Por RICARDO GAMBOA GUERRERO*
Cel: 044783-104-6588
rgamboagmx@hotmail.com
La comunicación gubernamental es una herramienta muy importante para toda administración pública municipal, estatal y federal. Entre sus objetivos principales está: “generar confianza entre los ciudadanos”, ya que lo publicado en los medios de comunicación, es la guía de la percepción que se tiene del buen o mal desempeño de un gobierno.
Entre las ventajas inherentes que conlleva la comunicación gubernamental, está el hecho de “dictar” en cierta medida la agenda de los medios masivos de comunicación, y no podemos descartar en este caso la correlación positiva existente entre los recursos destinados a la comunicación gubernamental y el impacto que ésta tiene con los gobernados.
Dicho en otras palabras, un gobierno no puede “controlar” lo que piensa un ciudadano común y corriente sobre determinado tema, sin embargo, sí puede controlar los temas de los que va a hablar este ciudadano, y conforme éste gobierno disponga de mayores recursos, más grande será el impacto que genere entre los ciudadanos.
No escapa a nuestra vista que esta facultad puede involucrar fines “perversos” que en momentos determinados crean “cortinas de humo” o “distractores de la atención” ante temas de suma relevancia y trascendencia colectiva. Este punto podemos ejemplificarlo con historias tan fascinantes como la historia del otrora famoso “chupacabras”, quien sin piedad alguna succionaba la sangre de animales de corral, además de ser un tipo de mutación único en nuestro país con características físicas fuera de nuestro globo terrestre.
Sin herramientas como ésta, no hubiera sido posible a George Bush justificara -ante sus gobernados- la intervención que hiciera a Irak en búsqueda de armas de destrucción masiva que ponían en riesgo la paz y estabilidad de los Estados Unidos, o que Hugo Chavez hoy día, justificara sus agresiones ante los medios de comunicación críticos a su gobiernos, por considerarlos “terroristas de la información”.
Los ciudadanos debemos ser muy perceptibles en estos casos y tener capacidad crítica que nos permita discernir estas cortinas de humo de situaciones realmente trascendentes y sobre todo poder distinguir porque las crean, o que nos ocultan.
Afortunadamente las y los mexicanos de hoy día nos informamos más de lo que hicieran nuestros padres, nuestros abuelos y no será tan fácil distraernos con asuntos irrelevantes que pretenden ocultar promesas de campañas incumplidas convertidas en espejismos que no resuelven las necesidades básicas de los gobernados. Como quien dice por ahí, ya no van a engañarnos con espejitos brillantes.
*Licenciado en Derecho por la UV, Maestría en Políticas Públicas por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
Cel: 044783-104-6588
rgamboagmx@hotmail.com
La comunicación gubernamental es una herramienta muy importante para toda administración pública municipal, estatal y federal. Entre sus objetivos principales está: “generar confianza entre los ciudadanos”, ya que lo publicado en los medios de comunicación, es la guía de la percepción que se tiene del buen o mal desempeño de un gobierno.
Entre las ventajas inherentes que conlleva la comunicación gubernamental, está el hecho de “dictar” en cierta medida la agenda de los medios masivos de comunicación, y no podemos descartar en este caso la correlación positiva existente entre los recursos destinados a la comunicación gubernamental y el impacto que ésta tiene con los gobernados.
Dicho en otras palabras, un gobierno no puede “controlar” lo que piensa un ciudadano común y corriente sobre determinado tema, sin embargo, sí puede controlar los temas de los que va a hablar este ciudadano, y conforme éste gobierno disponga de mayores recursos, más grande será el impacto que genere entre los ciudadanos.
No escapa a nuestra vista que esta facultad puede involucrar fines “perversos” que en momentos determinados crean “cortinas de humo” o “distractores de la atención” ante temas de suma relevancia y trascendencia colectiva. Este punto podemos ejemplificarlo con historias tan fascinantes como la historia del otrora famoso “chupacabras”, quien sin piedad alguna succionaba la sangre de animales de corral, además de ser un tipo de mutación único en nuestro país con características físicas fuera de nuestro globo terrestre.
Sin herramientas como ésta, no hubiera sido posible a George Bush justificara -ante sus gobernados- la intervención que hiciera a Irak en búsqueda de armas de destrucción masiva que ponían en riesgo la paz y estabilidad de los Estados Unidos, o que Hugo Chavez hoy día, justificara sus agresiones ante los medios de comunicación críticos a su gobiernos, por considerarlos “terroristas de la información”.
Los ciudadanos debemos ser muy perceptibles en estos casos y tener capacidad crítica que nos permita discernir estas cortinas de humo de situaciones realmente trascendentes y sobre todo poder distinguir porque las crean, o que nos ocultan.
Afortunadamente las y los mexicanos de hoy día nos informamos más de lo que hicieran nuestros padres, nuestros abuelos y no será tan fácil distraernos con asuntos irrelevantes que pretenden ocultar promesas de campañas incumplidas convertidas en espejismos que no resuelven las necesidades básicas de los gobernados. Como quien dice por ahí, ya no van a engañarnos con espejitos brillantes.
*Licenciado en Derecho por la UV, Maestría en Políticas Públicas por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
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