Un ateo pasaba tranquilamente el día pescando cuando de pronto su botefue atacado por el monstruo del Lago Ness.
En un movimiento sencillo de su cola, el monstruo lanzo el bote y alhombre al menos unos doscientos metros en el aire; entonces el monstruose puso justo debajo del hombre esperando el momento en que cayera paradevorarlo.
El hombre volteo hacia abajo y comenzó a caer directo hacia las fauces abiertas del feroz animal gritando: - Dios mío, ¡ayúdame! En ese momento la escena se congeló y el ateo quedó suspendido en el aire.
Entonces, se oyó una voz desde las nubes que dijo: - Pense que tu no creías en mi.
- Por favor Dios, ¡déjame ser! -replicó el hombre-, hace un momento yo tampoco creía en la existencia del monstruo del Lago Ness.
- Bien -dijo Dios-, ahora que ya crees, debes entender que yo hago milagros, no para arrebatar de las garras de la muerte a hombres como tu, sino que yo transformo corazones.
¿Qué es lo que me dejarás haceren tu caso?
El ateo penso por un momento y dijo: - Señor, quiero que hagas un milagro, haz que el monstruo también crea en ti.
Dios respondió: - Así sea.
Entonces la escena comienza de nuevo a tomar movimiento con el ateo cayendo directo hacia las amenazantes fauces de la bestia.
Justo en ese momento, la bestia cierra su terrible boca, junta sus aletas y dice:
- Señor, bendice esta comida que en tu gracia me has provisto, amén.
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