Por Fernando Morales Rocha
Mucho ruido y pocas nueces podrían resumir los resultados hasta hoy alcanzados por el gobierno federal respecto del combate al crimen organizado.
Son lamentables, por cierto, las bajas de elementos del orden y la seguridad. Y ominosas las ejecuciones “quirúrgicas” que la rampante hampa ha perpetrado. Las muertes de aquellos que han caído en el cumplimiento del deber no pueden ser sólo estadística ¿Pero como acabar con la delincuencia organizada, sólo con leyes más severas y acciones militares?
CONSEJO DE SEGURIDAD
Vemos cada vez con más frecuencia las reuniones del “Consejo de Seguridad”. Se reúnen, discuten, comparten información y acuerdan acciones. Pero son al menos tres las cosas que faltan para que las acciones que se derivan de los acuerdos de ese Consejo sean eficaces:
1° Una estrategia integral-holística que incluya a los tres órdenes de gobierno.
2° Un solo mando de operaciones que incluya acciones coordinadas entre los tres órdenes de gobierno y la ciudadanía.
3° Y la inclusión del que debiera ser el miembro más importante del Consejo: el Secretario de Hacienda. Para fortalecer la acción de la justicia (cerrar la pinza de esa acción).
El narcotráfico al fin de cuentas y de manera quizás fría, aunque no irresponsable ni insensible, es un asunto de “negocios” que opera al margen de la ley.
COLOMBIANIZACIÓN ¿A LA MEXICANA O A LA NORTEAMERICANA?
Es evidente que México está siguiendo la estrategia norteamericana del combate al narcotráfico aplicada en Colombia.
En Colombia, muchas bajas, algunos resultados, pero ni remotamente cercana la solución.
¿Pero por qué los EUA le han metido tanta lana a la capacitación y asesoría militar? ¿Por qué han emprendido acciones de inteligencia militar conjuntas? ¿Por qué le invierten tanto al contra-ataque y tan poco a la prevención?
Pareciera ser un contrasentido o al menos una estrategia de solución no completa ni integral. Lo que si es evidente, que utilizan la estrategia militar israelí: “ninguna acción en mi territorio; todo el combate en el territorio del enemigo” ¿Qué acaso no Colombia y México han sido socios y amigos de los EUA? ¿O sólo traspatios? Y aunque no enemigos, ¿vecinos incómodos y hasta indeseables?
Un doble discurso y una doble moral son esgrimidos por las autoridades norteamericanas con la complacencia y/o indiferencia de la sociedad de ese país. Pareciera ser que lo único que les importa a los poderosos intereses económicos y a las autoridades hacendarias de nuestro vecino del norte es el “business” (y las contribuciones que se puedan generar). Pero como no les es negocio y peor aún, como de eso no recaudan nada, entonces hay inquietud, incomodidad y no hay acuerdo. Pareciera ser que lo que menos interesa es el consumo, las consecuencias y las vidas que cobra como resultado del abuso, de las pasiones y ansias que desata, de los ajustes de cuentas (entre ellos, contra sus competidores y como venganza a policías y/o autoridades por “chivas” y por traicionar su confianza). Amén de las bajas: autoridades, policías y militares que en el cumplimiento de su deber pierden lamentablemente la vida, pero en los países “amigos”.
Y debido a que no han podido “controlar” ni financiera ni hacendariamente los “negocios” del narcotráfico, han ido a otras latitudes para hacerse de sus “recursos” e introducir al mercado norteamericano y mundial “nuevas drogas” como el “hashies”.
Eso explica en parte la ocupación de Afganistán. Y digo en parte porque la otra parte es el petróleo. Y es claro, al revisar las cifras que arrojan las estadísticas de consumo de “piedra” (del otro lado): se ha reducido. Y se ha reducido por al menos dos razones básicas: el bloqueo (decomiso) por parte de México y porque la moda son otras drogas ¿hashies?
PLAN MÉRIDA
El Plan Mérida no es otra cosa que “hacer la voluntad de Dios en los bueyes de mi compadre”. Los americanos no dan cualquier cosa a cambio de nada ¿Qué será lo que está detrás, lo oculto, lo que no se ve, lo que no se dice, lo que no se exhibe… lo que no se percibe?
