Estás Enriqueta insoportable
Ahora que has logrado traspasar el ojo de una aguja
Mírate bien, de ese lado encontrarás los cristales opacos
Cuántas veces montaste la farsa del orgasmo?
Cuántos gritos huecos fueron llenados?
El vestido tiene vida y tu lengua apunta al cielo
No hay hilo que sostenga palabras desveladas
No hay amanecer sin sabor a cobre
No hay ilusión sin olor engaño
Te acercas para ofrecerme un trozo de calle
Para mostrarme lo que será una mordida
Y eres tan glacial en tu añeja sorpresa
Que mi mano le teje una habitación a tus ganas
Estás Enriqueta insoportable
Ahora que has puesto la otra mejilla
Y que amas a tus prójimos en el desenfreno del látex
¡Véngase mi puta de hielo!
Que tuyo será el reino de los ciegos.
Miguel Camín
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