Milenio
Notimex
Ciudad de México/ Diciembre de 2007
Presidencia de la República.
Junto con Brasil e India, México está entre los tres países en expansión con mayor atractivo para las grandes ensambladoras automotrices del mundo, gracias a su ubicación geográfica y a que posee acuerdos comerciales, mano de obra competitiva y proveeduría de calidad mundial.
El Servicio de Estudios Económicos de BBVA Bancomer destaca en su análisis “Situación Regional Sectorial” que como parte de la tendencia de reubicación de procesos productivos de los grandes ensambladores, en México los salarios bajos representan una ventaja.
Respecto a la ubicación geográfica, indica que Estados Unidos es el más grande consumidor de vehículos en el mundo y sus partes, por lo que México es ahora un centro estratégico de producción y distribución para que los países tengan amplio acceso a este mercado.
Asegura que el atractivo de México para la inversión se debe a que los proveedores y plantas de ensamble cumplen con las reglas de origen de los tratados de libre comercio con Norteamérica y Europa.
Con ambos acuerdos, abunda, los vehículos y autopartes producidos en el país entran con cero arancel a Estados Unidos, mientras que los acuerdos de libre comercio con Japón significan una ventaja, pues pueden embarcar automotores con un arancel bajo o nulo.
El Servicio de Estudios Económicos de la institución financiera afirma que la productividad es también de “clase mundial”, pues las plantas establecidas en el país han probado por años un aceptable balance entre uso eficiente de tecnologías y sistemas tradicionales de producción.
Los centros de producción del país igualan, incluso superan los estándares de calidad de sus plantas de origen, muestra de ello son Ford en Hermosillo, Sonora; Daimler Chrysler en Ramos Arizpe, Coahuila, y General Motors en Silao, Guanajuato, subraya.
Pero además sostiene que la mano de obra en el sector automotriz mexicano tiene hoy una elevada tecnificación que la hace altamente calificada y productiva, a nivel operarios de las líneas de armado y en áreas especializadas como control de calidad, diseño e ingeniería.
“Esta situación, ante el encarecimiento de estas actividades en su país de origen, es una ventaja competitiva sin igual” señala tras mencionar que en 2005 la industria en Estados Unidos pagó 35.2 dólares por hora en promedio contra 3.8 dólares en México.
BBVA Bancomer puntualizó que lo que hace a México atractivo para la inversión automotriz es la proveeduría competitiva, pues el cierre de plantas de las firmas norteamericanas lo convierte en la primera opción para abastecer el mercado de Estados Unidos con menor costo relativo.
En este contexto, agregó, los clusters de proveeduría de la zona del Bajío y norte del país son relevantes por sus fuertes inversiones en autopartes que en la actual década ascienden a nueve mil millones de dólares, casi cuatro veces más de la destinada al ensamble de vehículos.
Junto con Brasil e India, México está entre los tres países en expansión con mayor atractivo para las grandes ensambladoras automotrices del mundo, gracias a su ubicación geográfica y a que posee acuerdos comerciales, mano de obra competitiva y proveeduría de calidad mundial.
El Servicio de Estudios Económicos de BBVA Bancomer destaca en su análisis “Situación Regional Sectorial” que como parte de la tendencia de reubicación de procesos productivos de los grandes ensambladores, en México los salarios bajos representan una ventaja.
Respecto a la ubicación geográfica, indica que Estados Unidos es el más grande consumidor de vehículos en el mundo y sus partes, por lo que México es ahora un centro estratégico de producción y distribución para que los países tengan amplio acceso a este mercado.
Asegura que el atractivo de México para la inversión se debe a que los proveedores y plantas de ensamble cumplen con las reglas de origen de los tratados de libre comercio con Norteamérica y Europa.
Con ambos acuerdos, abunda, los vehículos y autopartes producidos en el país entran con cero arancel a Estados Unidos, mientras que los acuerdos de libre comercio con Japón significan una ventaja, pues pueden embarcar automotores con un arancel bajo o nulo.
El Servicio de Estudios Económicos de la institución financiera afirma que la productividad es también de “clase mundial”, pues las plantas establecidas en el país han probado por años un aceptable balance entre uso eficiente de tecnologías y sistemas tradicionales de producción.
Los centros de producción del país igualan, incluso superan los estándares de calidad de sus plantas de origen, muestra de ello son Ford en Hermosillo, Sonora; Daimler Chrysler en Ramos Arizpe, Coahuila, y General Motors en Silao, Guanajuato, subraya.
Pero además sostiene que la mano de obra en el sector automotriz mexicano tiene hoy una elevada tecnificación que la hace altamente calificada y productiva, a nivel operarios de las líneas de armado y en áreas especializadas como control de calidad, diseño e ingeniería.
“Esta situación, ante el encarecimiento de estas actividades en su país de origen, es una ventaja competitiva sin igual” señala tras mencionar que en 2005 la industria en Estados Unidos pagó 35.2 dólares por hora en promedio contra 3.8 dólares en México.
BBVA Bancomer puntualizó que lo que hace a México atractivo para la inversión automotriz es la proveeduría competitiva, pues el cierre de plantas de las firmas norteamericanas lo convierte en la primera opción para abastecer el mercado de Estados Unidos con menor costo relativo.
En este contexto, agregó, los clusters de proveeduría de la zona del Bajío y norte del país son relevantes por sus fuertes inversiones en autopartes que en la actual década ascienden a nueve mil millones de dólares, casi cuatro veces más de la destinada al ensamble de vehículos.
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