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En esta época de calor se debe evitar que los alimentos permanezcan a temperatura ambiente, pues las esporas sobreviven, germinan y se multiplican rápidamente; también es necesario purificar el agua y hervir la leche, informó Verónica López Espinoza, gastroenteróloga del Hospital General de Zona (HGZ) No. 11
Señaló que por tradición en la cuaresma se consume pescado y mariscos, por lo que recomendó fijarse que el producto esté fresco, con los ojos “saltones”, las branqueas coloradas y sin manchas, la piel brillante y firme y las escamas bien adheridas al cuerpo.
Con relación a los mariscos, recomendó que no se consuman crudos, sino luego de pasar por un proceso de cocción o empanizados; ya que al ser un producto fresco contiene una gran cantidad de bacterias que provocan infecciones estomacales.
Advirtió que las infecciones que más se presentan durante este periodo, son: amibiasis y parasitosis ya que los alimentos tienden a llevar un proceso de descomposición más rápido.
También afecta no tener higiene al momento de prepararlos o consumirlos, lo que puede generar focos de infección que indudablemente afectarán nuestra salud y la de quienes nos rodean.
Lo más importante es prevenir la aparición de estas enfermedades mediante el cuidado y control que le pongamos a cada una de las acciones que llevemos a cabo, como es el de no comer a la intemperie o en lugares donde la comida sea de dudosa procedencia.
Finalmente expuso que se debe tratar que los pequeños consuman alimentos que contengan un alto contenido de vitamina C, como pueden ser las frutas, los cítricos, las verduras y otros como yogurt y fibra, los cuales fortalecen las defensas del sistema inmunológico con anticuerpos que no permiten el desarrollo de virus o bacterias en el organismo de los niños.
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