domingo, 8 de febrero de 2009

COMENTARIO DE MIGUEL CAMÍN



Estimados editores, importa un rábano para mí, si tuvo, tiene o tendrá interés José Alfredo Dávila por coordinar la campaña electoral de su sobrino Roberto Capitán a diputado federal por el PRD. Lo que es inadmisible, en el mazacote gramático que acaba de postear en este blog Alfredo Dávila, son los despropósitos argumentales que esgrime, casi rayando en el cinismo.
Afirma José Alfredo Dávila con llamativa desvergüenza del elemental sentido de la democracia que sólo los candidatos cuyos partidos tienen "estructura partidista" y "recursos suficientes para lograr la penetración en el electorado" pueden obtener la victoria; por lo tanto, quienes no están en condición favorable deberían no competir pues los dineros (de los impuestos) que gasten en promoción de su voto deberían utilizarce por ejemplo en "( SALUD.-SEGURO POPULAR PARA LA CONTRATACION DE MAS DOCTORES, ENFERMERAS Y ESPECIALISTAS, MEJORAR LAS INSTALACIONES DE LOS HOSPITALES DEL INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL Y EDUCACION.-BECAS, CONSTRUCCION Y MODERNIZACION DE LAS ESCUELAS PUBLICAS )"
¿Acaso el financiamiento del PAN y el PRI no tiene origen público? ¿Tiene otros, inconfesables fuera de la ley? ¿No se podría utilizar los dineros (de nuestros impuestos) de las camapañas de Miguel Martín y Martín Cristóbal también en esas "buenas obras" que son preocupación de José Alfredo Dávila? ¿Por qué Alfredo Dávila no habla de ello? ¿Habrá algún interés extra columnista en tener dos velas encendidas?
Se indigna José Alfredo Dávila por los señalamientos que se expresaron en la columna Sapos y Alacranes, y se autonombra Priista de convicción. Yo diría que también es priista de arcaicas formas y pensamientos. No se entendería entonces su beneplácito por el derroche en dádivas y limosnas que hace el Pri en el municipio de Álamo para comprar conciencias al mas puro estilo patrimonialista. Con desnuda desfachatez afirma: "Debemos Ganar los Priistas para que sigan llegando los Beneficios al Campo Veracruzano, se sigue (sic) fortaleciendo la presencia del Dirigente Estatal de la Confederación Campesina Independiente". ¡Si!, dirigentes que no podrían ganarse el sustento haciendo una labor productiva como cualquier hijo de vecino, pero sí amasando fortunas al amparo de la demagogia y la mentira.
Excluyentes y elitistas son también las posiciones ideológicas y académicas de José Alfredo Dávila. Olvida que hay una ley que norma quién compite por un cargo para diputado federal y qué requisitos debe cubrir. He leído con detalle el articulo 55 de la Constitución mexicana, y de sus siete requisitos que exige para ser diputado no encuentro alguno que mencione que quien aspire a querer serlo tiene que tener una "una estructura partidista" y "mucha lana".
Para fortuna de los ciudadanos y ciudadanas mexicanos –y para desafortuna de José Alfredo Dávila— el sistema político mexicano aun mantiene espacios de participación y competencia donde el dinero no tiene la última palabra. José Alfredo Dávila debería reconsiderar el esfuerzo pernicioso que da andar sanqueando de mesa en mesa en el café relaciones públicas, y destinarselo a causas académicas de lectura de textos que lo hagan más fresco y tolerante, más liberal, y menos dinosaúrico, menos bebesaurio priista.
Miguel Camín

No hay comentarios: