viernes, 29 de enero de 2010

DESARROLLO NUCLEAR ARABE…¿EJEMPLO A SEGUIR?


Por: Patricio González Quintanilla.
patgq52@gmail.com

La utilización de energía nuclear como alternativa energética más importante a nivel mundial en el corto plazo, está llevando a integrar, nuevamente, importantes proyectos de construcción de nuevas centrales en los grandes naciones deficitarios de fuentes energéticas, como son Estados Unidos, China, la Unión Europea e India.

En el Medio Oriente, también se licitan y desarrollan nuevas centrales nucleares en países escasos de hidrocarburos y de agua, tales como Egipto, Siria, Jordania, Turquía u Omán, como alternativa energética más importante para su supervivencia durante los próximos cincuenta años, e incluyen proyectos paralelos para desalinizar agua de mar.

Lo que ahora llama la atención, es la notable actitud que está tomando el mundo árabe desarrollado, integrado por las naciones ricas en petróleo y gas, como son Arabia Saudita, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Omán y Bahrain. Todas ellas están implementando, también, nuevos proyectos nucleares de gran envergadura en sus territorios, pensados para racionalizar eficientemente sus vastos recursos petroleros hacia un horizonte de largo plazo.

A diferencia de Irán, que no sujeta su programa nuclear a los lineamientos establecidos por la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA); todos los demás pueblos árabes se sujetan al Organismo, donde las grandes preocupaciones se centran en el enriquecimiento de material radioactivo; el abasto de combustible nuclear de largo plazo para las centrales, y el proceso establecido de reciclaje de los desechos nucleares.

Algunos de los más importantes proyectos y acuerdos son los siguientes:

Los Emiratos Árabes Unidos firmaron un contrato en Diciembre de 2009, con el consorcio público de energía sudcoreano Korean Electric Power Corp. (KEP) y Westinghouse, por un valor total de 20.4 billones de dólares, para el suministro de cuatro centrales nucleares de 1,400 megawatts cada una, la primera de las cuales será entregada en el año 2017.

La empresa pública sudcoreana es una de las mayores especialistas en el sector y opera 20 centrales a nivel mundial y ganó el contrato con los Emiratos Árabes a la empresa pública francesa Areva. KEP también desarrolla el proyecto de una planta similar en Jordania, central que se pretende inicie operaciones en el año 2014.

Por su parte, Areva de Francia firma en Enero de 2010 un acuerdo con Kuwait, con una duración de 20 años, para desarrollar integralmente su programa de energía nuclear, siguiendo el modelo francés adaptado a las necesidades locales.

Egipto, el más poblado del Medio Oriente, firmó, en Junio de 2009, un contrato con Rusia por un valor de .1.5 billones de dólares, para instalar su primera central nuclear en la costa mediterránea. Este país, dada su tradicional política de cooperación económica con el gigante ruso, sigue los pasos de Irán, donde Rusia construye la primera central de energía de esa nación. El proyecto integral para Egipto contempla la construcción de 4 centrales nucleares, de ahora hacia el año 2026.

En Agosto de 2009, Turquía firmó un acuerdo de cooperación nuclear con Rusia, que incluye los planes para completar o redefinir la construcción de su primera central nuclear de Akkuyu, con una capacidad de generación de 3,000 MW. El programa turco contempla un total de tres centrales, con una capacidad total de 4,500 MW. .

En el caso de Arabia Saudita, siguió el ejemplo de Bahrain (que firmó un acuerdo de cooperación nuclear en Marzo de 2008 con Estados Unidos), y tiene ya, desde Mayo de 2008. De cualquier manera, todavía no ha anunciado su proyecto definitivo de desarrollo. La nación Saudí está actualmente en negociaciones con Estados Unidos y también con Francia, para determinar finalmente una decisión sobre cual de los dos países lo llevará a cabo o si podrían celebrarse contratos con ambos.

El caso Saudí, dada su vasta extensión territorial y el desarrollo económico acelerado que lleva a cabo en ambas costas, del Golfo Pérsico y del Mar Rojo, escasas de agua potable, hacen cualquier proyecto energético muy interesante, por la necesidad de construir plantas de desalinización, contiguas o estrechamente integradas a las centrales nucleares.

De acuerdo con la Asociación Nuclear Mundial (NWA), la demanda de energía de los que conforman el Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico, vgr. Arabia Saudita, Kuwait, Emiratos Árabes, Qatar, Bahrain y Omán, aumentará a razón de 10 por ciento anual en los próximos años. Esta realidad, aunada a una disminución de reservas petroleras en algunos de ellos, como es el caso de Kuwait, los Emiratos Árabes y de Omán, hacen de la energía nuclear su mejor opción de gran escala en el futuro.

En el caso de México, esperamos que pronto la Secretaría de Energía nos proporcione alguna idea sobre cual será la posición del gobierno en materia de su política nuclear, sobre todo considerando la vulnerabilidad energética del Centro-Noroeste del país, que representa dos tercios del territorio nacional. Al momento parece que sigue siendo un tema demasiado sensitivo para la mentalidad poco imaginativa y evasiva de los políticos mexicanos. Mientras tanto, el mundo entero nos rebasa en iniciativas trascendentales.

Fuentes: IAEA; NWA; IP PGQ-I-2010.

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