martes, 25 de septiembre de 2007

PLATANO, TORTILLAS, PAN, PAPA, TOMATE, TODO EN LOS CIELOS



Por Orlando Segura Hervert.

Cinco señoras sentadas en un restaurante dedicado a la venta de pollos en el boulevard comenzaron a dialogar en torno al incremento de los artículos de primera necesidad. Solo escuche dos nombre, Doña Guadalupe e Isa. El diálogo empezó cuando una de ellas soltó el comentario “nada mas dijeron que iban a subir la gasolina y las cosas ya andan por las nubes.
Y así, el mundo de las lamentaciones se hizo escuchar en ese negocio que se dedica al consumo de aves.
La persona de más edad inició el recuento de algunos productos que ya se cotizan alto en el mercado “Héroes del 47, Mercadito, o en el “Rodríguez Cano”; el kilo de papa lo dan a $16.00, la otra mujer le revira y comenta, el tomate a $20.00, el aguacate a $30.00, la piña ya la venden a $20.00, el plátano está en $14.00 el kilogramo. La charla era una romería tipo “cuesta menos”
La plática parecía una competencia de incrementos, en donde se presumían que tanto se había elevado el costo de los insumos, mercancías, y hasta el taxi salió a relucir y entonces una descubrió que todavía el combustible no se cobran los dos centavos por mes.
Los políticos han dicho por diferentes medios que no habrá impacto inflacionario, dado que se ha tenido el cuidado de solo poner dos centavos al litro de gasolina, los comerciantes no tiene porque cargarle dicho elemento al consumidor.
Pues será el sereno, pero las quejas se han generalizado, hay una escalada en los precios que seguramente afectarán a los más necesitados, a los más pobres; los legisladores se dividieron en la pasada sesión, argumentaban a favor y en contra, los ciudadanos hoy están observando el comportamiento de varias mercancías que ya están por los cielos.
Y los salarios cuando recibirán su respectivo aumento, porque no se fijan en los sueldos, ya no hay negocio que aguante, nadie tiene para pagar, todo mundo engaña al que se deja, y así fueron saliendo los argumentos de la situación económica imperante. Finalmente Doña Guadalupe e Isa acompañados por la familia, se alejaron del establecimiento, luego de saborearse un exquisito pollito con sus tortillas, guacamole, frijolitos refritos y otros aditamentos, se retiraron satisfechas, pero inconformes con lo que está pasando en el mundo real, en donde el bolsillo cada vez alcanza para muy pocas cosas.

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