Pese a que el Congreso mexicano ha dicho que escuchará las inquietudes de todos los sectores de la sociedad en el tema de la reforma energética, es un hecho que en la realidad eso no les interesa.
Se negó la participación a integrantes de Grenpeace en el cuarto foro regional, supuestamente público, y al cual la organización fue invitada por el presidente de la Comisión de Energía en el Senado, David Penchyna.
En cambio, se nos llevó a una oficina privada, donde se nos dijo que “diversas instancias gubernamentales” se opusieron a la participación de Greenpeace en el encuentro “por algo que pasó en el estado [Veracruz] y donde hay cierta inquietud, donde hubo desorden” (sic).
Lo anterior, evidencia que “estos encuentros resultan una simulación. El Congreso mexicano está dejando de lado la participación de la ciudadanía”, dijo Miguel Ángel Soto, vocero de la campaña de Energía y Cambio Climático de Greenpeace.
Pese a que se impidió su participación, los activistas entregaron en manos del senador Penchyna, las observaciones a la Ley de Energía Geotérmica y la Ley de la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos.
“¿Hacia dónde se supone que transitaremos con esta reforma energética y leyes secundarias que han dejado fuera de la discusión el potencial de México a partir de fuentes renovables de energía como el sol, el viento y las minihidráulicas”, cuestionó Miguel Ángel Soto.
Es urgente que los legisladores y el mismo presidente se den cuenta de la urgencia de actuar desde ahora. El cambio climático no va a esperar hasta septiembre, cuando supuestamente las autoridades presentarán una propuesta de reformas verdes.
A las afueras del Museo Naval, lugar donde se desarrolló el encuentro, un grupo de voluntarios de la organización internacional se manifestó de manera pacífica y desplegó una manta con la leyenda www.renovablesya.org, el sitio web creado por la ONG desde donde se pueden descargar y compartir con legisladores las propuestas y análisis realizado por los ambientalistas.
Fuente: Greenpeace.
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