Sapos y Alacranes
Por Orlando Segura Hervert.
Hace 4 décadas y media me tocó ver desde una terraza el show de un joven, delgado con el pelo suelto tirándole a greñudo, el espectáculo era cotidiano, el susodicho se drogaba con marihuana y a las 2 de la mañana, sus padres llamaban a la policía municipal. Ya era cliente de los cuicos, entre 4 elementos de seguridad apenas y podían someterlo, golpeaba la persiana de un establecimiento, agredía a los señores del orden, y finalmente después de varios minutos de agresiones físicas y verbales, por fin lo ponían quieto. No creo que la cochinada que fumaba, era de carácter terapéutico y si se ponía bien loco y además colocaba en riesgo a sus familiares y a quien pasara por ese lugar, eso sucedió en Tuxpan, en la calle Juárez.
En 1984, viaje a Ensenada y pude observar a dos gringos, altos, fornidos, joviales, drogándose con un polvo mágico.
Es decir, ya son varios años en la que los mexicanos paulatinamente nos vamos pudriendo. Decía el Dr. Salvador Moctezuma Andrade, promotor de “Se tu amigo”, que lo único que podemos hacer es implementar medidas preventivas porque una vez que alguien cae en un vicio de ese tipo, la drogadicción los destruye, las familias se desintegran y los ciudadanos se vuelven unas verdaderas piltrafas, les toca vivir el infierno.
En el sexenio pasado le declararon la guerra al narcotráfico, sin estrategia, fue como pegarle al avispero, para ello se comprometió al ejército y a la Armada de México, ambas instituciones en dicha tarea han sido muy cuestionadas.
No se ponen de acuerdo en el número de muertos suscitados en la época de Felipe Calderón Hinojosa, unos dicen 121 mil 683, otros manejan 160 mil ejecutados; la revista Proceso la semana pasada dio un dato proporcionado por una organización no gubernamental que ronda los 344 mil muertos violentamente. En cualquier caso, la cifra es muy alta.
No le falta razón a quienes sostienen que en la lucha contra el narcotráfico todos han fallado en una u otra medida; el estado, las instituciones, los padres de familia, las autoridades de seguridad, los sacerdotes, los pastores. Todos nos hicimos guajolotes y el problema creció, la economía depende del narcotráfico, se mueve mucho dinero producto de una actividad ilícita.
La SCJN dio el primer paso en la legislación, tal vez para bien, quizás para mal, avaló el uso y consumo para 4 personas que apelaron a la máxima instancia jurídica, los ministros revisaron el caso y les dieron la razón. Cuando escuché esta decisión me acordé de Daniel Viglietti y de Mafalda. “El niño se come el pasto y el burro los caramelos” o bien “paren ese mundo que me quiero bajar”; en pocas palabras, el mundo está al revés, de cabeza, parada de cola.
Y como dijo doña Chonita y la Sra. Pelancha: “si ya autorizaron las bodas entre personas del mismo sexo”, hombre con hombre y mujer con mujer, que se puede esperar.
Estimados lectores. Usted tiene la última palabra, sobre los temas polémicos que sobrepasan el vanguardismo de la máxima instancia jurídica y de la sociedad mexicana. Los tiempos están cambiando vertiginosamente.
Hasta pronto. Hasta siempre
Tuxpan, Ver.
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