Por Nacho Contreras
Al no tener un buen tema político por la horrorosa situación que se tiene en estos momentos en el país, decidí trabajar en varias entregas en memoria de un viejo amigo. Hablamos de Javier Santos Llorente, periodista tuxpeño; de los últimos de una generación que llegó a las altas esferas en este oficio, donde los cínicos no caben.
Santos Llorente llegó a Tuxpan, después de varios años de vagar por diversas partes del país. Ya con los años acuesta, creía tener todavía ese "gusanito" por escribir. Sin embargo los tiempos habían pasado pero logró su objetivo en un Tuxpan a finales de los 90.
Dejó en el legado varios libros: una entrevista que le hizo a quien fuera el trasvesti más famoso de México, Francis; un libro de recuerdos sobre el ex presidente, Adolfo Ruiz Cortines. Así como varias entrevistas que hizo para la extinta empresa CNI de televisión sobre la historia de la industria petrolera.
Los periodistas de Tuxpan, siempre han hecho eco en muchas partes del país, y Llorente, como le decían sus amigos, lo sabía, y con ello toda una escuela en el difícil arte de hacer periodismo llegó de nuevo al puerto.
Para los que recuerden, El puerto de Tuxpan, fue una opción alternativa que salió a medio trabajar en una modesta imprenta que se dedicaba a las artes gráficas. Sin sueldo alguno principiantes de reporteros daban sus primeros pasos en lo que sería un viaje sin retorno para muchos.
Por las ncohes a la hora del cierre, Llorente, gritaba con esa desesperación que tienen los directores de un periódico en la redacción. Fumaba sus Camels, y con una copa de vino tinto sobre su escritorio daba las ordenes precisas a los reporteros.
Serían noches y noches de desvelo; de anécdotas que más tarde complementarían el trabajo ya profesional y no artesanal como lo era el Puerto de Tuxpan.
En esos años, la política era otra y los actores también, y fueron algunos sucesos los que hicieron todo un triunfo de este periódico humilde, que refundó Santos Llorente en el puerto.
Dicen que cuando fue a dar una cátedra sobre periodismo y política en la UGM aburrió a los alumnos. Pero sin embargo "el viejo" sacó lo mejor de sí, y para los que le tomaron atención a sus palabras escucharon lo que sería una de las últimas sesiones ante un público por un verdadero periodista. De esto, fue en el año 1996.
Continuara....
No hay comentarios:
Publicar un comentario