Por Orlando Segura Hervert.
En el momento en que comenzó el partido de futbol entre México y Camerún, en ese instante, pocos automóviles se movilizaban por la ciudad, la mayoría de los tuxpeños se concentraron frente a una pantalla de televisión, para ver a detalle, el encuentro deportivo, entre dos equipos que se disputan los puntos para pasar a la siguiente fase del Mundial Brasil 2014.
Afuera de Elektra, o bien en el restaurante, en la peluquería, en diversos establecimientos, se escuchaba la voz del narrador que presuntamente conocía todos los detalles técnicos y tácticos tanto de los jugadores como de los entrenadores de ambos equipos.
Los internautas veían el partido, pero también circulaban en la red, una imagen del Cristo redentor, con una frase muy sarcástica: “Estoy en Brasil, aunque los envidiosos dirán que es Tihuatlán”, la frase con faltas de ortografía viajó entre diversos usuarios, quienes sonreían y compartían con sus amigos la ocurrencia y creatividad de uno más que no perdió el tiempo para hacerse notar.
Al minuto 61 cayó el gol anotado por Oribe, cuando esto sucedió, los comensales se pararon de sus asientos, gritaron, aplaudieron, se contagiaron de la alegría que genera la pasión de las patadas.
Afuera en un centro comercial, también celebraron cuando los mexicanos festejaban el tanto que les daba la ventaja y la victoria.
Los entrevistados dijeron estar satisfechos con el desempeño del equipo nacional, el triunfo no es para cortarse las venas, ni para echar las campanas al vuelo, es simplemente la emoción de sentirse orgullosos de ser mexicanos.
El martes nuevamente toda actividad productiva se verá paralizada, Brasil no será una perita en dulce, pero la esperanza muere a lo último y en una de esas obtenemos el empate o el triunfo.
Ya veremos.
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