Por Juan Fernando Perdomo*
Muchas personas han buscado explicación a su “mala suerte”.
Mala suerte en su relación familiar. Mala suerte en sus proyectos. Mala suerte en los negocios. Mala suerte en la VIDA.
En la charla llamada “ÉXITO”, que vengo dando desde hace ya más de diez años, tengo una filmina que dice que, para lograr este ÉXITO se requiere, también, de “¿SUERTE?”. Y, precisamente viene entre signos de admiración. Es una pregunta.
Es que alguien dijo que las oportunidades ahí están,… pero muchas veces no las podemos ver. ¡Y ese es nuestro gran reto!
Digamos que vas de viaje. Utilizas el camión o el avión. Junto a ti va alguien que te saluda cordialmente, ya que será tu compañero o compañera de viaje durante una, dos o más horas. Tú sólo le respondes: ¡Buen día! Y decides que te dormirás en el camino.
No tienes el interés de conocer a otra persona. No quieres dialogar. Prefieres dormir a hacer una nueva amistad.
Está bien. Es tu decisión. ¡Pero aquí, tú decidiste tu SUERTE!
Tal vez quien va junto a ti es un potencial cliente; Tal vez es una persona que te va a relacionar con alguien a quien necesitas contactar; tal vez, en su charla, te hará una reflexión que te sirve para tomar una decisión importante; tal vez será alguien importante en tu vida; tal vez, sólo será una persona más…
¡Pero la oportunidad ahí está!
¿No me digas que no te ha pasado? En un viaje, una reunión, una fiesta,…
Te pregunto ¿Cuántas personas han encontrado un cliente? ¿Un socio? ¿Una amistad? ¿Una pareja? ¿La solución a un problema?... Dependiendo la decisión que tomes, será “TU SUERTE” en un evento.
Tengo muchas amistades que decidieron estudiar algún idioma, o computación, o algo de historia y, de repente, esa misma semana les aparece una oportunidad que deseaban y el requisito, casi por arte de magia, es el manejo de ese idioma, el manejo de ese programa de cómputo o esa información.¿Suerte?
A veces hacemos las cosas porque así las aprendimos, no porque entendamos a que se deben.
Me recuerdo una anécdota de una señora que hacía un exquisito filete al horno. Lo marinaba, lo sazonaba, y luego lo partía en dos, para meterlo al horno.
La hija les preguntaba a su mamá, si cortarlo en dos era lo que le daba el buen sabor, pero la mamá no supo responder más que: “Mi mamá lo ha hecho siempre así”.
La chica visitó a su abuela y le preguntó lo mismo, y obtuvo la misma respuesta: “Mi mamás lo ha hecho siempre así”.
Por suerte vivía la bisabuela quien, al preguntarle ¿Por qué partes en dos la carne?, respondió:
-“Cuando yo hacía ese platillo, mi horno era muy pequeño, así que tenía que partirlo en dos para que cupiera”
Esto, puede ser algo sin mayor importancia, pero en nuestro día a día hemos hecho y seguimos haciendo, muchas cosas, PORQUE SIEMPRE SE HAN HECHO ASÍ.
Alguien le llama COSTUMBRE. Alguien más, Ceguera de Taller, pero el no cuestionarnos en nuestra vida diaria, nuestro trabajo, nuestra relación de pareja,… ¿Por qué hacemos así las cosas? ¡Nos generará que sigamos teniendo los MISMOS RESULTADOS!
Si estamos teniendo Éxito, puede ser que no nos preocupe. Pero en momentos, como los que vive el mundo –un mundo globalizado, por cierto- hay que tener el dinamismo para ver que, si SEGUIMOS HACIENDO LAS COSAS COMO LAS ESTAMOS HACIENDO, SEGUIREMOS TENIENDO LOS MISMOS RESULTADOS QUE TENEMOS, y tal vez, muy seguramente, en la mayoría de los casos, eso es precisamente, ¡Lo que no queremos!
*Juan Fernando Perdomo es egresado del TEC DE MONTERREY
Servidor público, Empresario y Político (jperdomo@infosel.net.mx)
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