Por: Tere Quintanilla
Entre lágrimas y profunda tristeza, durante viernes, sábado y domingo, familiares de las personas fallecidas, realizaron la penosa identificación de los cuerpos de sus seres queridos. Fue desde el 20 de abril a las 6 de la tarde cuando comenzaron a llegar los deudos, aunque la mayoría arribó a tierras tuxpeñas en un autobús de la línea turística “auto tour” después de las 2 de la mañana del sábado 21 cuando el camión procedente de Coatzacoalcos hizo su parada a un costado del auditorio de usos múltiples de esta ciudad.
Antes y después de la llegada del transporte rentado por las autoridades estatales, no se dejó de observar el arribo de familiares y amigos de los fallecidos, quienes viajaron de forma particular en otras líneas camioneras ante su desesperación de llegar al puerto tuxpeño. Todos ellos fueron conducidos en taxis hasta el lugar que se habilitó como anfiteatro y donde de manera cordial fueron recibidos por autoridades locales.
Fue alrededor de las 12:30 de la madrugada cuando partió la primera carroza fúnebre con los restos de la señora Hilaria García Bernabé, de 40 años de edad y oriunda del municipio de Cazones, lugar al que fue trasladado el inerte cuerpo acompañado por su padre y su esposo.
Las agencias funerarias enviadas por el DIF estatal, procedentes de lugares como: Orizaba, Córdoba, San Rafael, Xalapa y Tuxpan, entre otras, se encontraban en formación en las instalaciones del auditorio y conforme identificaron los cadáveres, fueron saliendo en distintas direcciones, dependiendo del lugar indicado por los deudos. Las carrozas de acuerdo a su tamaño transportaron de uno y hasta tres ataúdes.
Casi con una diferencia de una hora se podía observar la partida del transporte de las funerarias, toda vez que la identificación se llevo su tiempo, pues de entrada el familiar tenía que proporcionar los datos del fallecido para posteriormente llevarlo ante los cuerpos que correspondían con las señas brindadas. Una vez encontrado el cadáver se hacía el respectivo movimiento para que la carroza fuera al lugar indicado.
El pueblo tuxpeño que se dio cita y rodeo al auditorio en donde yacían los restos de las 43 personas entre niños y adultos, y por espacio de una hora realizaron rosarios, elevaron plegarias, pidiendo a Dios los recibiera en su gloria y brindara pronto consuelo y resignación a cada uno de sus familiares. Al mismo tiempo fueron colocados ramos de flores y decenas de veladoras se encendieron en el auditorio de usos múltiples.
La piel de curiosos, autoridades y medios de comunicación se erizaba con el dolor de quienes encontraban entre los fallecidos, el cuerpo de sus seres queridos; pues algunos salían del auditorio dando gracias al Creador al saber que su familiar se encontraba hospitalizado en los nosocomios de Poza Rica o Cerro Azul. Sin embargo pocos contaron con esa noticia ya que los sobrevivientes fueron apenas 27.
De acuerdo a los informes de las autoridades hasta el día de ayer cinco de los heridos habían sido dados de alta y quienes se encontraba de gravedad ya inician una lenta recuperación.
Por su parte el presidente municipal giró la instrucción para que su personal brindará el apoyo con comidas a los familiares de quienes aún permanecen hospitalizados en la ciudad de Poza Rica. .
Caber mención que solo un cuerpo quedaba sin identificar, mismo que fue trasladado a las instalaciones del Servicio Médico Forense ubicado en la carretera a Tamiahua a un costado del panteón Jardines del Recuerdo, en espera de ser reconocido por sus familiares.
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