Luego de tres horas, el “Desfile del Bicentenario” dejó ver su última parte tras llenar de alegría a los miles de espectadores que se dieron cita para verlo sobre Paseo de la Reforma, desde el Bosque de Chapultepec al Zócalo capitalino.
La caravana contó con nueve segmentos temáticos. “Independencia”, “Insurgencia-Revolución”, “Prehispánico”, “Colonia y Barroco”, “Héroes y mitos”, “La gran nación mexicana”, “Cultura popular”, “Suave patria” y “Celebración de muertos”.
Luego de que “El Coloso”, las marionetas revolucionarias y la prensa desfilaran, la fiesta continuó y le dio paso a: Hernán Cortés, Sor Juana Inés de la Cruz, a los oficios como la minería, a los viajeros, objetos de talavera, Tenochtitlán, chinampas con mariachis, charrería, y las danzas regionales.
Y no podían faltar los juguetes tradicionales como: el reguilete, la lotería, el trompo, valero, y los boxeadores; también se pudieron ver la marimba, diablos con cuerpo de chivo, armadillos, alebrijes, chinelos, toritos con fuegos artificiales, la tambora y chamanes.
En la parte musical llegaron los matachines, el cha cha cha, mambo, bolero, danzón, salsa y el ranchero.
Ya entrada la noche, las culturas ancestarles como los olmecas se dejaron ver con sus trajes fluorescentes, así como grandes figuras del Día de Muertos tales como la Catrina, muertes de por lo menos tres metros de altura y con sus guadañas, donde no podía faltar el representativo pueblo de Janitzio.
Así fue como concluyó el evento al que sus organizadores califican como monumental, "el desfile cultural y artístico más grande de la historia" de México.
Reportera: Yunnuen Campos
La caravana contó con nueve segmentos temáticos. “Independencia”, “Insurgencia-Revolución”, “Prehispánico”, “Colonia y Barroco”, “Héroes y mitos”, “La gran nación mexicana”, “Cultura popular”, “Suave patria” y “Celebración de muertos”.
Luego de que “El Coloso”, las marionetas revolucionarias y la prensa desfilaran, la fiesta continuó y le dio paso a: Hernán Cortés, Sor Juana Inés de la Cruz, a los oficios como la minería, a los viajeros, objetos de talavera, Tenochtitlán, chinampas con mariachis, charrería, y las danzas regionales.
Y no podían faltar los juguetes tradicionales como: el reguilete, la lotería, el trompo, valero, y los boxeadores; también se pudieron ver la marimba, diablos con cuerpo de chivo, armadillos, alebrijes, chinelos, toritos con fuegos artificiales, la tambora y chamanes.
En la parte musical llegaron los matachines, el cha cha cha, mambo, bolero, danzón, salsa y el ranchero.
Ya entrada la noche, las culturas ancestarles como los olmecas se dejaron ver con sus trajes fluorescentes, así como grandes figuras del Día de Muertos tales como la Catrina, muertes de por lo menos tres metros de altura y con sus guadañas, donde no podía faltar el representativo pueblo de Janitzio.
Así fue como concluyó el evento al que sus organizadores califican como monumental, "el desfile cultural y artístico más grande de la historia" de México.
Reportera: Yunnuen Campos
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