación, ya mencionamos que hay poco merito en cuanto a la alfabetización, pero si en cuanto cobertura, en cuanto a la igualdad de posibilidades, la obligatoriedad y en cuanto a contenidos; exceptuando la liberta de pensamiento y el adoctrinamiento en cuanto a la visión cerrada de la “Revolución” y los “demonios”, los enemigos de la Revolución. En éste aspecto no hay libertad ni libre pensamiento y mucho menos avance.
1.2 Deporte, es indiscutible que en materia de deporte son muy destacados. Y son de los atletas a vencer; ya por su estructura, complexión y característica fenotípicas o por la obligatoriedad de practicar y hacerse “profesionales” en la disciplina “elegida”.
A estos dos puntos que representan su política pública en materia de educación, la complementan con las artes, particularmente: canto, música y danza; y con especializarse en algunas pocas áreas de la:
1.3 Medicina, aún y cuando han sido perversamente aislados; amén de que ellos a la vez se han aislado “por precaución y para evitar influencias nocivas exógenas y la contaminación de mundo libre”. En cuanto a adelantos médicos, hoy son punto de referencia; particularmente en tratamientos y en la atención de las especialidades en: Neurología, Traumatología y Ortopedia, Medicina del Deporte, y Medicina Física y Rehabilitación.
Por eso digo y afirmo, que en Cuba, hay más sombras que luces; aunque hago votos para que se convierta en la Singapur de éstos lares; y México junto con ella, y las demás naciones de Latinoamérica.

Para Tuxpan-Mejor
Fernando Morales Rocha

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