Por: Imelda Torres Sandoval
¿Por qué fue tan difícil abolir la esclavitud en Estados Unidos?
Le sugiero tres posibles respuestas:
a) Por que que los negros eran muy fuertes y buenos trabajadores
b) Por que la mano de obra negra era la base de la economía de las plantaciones sureñas estadounideneses (Florida, por ejemplo).
c) Por que los ingleses fundadores de las Trece Colonias Norteamericanas eran racistas.
La respuesta, mi estimado lector, es la b). La justificación de la atroz explotación del hombre por el hombre responde a cuestiones meramente económicamente y financieras. Y si usted ha leído desde la Biblia hasta las sendas enciclopedias de Historia Universal e incluso Historia Precolombina, se acordará que en todas las etapas del desarrollo de la Humanidad, la esclavitud ha sido una forma de promoción e impulso a las actividades económicas mas redituables: minería y agricultura, cuando hablamos de negocios lícitos, y ya entrando a los negocios ilegales, la prostitución y trata de blancas (y de negras y amarillas), tráfico de indocumentados y narcotráfico.
Ahora, le hago otra pregunta:
¿Por que Estados Unidos se niega a otorgar garantías a los migrantes latinos para desempeñar sus labores como trabajadores en ese país?
a) Por que los latinos son muy fuertes y trabajadores. Y lo dijo Fox: hacen trabajos que ni los negros quisieran hacer.
b) Por que la mano de obra latina es la base de la economía de las plantaciones estadounidenses (California y Arizona, por ejemplo).
c) Por que los estadounidenses son racistas.
¿Qué cree? La respuesta sigue siendo la b).
En conclusión, la economía estadounidense está trabada en los engranes de la explotación de miles de migrantes asiáticos, latinos y africanos. Así funciona: la mano de obra es barata por que no se les paga un sueldo como al del norteamericano promedio, ni tienen los mismos derechos civiles ni mucho menos los mismos derechos políticos. Y así debe de permanecer, pues sería un caos financiero para la propia economía estadounidense, y de cada uno de los estados norteamericanos, el asumir la obligación de considerar a los migrantes como ciudadanos norteamericanos.
Entonces, en vez de rasgarnos las vestiduras y acusar chillonamente al Gobierno del Estado de Arizona, al de Texas y al de Calfornia de fascitas, nazis y racistas por expedir leyes que buscan frenar la ola inmigrante y la llegada masiva de mas ilegales a sus respectivos territorios, yo los aplaudo y felicito: Son gobiernos responsables, que actúan en función de los intereses de sus gobernados, quienes los eligieron para mantener el bien común y la paz social, y que por ello toman medidas de control y prevención ante un desafortunado incremento de flujo de ilegales a sus estados: entre esos miles de latinos que llegan ansiosos del sueño americano, no solo están indígenas michoacanos o veracruzanos sin empleo, también están peligrosas mafias salvadoreñas de maras salvatruchas y bandas de narcotraficantes, que están generando ya serios problemas de seguridad e inestabilidad social en aquellas entidades fronterizas.
Yo propongo que, en vez de criticar y boicotear a gobiernos como el de Arizona y California por expedir "leyes antiinmigrantes", mejor vámonos situando en la realidad y mediante un VOTO EN CONTRA ESTE 04 DE JULIO digamos NO más a un gobierno irresponsable que no se ha preocupado realmente por generar condiciones de empleo y de estabilidad económica, lo que ha expulsado a miles de veracruzanos a buscar trabajo en los estados fronterizos de México y Estados Unidos. Yo quisiera tener en Veracruz una Gobernadora como la de Arizona, con esos ovarios para expedir una ley que frene de una vez por todas un problema que nosotros no provocamos.
Es nuestro gobierno en sus tres niveles (municipal, estatal y federal). corrupto, ineficaz y ratero, el asesino de miles de migrantes que todos los días sufren la explotación, esclavitud y muerte en su búsqueda por una oportunidad de una mejor vida para sus familias.
Cambiemos ya nuestra realidad de esclavos por ciudadanos libres.
Usted apreciable lector ¿Qué opina?
Hasta la próxima.
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