Versión estenográfica del discurso del Senador por el PT donde señala que la Reforma Energética no contempla un análisis del impacto económico y hacendario, y los Senadores del PRIAN y aliados que votaron “el despojo a la energía de su carácter de seguridad nacional, sin darse cuenta de lo que están haciendo, con graves consecuencias para el país”.
Señores y señoras senadores, procedemos a hacer un planteamiento sobre este dictamen.
El análisis detallado del dictamen conduce a la conclusión de que no debe ser aprobado en manera alguna. Provocaría graves daños al desarrollo económico y a la soberanía de la Nación.
Es un texto negociado en secreto por el PRI y el PAN para garantizarse una mayoría ajena a su electorado, un auténtico fraude electoral.
Los fundamentos de este posicionamiento son los siguientes:
No existe mandato democrático para cambiar uno de los fundamentos del Pacto Nacional plasmado en la Constitución de 1917, no existe, nadie lo planteó.
Se está haciendo a espaldas de sus propios electores.
No justifica en ninguno de sus argumentos ninguna de las dos iniciativas, ni el dictamen de la reforma constitucional. No hay ninguna razón y por eso les entregamos ese análisis, porque son saltos que no tienen ninguna relación lógica.
El dictamen no analiza el impacto social y económico. La economía de la desnacionalización que nos llevará a una catástrofe económica y social, apoyado indiscriminadamente, sin ningún análisis económico.
El dictamen carece de un fundamento técnico económico sobre la supuesta incapacidad, ineficiencia o falta de rentabilidad de los organismos energéticos del Estado mexicano.
Despoja a la energía de su carácter de seguridad nacional, sin darse cuenta de lo que están haciendo, con graves consecuencias para el país.
Quedará en manos de potencias extranjeras que no garantizarán ni la inversión ni el abasto.
El dictamen no se puede justificar por la supuesta falta de recursos públicos y nacionales para realizar las inversiones necesarias, se ha dicho infinidad de veces la capacidad de Pemex de hacerlo.
El dictamen responde a los intereses de los Estados Unidos de Norteamérica y sus corporaciones financieras y energéticas y no al interés de los mexicanos como producto de un acuerdo antinacional de Peña Nieto con estos intereses norteamericanos, el gobierno mismo y sus empresas.
El dictamen daría derechos de propiedad directa e indirecta a las corporaciones extranjeras sobre los hidrocarburos, la refinación, la petroquímica y la generación y prestación del servicio público de electricidad. Las empresas serán desmanteladas.
La aprobación del dictamen despojaría a México de sus reservas de hidrocarburos y transferiría a la propiedad extranjera esta riqueza que representan inmensas inversiones realizadas por los mexicanos en la explotación de los hidrocarburos y la electrificación del país.
La aprobación del dictamen conducirá de manera necesaria a la dependencia energética de México ante las corporaciones y gobiernos extranjeros e impedirá la transición soberana hacia las energías renovables.
La aprobación del dictamen cancelará los derechos de México reconocidos y reservados en el TLCAN en relación con la energía, se enajena la exclusividad del sector energético en manos del Estado y lo convierte en un asunto de libre comercio, que de acuerdo con los tratados internacionales quedaría imposibilitado el Estado de ejercer ninguna rectoría como aquí se ha y si no se ha dicho enfáticamente quedaría el Estado sin ninguna capacidad de ejercer rectoría, mando, orientación del sector energético, quedaríamos en manos de los intereses de las extranjeras cuyo objetivo es única y exclusivamente de obtener el máximo beneficio para sus países.
Si el dictamen se aprueba las inversiones extranjeras no tendrán la obligación, los inversionistas de entregar a México de entregar a México las divisas generadas por la exportación, ni tendrán la obligación de transferir tecnologías, de tener proveedores nacionales, ni alcanzar un determinado porcentaje de contenido nacional, porque según lo estipulado en el TLCAN, una vez que se abra a la actividad privada, ni pagarían impuestos en México en virtud de los tratados internacionales para impedir la doble tributación.
La aprobación del dictamen profundizaría el estancamiento económico y la creciente desigualdad en México que ya es grave y angustiosa, por sus impactos en las siguientes dimensiones; reducción significativa de la renta petrolera y de las utilidades del servicio público de electricidad; mayor desindustrialización del país, mayor dependencia y costos de infraestructura tecnológica; reducción del balance neto de divisas del comercio exterior, del sector energético y del país.
Imposibilidad de retener las divisas de las exportaciones energéticas para sustentar las reservas del Banco de México, imposibilidad de destinar la renta petrolera para impulsar la inversión pública, privada y social de todos los mexicanos, imposibilidad de reducir precios a los combustibles y tarifas eléctricas, lo que señala la enorme mentira y desvergüenza de la propaganda de Peña Nieto y sus secuaces.
En síntesis, la imposibilidad de alcanzar mayores tasas de crecimiento económico, desarrollo regional y nacional.
Por las razones anteriores, el dictamen representa un retroceso histórico irreversible para los mexicanos, por lo cual debe de ser rechazado, de no ser así, tengan ustedes la seguridad que el pueblo mexicano se movilizará en toda la nación en defensa de su energía y de sus derechos.
Por todo lo anterior, desde esa tribuna, acuso a Enrique Peña Nieto por traición a la patria, fundamento lo anterior en los siguientes mandamientos.
“Traición a la patria, Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, título cuarto: De las responsabilidades de los servidores públicos y patrimonial del estado.
“Artículo 8º, segundo párrafo: El Presidente de la República durante el tiempo de su encargo, sólo podrá ser acusado por traición a la patria, está en la Constitución, y delitos graves del orden común.
“Delitos contra la seguridad de la nación en el Código Penal Federal, capítulo uno: Traición a la patria.
“Artículo 123º: Se impondrá la pena de prisión de cinco a 40 años y multa hasta de 50 mil pesos al mexicano que cometa traición a la patria en alguna de las formas siguientes: Uno, realice actos contra la independencia, la soberanía o integridad de la nación mexicana, con la finalidad de someterla a persona, grupo o gobierno extranjero”. Esto es lo que está haciendo Peña Nieto, impulsando esta reforma, por lo que lo acusamos desde la tribuna del Senado, a Peña Nieto, ser un traidor a la patria. Muchas gracias.
Fuente: RADIO AMLO.
1 comentario:
si ciertoooooo
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