DESTRUYE KARL LA CASA DE CORTÉS...

-Uno de los vestigios históricos de Veracruz
-Le cayeron varios árboles al edificio
-INAH mandará expertos a verificar daños

Por Ignacio Contreras Santiago
Corresponsal Veracruz
El paso del huracán Karl por el municipio de La Antigua provocó el destrozo de la casa de Hernán Cortés, uno de los vestigios históricos que se tienen en ese municipio desde la época de la Conquista y un punto obligado para el turismo.
Por lo que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) deberá de realizar un reporte de los daños ya que varios árboles cayeron encima de las paredes de lo que fue la vivienda, dijo el experto, Jaime Cortés López a NOTIVER y VAXTUXPAN.
La vivienda, en pie gracias a las raíces de árboles que se hicieron cargo de apuntalar y fijar sus piedras y muros, será restaurada por un grupo multidisciplinario de investigadores, financiados por empresas privadas y autoridades estatales y federales.
Edificada en la localidad de La Antigua en el siglo XVI, aún se podían distinguir perfectamente la entrada principal, un horno para elaborar pan, los cimientos y parte de los muros de múltiples habitaciones.
Un grupo de investigadores pertenecientes al Instituto Nacional de Antropología e Historia y al Instituto de Ecología de Xalapa se encargará de los trabajos de restauración que pretenden frenar el deterioro de la casa, ejemplo de sincretismo de dos culturas.
Los trabajos pretenden mantener su actual estructura, con la restauración de la mampostería, pisos y dinteles y con la poda controlada de los árboles que le han permitido su subsistencia, indicó Equihua.
Los documentos históricos aseguran que Hernán Cortés desembarcó en 1519 en el islote de San Juan de Ulúa, exactamente frente a las costas en las que se asienta hoy el moderno puerto de Veracruz (Golfo de México).
Ahí mandó construir algunas chozas y se encargó de formar un ayuntamiento al que denominó La Villa Rica de la Vera Cruz, que le permitiera evadir las órdenes del gobernador de la isla de Cuba, Diego de Velásquez.
Con lo que no contó Cortés -según los documentos oficiales- fue con los fuertes vientos y huracanes que hacían peligrar continuamente la población, pero sobre todo, las embarcaciones.