Por: Tere Quintanilla/ Orlando Segura Hervert.
Doña María Azucena Butrón García está a punto de cumplir 80 años, su vida es difícil porque para sobrevivir tiene que recorrer calles, colonias, el centro de la ciudad y hasta la playa, para ello pide limosna, como ella misma lo asegura, “hay veces en que el pato nada, y en otras en que ni agua bebe”, todos los días tiene que buscar algo de dinero para poder comprar los alimentos, cubrir los gastos de su casa ubicada en la colonia El Esfuerzo.
A su edad, camina todos los días, cuando se siente bien, visita el mar y acompañado de la brisa, acude con los turistas quienes al verla con su rostro amable y la sonrisa de sus labios, le cooperan, le aportan un peso, dos, cinco, diez; afirma que lo gusten dar siempre es bienvenido.
Este medio de comunicación sacó unas monedas del bolsillo y al colocarlo en el trasto, la abuelita te mira con ternura y suelta inmediatamente la bendición de Dios y remata con una frase: “Dios te de mas”.
La octogenaria reitera que no le queda de otra, su hijo trabaja cuando puede, explica que está enfermo de los riñones y por esta situación muchas de las veces no puede asistir al taxi. La señora María expresa que hasta en eso de la limosna hay crisis, ahora tiene que recorrer mas territorio para obtener más, en ocasiones no alcanza nada, pero hay fechas en las que se lleva hasta 200 pesos, cuando esto sucede agradece la bondad de la gente y pide más fuerzas para continuar aunque sea a paso lento el caminar por los rincones de Tuxpan.
Lo mismo se le ve en la Juárez, Cuauhtemoc, el boulevard, Garizurieta, la iglesia, el puesto de periódicos, frente a algún establecimiento comercial, a la salida de algún banco, cuando se cansa, toma un receso en la presidencia municipal, en alguno de los escalones, ahí toma aliento y posteriormente se dirige a la calle Insurgentes para finalmente trasladarse a su hogar.
Recientemente abundan los pordioseros en diversos puntos de la ciudad, lo hacen con sus hijos muy pequeños, pero Doña María, prefiere deambular sola, afirma que de esta forma avanza a su ritmo.
Doña María Azucena Butrón García está a punto de cumplir 80 años, su vida es difícil porque para sobrevivir tiene que recorrer calles, colonias, el centro de la ciudad y hasta la playa, para ello pide limosna, como ella misma lo asegura, “hay veces en que el pato nada, y en otras en que ni agua bebe”, todos los días tiene que buscar algo de dinero para poder comprar los alimentos, cubrir los gastos de su casa ubicada en la colonia El Esfuerzo.
A su edad, camina todos los días, cuando se siente bien, visita el mar y acompañado de la brisa, acude con los turistas quienes al verla con su rostro amable y la sonrisa de sus labios, le cooperan, le aportan un peso, dos, cinco, diez; afirma que lo gusten dar siempre es bienvenido.
Este medio de comunicación sacó unas monedas del bolsillo y al colocarlo en el trasto, la abuelita te mira con ternura y suelta inmediatamente la bendición de Dios y remata con una frase: “Dios te de mas”.
La octogenaria reitera que no le queda de otra, su hijo trabaja cuando puede, explica que está enfermo de los riñones y por esta situación muchas de las veces no puede asistir al taxi. La señora María expresa que hasta en eso de la limosna hay crisis, ahora tiene que recorrer mas territorio para obtener más, en ocasiones no alcanza nada, pero hay fechas en las que se lleva hasta 200 pesos, cuando esto sucede agradece la bondad de la gente y pide más fuerzas para continuar aunque sea a paso lento el caminar por los rincones de Tuxpan.
Lo mismo se le ve en la Juárez, Cuauhtemoc, el boulevard, Garizurieta, la iglesia, el puesto de periódicos, frente a algún establecimiento comercial, a la salida de algún banco, cuando se cansa, toma un receso en la presidencia municipal, en alguno de los escalones, ahí toma aliento y posteriormente se dirige a la calle Insurgentes para finalmente trasladarse a su hogar.
Recientemente abundan los pordioseros en diversos puntos de la ciudad, lo hacen con sus hijos muy pequeños, pero Doña María, prefiere deambular sola, afirma que de esta forma avanza a su ritmo.
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