sábado, 27 de julio de 2013

DEMETRIO RUIZ MALERVA



(AGOSTO 6 DE 1941-JULIO 26 DE 1986)

Discurso pronunciado por Felipe Hernández Barrios

Presidente de la Fundación Colosio en Tuxpan.

A pesar de su inesperada partida hace 27 años, hoy percibimos que Demetrio Ruiz Malerva sigue vigente; para comprobarlo bastara leer su obra periodística, que publicó en la revista siempre.

La política y el periodismo siempre estuvieron presentes en su vida, no en vano le dedico sus mejores esfuerzos que le causaron grandes desvelos; de ello, pueden dar testimonio varios tuxpeños, porque también compartían sus sueños y sus anhelos.

Capturó el sentido profundo de los acontecimientos complicados en forma sencilla y sin rebuscamientos retóricos.

Fue capaz de hacer de su experiencia personal una identificacion entre el pensar y el hacer.

Demetrio Ruiz Malerva convino equilibradamente el ejercicio de la abogacía, la poesía, el periodismo y la política. Siendo estas dos últimas sus pasiones más grandes.

Prueba de lo anterior, lo constituyen los más de 100 poemas que le inspiraron el amor y devoción por Tuxpan y su rio; las 3 ocasiones que fue diputado federal por este distrito y su desempeño como dirigente estatal y subsecretario de organización a nivel nacional del Partido Revolucionario Institucional.

También a Demetrio Ruiz Malerva, como a otros sobresalientes políticos tuxpeños, la diplomacia toco a su puerta y represento a nuestro país dignamente como consejero cultural de la embajada de México en Cuba.

A DEMETRIO RUIZ, el periodismo lo atrajo y conquisto desde sus primeros años de bachiller en esta su tierra natal, imprimiendo sus primeras reflexiones en el periódico local la tribuna y posteriormente en la revista Siempre.

La inquietud que le despertó el periodismo deja constancia de sus análisis acerca del quehacer político nacional.

Los comentarios de su trabajo periodístico que les voy a comentar, tienen más de un cuarto de siglo y ustedes serán los jueces para decir si son temas de actualidad y si tienen vigencia.

En agosto de 1985, año en que por tercera ocasión Ruiz Malerva era diputado federal por este distrito escribió: para los diputados electos del PRI, la finalidad es clara, concreta y objetiva: conservar el poder, no en aras de un conservadurismo autocomplaciente, sino como única e inmejorable herramienta para continuar con la lucha contra la crisis económica y sus consecuencias.

Es cierto que no puede darse un proceso electoral puro: exento de riesgos y fallas, pero, en nuestro caso, el resultado permite afirmar que se luchó dentro de la legalidad y se logró reacreditar la legitimidad del estado. Las impugnaciones que se han hecho y que se harán del proceso, corresponden en lo mas mínimo a fallas, algunas de ellas ya reconocidas por los órganos electorales; pero en la mayoría obedecen a estrategias y tácticas o a errores de apreciación, que a menudo provienen, estos últimos, de ingenuas expectativas que no alcanzaron a concretarse ante el supremo arbitro del proceso: el electorado.

Logramos enfrentar una campaña difamante, seguía diciendo, tal vez la más insidiosa de los últimos años, instrumentada desde el exterior y ejecutada en el interior, mostrando claramente que estamos en la mira de toda poderosa organización que pretende, cada vez con la mayor desfachatez, romper con nuestro sistema.

Como señale al inicio, estas reflexiones de Demetrio Ruiz tienen más de un cuarto de siglo y con ello podemos sostener dos puntos de vista; el primero, que Demetrio fue un adelantado al tiempo, el segundo: que no existe nada nuevo bajo el sol y el cielo azul de la política mexicana, siempre lo mismo con los mismos.

Los que practican la política o están vigente en el servicio público, tienen la ultima versión del quehacer político nacional.

Por esto y muchas cosas más es que año con año recordamos a Demetrio, quien sin lugar a dudas tiene una curul en la historia de la política mexicana, así como la ocupó dignamente tres veces en la cámara de diputados, representando al distrito de Tuxpan.

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