
Por: Tere Quintanilla
La creciente producción de cítricos en la región norte de la entidad tanto en el puerto de Tuxpan como en Álamo, provoca que cada vez se pague menos al campesino por la tonelada de naranja, aseguró Justino Mercado Hernández, presidente del Comité Campesino y representante de la Ganadera Ejidal.
Expuso que en la actualidad se está llegando a pagar hasta 300 o 350 pesos máximo la tonelada de naranja, precio que está muy por abajo de las expectativas de los productores.
Refirió que es necesario mejorar los procedimientos de comercialización de este producto que es bastión de la economía local principalmente en municipios aledaños.
Destacó que para ello es necesario agilizar la creación de una integradora comercial o conformar un centro de acopio que permita la certificación del producto.
Justino Mercado Hernández destacó que es necesario garantizar que la naranja que se comercializa en esta región es un producto de calidad y que está libre de cualquier amenaza sanitaria como el llamado “virus de la tristeza”, el pulgón café y el dragón amarillo.
Lo aplicación de ésta medida, expuso, sería con la finalidad de otorgar mayor valor al producto y de esta manera poder comercializarlo a un precio más razonable tanto en el país como en el extranjero.
La creciente producción de cítricos en la región norte de la entidad tanto en el puerto de Tuxpan como en Álamo, provoca que cada vez se pague menos al campesino por la tonelada de naranja, aseguró Justino Mercado Hernández, presidente del Comité Campesino y representante de la Ganadera Ejidal.
Expuso que en la actualidad se está llegando a pagar hasta 300 o 350 pesos máximo la tonelada de naranja, precio que está muy por abajo de las expectativas de los productores.
Refirió que es necesario mejorar los procedimientos de comercialización de este producto que es bastión de la economía local principalmente en municipios aledaños.
Destacó que para ello es necesario agilizar la creación de una integradora comercial o conformar un centro de acopio que permita la certificación del producto.
Justino Mercado Hernández destacó que es necesario garantizar que la naranja que se comercializa en esta región es un producto de calidad y que está libre de cualquier amenaza sanitaria como el llamado “virus de la tristeza”, el pulgón café y el dragón amarillo.
Lo aplicación de ésta medida, expuso, sería con la finalidad de otorgar mayor valor al producto y de esta manera poder comercializarlo a un precio más razonable tanto en el país como en el extranjero.
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