Grillar no es gobernar

Sapos y Alacranes 

Por Orlando Segura Hervert.

Este lunes se llevó a cabo el cambio de mando en la XIX zona militar, evento al que fue convocado el Gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, quien por su agenda y múltiples ocupaciones designó al joven político tuxpeño perredista, Rogelio Franco Castán, actual secretario de Gobierno para que asistiera en su representación a cubrir la cita a las 9 en el 39 Batallón de Infantería. 

Una mañana fresca en la que se le pegaron las cobijas al funcionario estatal, a los 10 minutos de la hora convocada, la maestra de ceremonias de las fuerzas castrense se disculpó por el retraso, dijo que en el momento en que arribara el representante del mandatario veracruzano, iniciarían con el protocolo. Media hora después, los militares, ordenaron ejecutar los honores al lábaro patrio, al alto mando, sin la presencia de ningún servidor público de Yunes Linares. 

Franco Castán está acostumbrado a llegar 2 0 3 horas tarde, a no llegar, a reventar asambleas, a ser francotirador; ese ambiente se le da, vivió y respiró los aires de la indisciplina, pero una cosa es grillar y otra muy diferente la responsabilidad que le han despositado para sacar el barco del yunismo. 

Grillar no es gobernar, sobre todo porque a partir del 01 de diciembre está en el foco y lupa de los reflectores, lo que haga o deje de hacer será noticia, sus aspiraciones a la senaduría serán medidas milimétricamente y directamente proporcional conforme a cada acción que realice en el gobierno, ahí se verá si le quedó grande el paquete, si tiene visión de estadista, proyecto de largo plazo. 

Dirán sus colaboradores que fue una nimiedad, lo cierto es que no hubo plan B, alguien que lo sustituyera, fue a todas luces una grosería, aunque claro, se disculparon con el cuento de que la avioneta o el ovni no pudo despegar de Zongolica ni de Xalapa.

Hace años Germán Dehesa nos dejó un legado en una de sus columnas, en cierta ocasión le preguntó a su trabajadora doméstica su opinión acerca del desempeño de Don Chente Fox, la muchacha con la franqueza y la ironía le respondió algo profundo: "estábamos mejor cuando estábamos peor".

Indudablemente están pagando el precio de la novatez, da la impresión de inexperiencia y falta de oficio.