PUERTORICONIZACIÓN
Dos cosas preocupan y ocupan a los intereses del poderoso del norte. Y ambas cosas tienen que ver con dinero: las drogas y el petróleo. EUA pareciera querer repetir el mismo esquema que aplicó a la Isla del encanto; esto es, hacer con México como hizo con Puerto Rico: un estado “libre” y asociado. En pocas palabras, quieren el petróleo de México, pero no quieren a los mexicanos del otro lado de la frontera. Quieren sus riquezas pero no a los “dueños” de la riqueza. Y si no, ¿como explicar el muro entre nuestra frontera y la de ellos? ¿Cómo explicar el incremento de las deportaciones y las muestras de racismo contra el país “amigo y socio” del sur? ¿Y como explicar la urgencia de aprobar la “reforma energética”?
Quieren hacerse de nuestra palanca de desarrollo (de nuestros recursos petrolíferos), quizás para abonar a la deuda económica y moral que tienen contraída con el estado soberano de Israel. Que en cuanto a dinero, ese adeudo supera 20 veces toda la deuda que los países latinoamericanos tienen con EUA. Quizás eso también explique el debilitamiento del dólar frente al euro. Pareciera que los EUA quisieran hacerse de más territorios con que garantizar sus obligaciones financieras.
México ¿estado libre y asociado de los EUA?... no suena mal, pero sí desproporcionado y hasta perverso.
EN RESUMIDAS CUENTAS
1.- En cuanto al narcotráfico diremos: se podrá ejercer acción legal, policial y militar contra la delincuencia organizada; y se podrán realizar decomisos; pero mientras no se cierre el acceso al sistema financiero y mientras puedan continuar lavando dinero sucio con impunidad, su capacidad de financiación de actividades delincuenciales, adquisición de armamentos, contratación de sicarios y de coptación de conciencias seguirá intacta y por lo mismo su capacidad de continuar realizando “negocios”.
Es evidente que hay muchos intereses involucrados. Quizá por eso la estrategia es incompleta. Quizá por eso no sea integral y por lo mismo un problema insoluble.
La delincuencia organizada sabe que la acción de la justicia, al menos en México, es deficiente, lenta, corrupta y en la mayoría de los casos improbable. Debido a lo anterior, la “estrategia” de combate si no incluye la “purificación” del ministerio público y de los cuerpos policíacos; y si excluye a la banca nacional e internacional, entonces, el combate seguirá siendo “frontal”: con muchas bajas y pocos resultados.
Para el crimen súper-organizado la captura y/o baja de sus alfiles y peones significa poco menos que nada. Metafóricamente hablando, a cualquiera le duele más una patada en el bolsillo que en las partes nobles. Los decomisos se sienten, pero en el resultado final no impactan. Se necesita abatir la impunidad, cancelar las cuentas bancarias y atrapar a los cabecillas; así como cercar a los autores intelectuales. Y sobre todo, no hacerles el juego sucio a los norteamericanos y mucho menos en nuestro territorio ¿Por qué no proponerles emprender una acción conjunta en su territorio? ¿No estaría nada mal? ¿Lo aceptarían? ¿Será posible?
Seguro estoy, que considerarían la propuesta como falta de respeto (indolencia) y falta de tacto diplomático. Argumentarían razones de “seguridad nacional”…
2.- En cuanto al petróleo diremos: Existe todo un plan doloso de cacharrización de la industria petrolera para justificar obsolescencia y riesgos.
Han jubilado y/o despedido a los mejores y más capacitados; a los más experimentados técnicos y operarios con el único fin de mermar la capacidad funcional en los procesos productivos y de la seguridad industrial de la paraestatal.
Han otorgado contratos multimillonarios a particulares; gente cercana a los de las altas esferas del poder. Contratos de obras y de servicios que PEMEX y los petroleros tienen capacidad de atender o ¿cómo explicar que las mismas firmas nacionales e internacionales contraten a los técnicos, operarios y especialistas de PEMEX (jubilados y/o en servicio) para solventar los contratos contraídos con las Subsidiarias (PEMEX)?
Por otro lado, el sindicato charro-corrupto se mueve en la total impunidad, en contubernio y a espaldas de sus agremiados. Traicionando su confianza y representatividad. Echa mano de los recursos multimillonarios ajenos para apoyar las campañas políticas del Revolucionario Institucional. Han enmudecido en la defensa de los legítimos intereses de los petroleros, saqueando; y permitiendo el saqueo a través de sus protegidos (compadres, ahijados, allegados y recomendados); y a través de privados que han venido a ocupar espacios y materia de trabajo que no les corresponden: ni por capacidades ni por ley.
A estos dos asuntos de SEGURIDAD NACIONAL: Combate al narcotráfico por medio de los recursos de los EUA (Plan Mérida) y a la encubierta venta (PRI-vatización) de PEMEX, dígase “Reforma Energética”; es a lo que se conoce como la “colombianización de México” y “puertoriconización de México”, respectivamente.
