domingo, 28 de diciembre de 2008

En el cerro de San José, rechazan a las parejas de enamorados.



En el período de Alfredo Huerta León, a petición de los ciudadanos se construyeron las escalinatas del Cerro San José (Arteaga y Arista) , el proyecto implicó el diseño de escaleras y unas bancas colocadas en diferentes partes del tramo inclinado, a partir de esa fecha, los ciudadanos se reunían y algunas parejas acudían para dialogar y estrechar lazos de amistad, entre otros aspectos románticos.
Sin embargo, hay personas moralinas, habitantes de ese sector poblacional que no ven con buenos ojos el que los novios exhiban sus dotes eróticos y por lo tanto, colocaron aceite en las bancas, impidiendo con ello el que se puedan sentar en dichos sitios, de esta forma tan “sutil” corrieron a los hombres y mujeres que ya habían encontrado su nidito de amor.
La medida aunque efectiva, fue seriamente criticada por diversos sectores, quienes expresaron a este medio el porqué tuvieron que ser afectados de esa manera, ellos a diferencias de otros, solo acudían en las tardes a descansar y ahora, pues nadie puede hacer uso de las bancas construidas hace aproximadamente diez años, en la administración perredista.
Pidieron la presencia de una patrulla de la policía municipal, que haga sus rondines cotidianamente para que resguarde a dicho sector poblacional, así como del departamento de limpia pública, dado que es común ver montones de bolsas, botellas, plásticos, y toda clase de basura que dan mal aspecto a los tuxpeños y ya no se diga a los visitantes.
También plantearon la colocación de plantas, palmeras, que le den vida a dicho acceso que también puede servir para que los deportistas hagan ejercicio, fortalezcan el cuerpo y la mente sana, subiendo y bajando, practicando el atletismo. Los declarantes coincidieron en que se debe dar alternativas para que no sucedan actos bochornosos en estos lugares en los que acuden las familias, por ahí pasan niños, los hijos de los papas. En síntesis, explicaron que no hay porque tomar acciones tan radicales como manchar el patrimonio de todos con diesel, criticaron los hechos y señalaron que todos salieron perdiendo, porque ahora ni los novios, ni los infantes, nadie puede sentarse en esos sitios que fueron colocados para satisfacción de los pobladores.

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