Especulación e inseguridad jurídica en los terrenos de la Barra Sur.

Orlando Segura Hervert.
Los ejidatarios de la Barra Sur que comprende a diversas comunidades en donde supuestamente se asentarán proyectos de inversión de gran envergadura, no poseen información fidedigna de si es cierto que tal o cual industria se instalará en esa zona, lo que si han notado es que varios compradores los quieren timar con su patrimonio, algunos les han ofrecido la cantidad risible de 5 mil pesos por hectáreas, argumentándoles que dichas superficies no sirven para nada, carecen de valor agrícola.
Una superficie de diez mil metros cuadrados tiene un precio muy variables, si es para pastos y para campo, oscila en 50 mil peos, pero dependiendo del lugar, así como del uso y destino que se le quiera dar, se dejan pedir hasta 400, 600 mil ó 4 millones de pesos, está al mejor postor, a la oferta y la demanda, reconoce César Cruz Rangel, quien posee una pequeña propiedad en aquella región.
Los campesinos, ejidatarios, pequeños propietarios, ya no se dejan engañar tan fácilmente, aunque no cuentan con los datos precisos a la mano, intuyen que dicha zona “va para arriba”.
Algunos actores políticos, recuerdan los comentarios del finado Don Pedro Hernández Maldonado, quien en vida, aconsejaba a sus más cercanas amistades, les recomendaba que si tenían capital, adquirieran terrenos en la Barra Sur, todo eso será un emporio, señalaba en vida. En la actualidad, se ha instalado y construido la Central Ciclo Combinado, el Puerto Profundo ya está aprobado, el Libramiento Portuario va avanzando y aunque la refinería está en duda por cuestiones ajenas a los aspectos financieros, hay movimiento que los hace suponer que a todo ese punto geográfico le esperan cosas buenas.
Ahora bien, varios abogados opinan que el único lugar que ha entrado a la figura jurídica del dominio pleno, es Banderas, lo efectuaron con el aval de la asamblea; dicho concepto permite hacer alianzas de largo plazo para establecer inmobiliarias, proyectos de gran alcance, agropecuarios, industriales, ejidales, bajo compromisos serios y respaldados por la ley, dicho aspecto ya está funcionando en Queretaro, Estado de México y otros sitios, por lo tanto, aseguran que en la Barra Sur, la mayoría de las áreas son ejidos que carecen de la normatividad y por lo tanto adquirir una propiedad en esas condiciones es muy incierto.