Mucho ruido y pocas nueces podrían resumir los resultados hasta hoy alcanzados por el gobierno federal respecto del combate al crimen organizado.
Son lamentables, por cierto, las bajas de elementos del orden y la seguridad. Y ominosas las ejecuciones “quirúrgicas” que la rampante hampa ha perpetrado. Las muertes de aquellos que han caído en el cumplimiento del deber no pueden ser sólo estadística ¿Pero como acabar con la delincuencia organizada, sólo con leyes más severas y acciones militares?
CONSEJO DE SEGURIDAD
Vemos cada vez con más frecuencia las reuniones del “Consejo de Seguridad”. Se reúnen, discuten, comparten información y acuerdan acciones. Pero son al menos tres las cosas que faltan para que las acciones que se derivan de los acuerdos de ese Consejo sean eficaces:
1° Una estrategia integral-holística que incluya a los tres órdenes de gobierno.
2° Un solo mando de operaciones que incluya acciones coordinadas entre los tres órdenes de gobierno y la ciudadanía.
3° Y la inclusión del que debiera ser el miembro más importante del Consejo: el Secretario de Hacienda. Para fortalecer la acción de la justicia (cerrar la pinza de esa acción).
El narcotráfico al fin de cuentas y de manera quizás fría, aunque no irresponsable ni insensible, es un asunto de “negocios” que opera al margen de la ley.
COLOMBIANIZACIÓN ¿A LA MEXICANA O A LA NORTEAMERICANA?
Es evidente que México está siguiendo la estrategia norteamericana del combate al narcotráfico aplicada en Colombia.
En Colombia, muchas bajas, algunos resultados, pero ni remotamente cercana la solución.
¿Pero por qué los EUA le han metido tanta lana a la capacitación y asesoría militar? ¿Por qué han emprendido acciones de inteligencia militar conjuntas? ¿Por qué le invierten tanto al contra-ataque y tan poco a la prevención?
Pareciera ser un contrasentido o al menos una estrategia de solución no completa ni integral. Lo que si es evidente, que utilizan la estrategia militar israelí: “ninguna acción en mi territorio; todo el combate en el territorio del enemigo” ¿Qué acaso no Colombia y México han sido socios y amigos de los EUA? ¿O sólo traspatios? Y aunque no enemigos, ¿vecinos incómodos y hasta indeseables?
Un doble discurso y una doble moral son esgrimidos por las autoridades norteamericanas con la complacencia y/o indiferencia de la sociedad de ese país. Pareciera ser que lo único que les importa a los poderosos intereses económicos y a las autoridades hacendarias de nuestro vecino del norte es el “business” (y las contribuciones que se puedan generar). Pero como no les es negocio y peor aún, como de eso no recaudan nada, entonces hay inquietud, incomodidad y no hay acuerdo. Pareciera ser que lo que menos interesa es el consumo, las consecuencias y las vidas que cobra como resultado del abuso, de las pasiones y ansias que desata, de los ajustes de cuentas (entre ellos, contra sus competidores y como venganza a policías y/o autoridades por “chivas” y por traicionar su confianza). Amén de las bajas: autoridades, policías y militares que en el cumplimiento de su deber pierden lamentablemente la vida, pero en los países “amigos”.
Y debido a que no han podido “controlar” ni financiera ni hacendariamente los “negocios” del narcotráfico, han ido a otras latitudes para hacerse de sus “recursos” e introducir al mercado norteamericano y mundial “nuevas drogas” como el “hashies”.
Eso explica en parte la ocupación de Afganistán. Y digo en parte porque la otra parte es el petróleo. Y es claro, al revisar las cifras que arrojan las estadísticas de consumo de “piedra” (del otro lado): se ha reducido. Y se ha reducido por al menos dos razones básicas: el bloqueo (decomiso) por parte de México y porque la moda son otras drogas ¿hashies?
PLAN MÉRIDA
El Plan Mérida no es otra cosa que “hacer la voluntad de Dios en los bueyes de mi compadre”. Los americanos no dan cualquier cosa a cambio de nada ¿Qué será lo que está detrás, lo oculto, lo que no se ve, lo que no se dice, lo que no se exhibe… lo que no se percibe?
