Por Orlando Segura Hervert.
osh_prd@hotmail.com
osh_prd@hotmail.com
El pasado sábado en una reunión interna del Partido de la Revolución Institucional, comenzaron a plantearse las incriminaciones dentro de las filas de ese instituto que está en el ojo del huracán por la resolución de la Sala Electoral del Tribunal Superior de Justicia, misma que le quitó el “triunfo” a Juan Ramón Ganem Vargas y le pasó la estafeta al Dr. Miguel Alcantar Rodríguez.
Así las cosas, los reclamos fueron directos hacia Juanra, le dijeron que le tenía que bajar de yemas, ser menos soberbio, que le pidiera apoyo a los maestros, que lo apoyara Chucho Carballo, que no había ningún priista en las posiciones edilicias, que porque acudía a los priistas si antes de la elección los había mandado por un tubo y un largo etcétera.
El primero en abrir fuego fue el regidor Edmundo Cristóbal Cruz, lo hizo de manera tibia, luego le siguieron otros oradores que insistentemente en sus discursos se les notó la molestia, el priismo tuxpeño fue relegado y ahora hay que aguantar vara. Por lo pronto, varias casas ya sacaron sus banderas azules.
Las opiniones se centraron en lo que viene, que hacer ante un “palo dado”; varios actores del tricolor sostienen que lo primero que debe de hacer Juanra, es dejar de lado la asesoría de Benito Córdoba Rosales, contratar un despacho jurídico, apostarle a la materia electoral. Trascendió que dicho equipo de expertos en defensa de “casos perdidos” le cobran la no despreciable cantidad de un millón de pesos constantes y sonanrtes.
Para Javier Sánchez Balderas, está en riesgo la estabilidad social del municipio, se observa una muy probable ingobernabilidad en el próximo trienio; criticó a quienes celebran una supuesta “justicia divina” porque cayó en el tablero de las negociaciones Juan Ramón.
El edil de la comuna porteña señaló que no hubo profundidad en la sentencia emitida por los magistrados, no hay pruebas de la supuesta coacción, todos los representantes del Partido Acción Nacional firmaron las actas de escrutinio y cómputo, las actas de incidencias son insignificantes, como militante del tricolor intuye que existió una negociación política y no prevaleció el derecho.
Para el exalcalde por Ministerio de Ley, Javier Benitez Ponce, el pasado domingo se dio una verdadera aberración, combatieron la legalidad con la ilegalidad, anularon más casillas que en la elección de Fidel Herrera Beltrán suscitada en el 2004, para el delegado de educación pública, el caso sonó a una sonora carcajada, da risa y por lo tanto apelarán con la convicción de que ratifiquen a Juan Ramón en el Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal. Desde la óptica del político tuxpeño, el órgano jurisdiccional no revisó bien y a fondo los elementos de supuestas irregularidades, dado que es difícil comprobar la compra y coacción del voto, los funcionarios fueron seleccionados por el propio Instituto Electoral Veracruzano, la elección fue la misma para elegir a Martín Cristóbal Cruz y a Juan Ramón, sin embargo al hoy diputado, no le quitaron ningún voto, luego entonces, algo anda mal.
Así las cosas, los reclamos fueron directos hacia Juanra, le dijeron que le tenía que bajar de yemas, ser menos soberbio, que le pidiera apoyo a los maestros, que lo apoyara Chucho Carballo, que no había ningún priista en las posiciones edilicias, que porque acudía a los priistas si antes de la elección los había mandado por un tubo y un largo etcétera.
El primero en abrir fuego fue el regidor Edmundo Cristóbal Cruz, lo hizo de manera tibia, luego le siguieron otros oradores que insistentemente en sus discursos se les notó la molestia, el priismo tuxpeño fue relegado y ahora hay que aguantar vara. Por lo pronto, varias casas ya sacaron sus banderas azules.
Las opiniones se centraron en lo que viene, que hacer ante un “palo dado”; varios actores del tricolor sostienen que lo primero que debe de hacer Juanra, es dejar de lado la asesoría de Benito Córdoba Rosales, contratar un despacho jurídico, apostarle a la materia electoral. Trascendió que dicho equipo de expertos en defensa de “casos perdidos” le cobran la no despreciable cantidad de un millón de pesos constantes y sonanrtes.
Para Javier Sánchez Balderas, está en riesgo la estabilidad social del municipio, se observa una muy probable ingobernabilidad en el próximo trienio; criticó a quienes celebran una supuesta “justicia divina” porque cayó en el tablero de las negociaciones Juan Ramón.
El edil de la comuna porteña señaló que no hubo profundidad en la sentencia emitida por los magistrados, no hay pruebas de la supuesta coacción, todos los representantes del Partido Acción Nacional firmaron las actas de escrutinio y cómputo, las actas de incidencias son insignificantes, como militante del tricolor intuye que existió una negociación política y no prevaleció el derecho.
Para el exalcalde por Ministerio de Ley, Javier Benitez Ponce, el pasado domingo se dio una verdadera aberración, combatieron la legalidad con la ilegalidad, anularon más casillas que en la elección de Fidel Herrera Beltrán suscitada en el 2004, para el delegado de educación pública, el caso sonó a una sonora carcajada, da risa y por lo tanto apelarán con la convicción de que ratifiquen a Juan Ramón en el Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal. Desde la óptica del político tuxpeño, el órgano jurisdiccional no revisó bien y a fondo los elementos de supuestas irregularidades, dado que es difícil comprobar la compra y coacción del voto, los funcionarios fueron seleccionados por el propio Instituto Electoral Veracruzano, la elección fue la misma para elegir a Martín Cristóbal Cruz y a Juan Ramón, sin embargo al hoy diputado, no le quitaron ningún voto, luego entonces, algo anda mal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario