viernes, 28 de junio de 2013

Políticos jarochos tienen héroe sexual

 ►Un diputado de Baja California confiesa su amor por un chamaquito de 15 años

►“Hasta que salí del clóset… fui feliz” dijo un reportero gay que vivía reprimido


Luis Velázquez

¡Ay mi diputado panista de Baja California! ¡Sólo has alborotado la gallera jarocha con tu revelación sexual! ¡Ay los chamaquitos de 15 años, mi dipu, que al parecer, tanto te gustan! ¡Has resucitado de un ramalazo la historia de Adriano, el emperador romano, y Antínoo, su efebo de 17 años que tanto lo enloqueció!

¡Ay mi diputado azul! Ya viste, olvidaste lo fundamental: expresaste tu amor por teléfono con tu chiquillo…, caray, todo el mundo lo sabe, los bejucos están alambreados.

Y mira, mi diputado, has encendido la alerta amarilla en Veracruz. ¡Que todos, pues, se cuiden! Y más todavía, de una plática íntima, cariñosa, volcánica, lujurienta, por teléfono. Sabrá Dios si, por ejemplo, José Enrique Ampudia Mello, subsecretario de Gobierno, ya tiene grabadas varias conversaciones así como la tuya. O quizá hasta el secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez o la AVI o el C-4 o el CISEN.

Es más, mi diputado azul, Rubén Alanís Quintero, de Baja California, así como se te olvidó la prudencia y te descaraste por teléfono con tu chamaquito de 15 años, imagina cuántos más en el país estarán igual.

De plano, que todos los políticos con debilidades por los efebos, salgan del clóset. ¡Arriba Ricky Martín! ¡Hosanna, hosanna!

Y más, por lo siguiente: el fin de semana, en el puerto jarocho, desfilaron unos 200 gays y lesbianas, clamando el legítimo derecho a la diversidad sexual y, por tanto, a contraer matrimonio.

Más todavía, entre los marchistas hubo una pareja gay que de plano fue a la ciudad de México de Marcelo Ebrard Casaubon y se casaron; ahora, viven aquí, en Veracruz, donde luchan para que puedan adoptar a un bebé.

Te cuento, mi diputado azul: el poeta tabasqueño, Carlos Pellicer, escribió un poema donde describe el amor de dos hombres y uno habla al otro del “amor que no se atreve a pronunciar su nombre”.

Tú, mi diputado azul, has puesto el ejemplo a los políticos del “estado ideal para soñar” con lo que, claro, cada quien desee soñar. Y soñar, incluso, con el amor tipo Carlos Pellicer, el señor de “las horas de junio”.

Es más, meses anteriores una alcaldesa puso el ejemplo al mundo. Se te adelantó, mi dipu azul. Ella alquiló una lanchita y con su noviecita dieron un paseíto en altamar, felices de la brisa marina y de estar abrazadas mirando el mar y el cielo juntitas en el otro extremo del horizonte.

DIÁLOGOS QUE DEBIERAN GUARDARSE COMO SECRETO DE ESTADO

Ahora, tú, mi Rubén Alanís, lo dices con claridad a tu chamaquito de 15 años: “La verdad es que sí estoy emocionado contigo”.

Y el efebo menor de edad, te dice: “Con tu llamada telefónica me hiciste llorar”.

Y tú, mi diputado, le reviras: “Me interesa verte. Muy a lo cortito. Tú y yo”.

Y ante tu enojo por una foto trepada al facebook, el muchachito te pregunta, angustiado: “¿Ya no vamos a ser novios?”.

Y tú, mi diputado, le dices: “Claro que sí. Quiero darte un beso”.

Y el efebo te dice: “Tú sabes que nunca te he preguntado nada”.

Y tú, mi dipu, le susurras: “Ya viste quién soy. Pero tengo que tener mucho cuidado”.

POLÍTICOS DE VERACRUZ, SALGAN DEL CLÓSET…

¡Ay mi diputado, desde ahora eres el nuevo ídolo de miles y miles de políticos que como tú tienen su noviecito y quisieran salir del clóset.

Ya viste. Decenas, cientos, de sacerdotes enloquecidos con niños de la doctrina. El padre Marcelo Maciel y sus niñitos. El cura pedófilo de Xalapa, “El lobo siberiano”, aquel que defendiera mi MP, Fernando Perera Escamilla, el de los Derechos Humanos que cuando habla “conecta el cerebro”, dice él mismo.

Pero el amor, mi diputado, si es puro, nunca importará el sexo. Lo importante es que dos se amen.

Claro, claro, claro. Dirás que al yerno de Porfirio Díaz, Ignacio de la Torre, aquel que sorprendieron en el baile de “Los 41”, todos gays, le entró tanto miedo que de plano, ayudado por un policía, huyó de la casa del pecado trepándose a la azotea y brincando de azotea en azotea se perdió en la madrugada.

Pero, bueno, eran otros tiempos. La ley del garrote con el dictador. Pero además, si eres yerno del presidente de la República con 33 años en el poder, ta’cañón que te descubran tu debilidad carnal por un chamaco.

De cualquier manera, tú, mi diputado azul, ya saliste del clóset. Y si tienes esposa, novia, haz lo mismo que el emperador Adriano, envíala al otro extremo del reino para seguir disfrutando a tu chiquillo de 15 años. Ya ves, él te lo dice con claridad:

-Me hiciste llorar.

Y te dice con angustia: “No más no me ilusiones”.

Y te pregunta con desesperación: “¿Ya no vamos a ser novios?”.

Lo dijo Mauricio Clark, reportero de Televisa, sin rodeos ni ambages: “Hasta que salí del clóset… fui feliz”.

Así, pues, políticos de Veracruz, alcaldes, regidores, diputados locales y federales, secretarios del gabinete, libérense. Y sin diferencias partidistas, construyan una estatua a Rubén Alanís Quintero. El Malverde de la diversidad sexual.

¡Chulada! ¡Qué bonito!

POSDATA: Hay en Veracruz dos opciones de periodismo marginal. blog.expediente.mx y elcronista.mx. Muchas gracias por su visita diaria.

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