PUERTORICONIZACIÓN
Dos cosas preocupan y ocupan a los intereses del poderoso del norte. Y ambas cosas tienen que ver con dinero: las drogas y el petróleo. EUA pareciera querer repetir el mismo esquema que aplicó a la Isla del encanto; esto es, hacer con México como hizo con Puerto Rico: un estado “libre” y asociado. En pocas palabras, quieren el petróleo de México, pero no quieren a los mexicanos del otro lado de la frontera. Quieren sus riquezas pero no a los “dueños” de la riqueza. Y si no, ¿como explicar el muro entre nuestra frontera y la de ellos? ¿Cómo explicar el incremento de las deportaciones y las muestras de racismo contra el país “amigo y socio” del sur? ¿Y como explicar la urgencia de aprobar la “reforma energética”?
Quieren hacerse de nuestra palanca de desarrollo (de nuestros recursos petrolíferos), quizás para abonar a la deuda económica y moral que tienen contraída con el estado soberano de Israel. Que en cuanto a dinero, ese adeudo supera 20 veces toda la deuda que los países latinoamericanos tienen con EUA. Quizás eso también explique el debilitamiento del dólar frente al euro. Pareciera que los EUA quisieran hacerse de más territorios con que garantizar sus obligaciones financieras.
México ¿estado libre y asociado de los EUA?... no suena mal, pero sí desproporcionado y hasta perverso.
EN RESUMIDAS CUENTAS
1.- En cuanto al narcotráfico diremos: se podrá ejercer acción legal, policial y militar contra la delincuencia organizada; y se podrán realizar decomisos; pero mientras no se cierre el acceso al sistema financiero y mientras puedan continuar lavando dinero sucio con impunidad, su capacidad de financiación de actividades delincuenciales, adquisición de armamentos, contratación de sicarios y de coptación de conciencias seguirá intacta y por lo mismo su capacidad de continuar realizando “negocios”.
Es evidente que hay muchos intereses involucrados. Quizá por eso la estrategia es incompleta. Quizá por eso no sea integral y por lo mismo un problema insoluble.
La delincuencia organizada sabe que la acción de la justicia, al menos en México, es deficiente, lenta, corrupta y en la mayoría de los casos improbable. Debido a lo anterior, la “estrategia” de combate si no incluye la “purificación” del ministerio público y de los cuerpos policíacos; y si excluye a la banca nacional e internacional, entonces, el combate seguirá siendo “frontal”: con muchas bajas y pocos resultados.
Para el crimen súper-organizado la captura y/o baja de sus alfiles y peones significa poco menos que nada. Metafóricamente hablando, a cualquiera le duele más una patada en el bolsillo que en las partes nobles. Los decomisos se sienten, pero en el resultado final no impactan. Se necesita abatir la impunidad, cancelar las cuentas bancarias y atrapar a los cabecillas; así como cercar a los autores intelectuales. Y sobre todo, no hacerles el juego sucio a los norteamericanos y mucho menos en nuestro territorio ¿Por qué no proponerles emprender una acción conjunta en su territorio? ¿No estaría nada mal? ¿Lo aceptarían? ¿Será posible?
Seguro estoy, que considerarían la propuesta como falta de respeto (indolencia) y falta de tacto diplomático. Argumentarían razones de “seguridad nacional”…
2.- En cuanto al petróleo diremos: Existe todo un plan doloso de cacharrización de la industria petrolera para justificar obsolescencia y riesgos.
Han jubilado y/o despedido a los mejores y más capacitados; a los más experimentados técnicos y operarios con el único fin de mermar la capacidad funcional en los procesos productivos y de la seguridad industrial de la paraestatal.
Han otorgado contratos multimillonarios a particulares; gente cercana a los de las altas esferas del poder. Contratos de obras y de servicios que PEMEX y los petroleros tienen capacidad de atender o ¿cómo explicar que las mismas firmas nacionales e internacionales contraten a los técnicos, operarios y especialistas de PEMEX (jubilados y/o en servicio) para solventar los contratos contraídos con las Subsidiarias (PEMEX)?
Por otro lado, el sindicato charro-corrupto se mueve en la total impunidad, en contubernio y a espaldas de sus agremiados. Traicionando su confianza y representatividad. Echa mano de los recursos multimillonarios ajenos para apoyar las campañas políticas del Revolucionario Institucional. Han enmudecido en la defensa de los legítimos intereses de los petroleros, saqueando; y permitiendo el saqueo a través de sus protegidos (compadres, ahijados, allegados y recomendados); y a través de privados que han venido a ocupar espacios y materia de trabajo que no les corresponden: ni por capacidades ni por ley.
A estos dos asuntos de SEGURIDAD NACIONAL: Combate al narcotráfico por medio de los recursos de los EUA (Plan Mérida) y a la encubierta venta (PRI-vatización) de PEMEX, dígase “Reforma Energética”; es a lo que se conoce como la “colombianización de México” y “puertoriconización de México”, respectivamente.
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