miércoles, 26 de marzo de 2008

R E T R A T O S




Bajó el agua al arroyo y se lavó las manos en el lodo.
1. LATIDOS. Un 27 como hoy, pero hace dos meses, murió Victoriano Ruíz Ramírez bajo los neumáticos de un vehículo conducido por Karla Karina González Torres. La tragedia ocurrió ese día domingo en la madrugada. Vico –como le llamaron sus cercanos—yace sepultado desde hace sesenta días, los mismos que de prófuga a salto de mata anda Karla Karina, a quien se señala como autora material del homicidio. Han pasado decenas de días, cientos de horas, miles de minutos, donde, sobre todo sus amigos, alumnos y profesores de la UGM campus Tuxpan habrán seguido el curso de la vida invirtiendo el tiempo en lo que a cada quien le acomoda. Dije en su momento que tenía serías y profundas dudas de la actuación pronta y eficaz del aparato de procuración de justicia del estado, no por mago, como por que Veracruz es un campo donde se asesina con patente de corso sin que a los responsables se les eche el guante. De la marcha que protagonizaron los allegados a Victoriano Ruiz para ventilar en público un asesinato que exclamaron no podría quedar impune tuve mis reservas sobre si cumpliría ese cometido. El transcurrir del tiempo confirmó mi escepticismo, y dejó en claro que es –el tiempo—el ingrediente que prevalece en el olvido en que se encuentra el caso, y que obra a favor de esa triada: el asesino, la autoridad y la impunidad. No festejo. Me entristece. No me encabrona. Me desanima. No olvido. Me duele. La mierda en la que se ha convertido la procuración de justicia palpita a ritmo acelerado, con fuerza, como reza la leyenda promocional del gobierno del estado. Autoridades que no garantizan la protección del derecho primero y último del hombre en la comunidad, el de la vida, no valen una chingada y merecen no la más mínima consideración. Terrible.

2. MORDIENDOSE. El Pan en Tuxpan, su dirigencia y estructura institucionales, están hechas un vómito. Enanos en su pensamiento y en su proceder lejos de aprender la lección que en su soberbia les dejó la derrota frente al Pri, se alientan de aires despóticos y autoritarios y paran pecho y culo. Pretenden, según la nota que leí, enjuiciar a una veintena de sus militantes a quienes acusan de varias infracciones graves, entre las que predomina la supuesta colaboración con sus rivales partidistas en la próxima pasada elección. Hay un motivo no tan oculto en esta maniobra gusanera de José Mancha y sus eunucos, que es el de garantizarse el cambio de dirigencia a modo, sin sobresaltos, sin oposición. Nunca, que se sepa, el diputado pluri y su cauda han ganado en buena lid una elección interna. No se distinguen ni del Pri ni del Prd en agotar las malas artes para mantener el control del partido. No hacerlo los dejaría en bancarrota, sin que tragar, y lo peor: tener que trabajar, que dar golpe. Esto último no está en los planes de la dirigencia panista: le huyen a ganarse la papa como cualquier hijo de vecino. ¡Vaya miseria!


Miguel Camín

1 comentario:

Anónimo dijo...

Doce años después ya fue capturada: https://www.alcalorpolitico.com/informacion/capturan-ministeriales-a-mujer-acusada-de-asesinar-a-hombre-hace-12-anios-en-tuxpan-307968.html#.XijC3E9Kjct