Orlando Segura Hervert.
Desde hace varios años se hizo un estudio del estero de Tenechaco, en aquellas fechas se descubrió que efectivamente dicho ramal estaba contaminado, uno de los principales focos lo era el rastro municipal, sin embargo, con la instalación de una planta tratadora en dicho espacio, se solucionó dicho problema.
El tiempo ha transcurrido y ahora es necesario efectuar otro estudio que permita analizar los cambios operados en esa superficie, los resultados deben arrojar que está todavía mas contaminado porque esa zona ha crecido considerablemente, antes no había tanta población en las colonias Zapote Gordo, Rosa María o la Federico García Blanco, pero las descargas fecales y aguas negras, están perjudicando el hábitat de ese punto geográfico, señaló el Oceanólogo Roberto Santiago Bravo.
El afluente en referencia es lugar socorrido por varios pescadores, inclusive por los deportistas del canotaje, ahí han construido las instalaciones de una de las disciplinas que más medallas le ha dado al municipio porteño. Sin embargo, ahí van a dar, varios drenajes que se suman a ese olor fétido que inunda el aroma de ese sector.
Mas adentro del estero de Tenechaco, está el basurero que sirvió durante décadas para alojar material orgánicos e inorgánicos inservibles y los líquidos, sobre todo en tiempo de lluvias, que se acumulan en las aguas de ese ramal del río Tuxpan.
La limpieza de los contaminantes requiere de una inversión millonaria, porque se necesita la construcción de una infraestructura para que las necesidades fisiológicas no sean destinadas a este sitio que todavía y a pesar de diversos factores, se observan varias especies acuáticas, peces, aves, árboles de distintas especies.Los rotarios han señalado que se sumarán a las tareas de limpieza, pero hace falta mucho más que levantar plásticos, botellas, latas, pañales, desperdicios, etc.
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