viernes, 27 de febrero de 2009

RAZÓN DE ESTADO... ¿Y LAS REFORMAS ESTRUCTURALES A'PA?



Por RICARDO GAMBOA GUERRERO*
Cel: 044783-110-8737
rgamboagmx@hotmail.com

El pasado 17 de febrero se publicó en diarios locales, nacionales e internacionales la gran noticia de que diversas empresas internacionales certificaron a México la existencia de 139 mil millones de barriles de petróleo en la zona de Chicontepec, un yacimiento histórico para el país pero que no podrá ser explotado en el presente, según información de Petróleos Mexicanos (Pemex). Lo anterior supera por casi cuatro veces nuestro anterior “boom” petrolero denominado Cantarell – en honor a su descubridor, el pescador Rudesindo Cantarell- con una reserva original de 36 mil millones de barriles.
Desafortunadamente nuestro país no cuenta con la tecnología para extraer los hidrocarburos en Chicontepec. Se estima que para el año 2040, es decir, dentro de 31 años, el país podría desarrollar la infraestructura para sacar del subsuelo esta enorme riqueza. No olvidemos mencionar que este hallazgo colocaría a México en tercer lugar entre los países petroleros del mundo, sólo después de Arabia Saudita y de Canadá, y por arriba de Irán e Irak.
Pemex estima que los beneficios del proyecto están sustentados en el volumen de producción, los ingresos y las metas físicas en un primer horizonte de 15 años. La extracción de petróleo crudo y gas económicamente explotable (reserva probada) de Chicontepec en los próximos 15 años, le van a generar ingresos a Petróleos Mexicanos (Pemex) del orden de 2 billones 116 mil millones de pesos. De acuerdo con el calendario de producción del activo para el periodo 2009-2023, de esa cantidad aproximadamente 63% será destinado al pago de impuestos. De esta forma, Chicontepec estaría aportando al fisco un billón 340 mil millones de pesos en el periodo referido.
Lo anterior es una muy buena noticia para México, sin embargo no debemos olvidar que en nuestro país tendemos a repartir las ganancias de la vaca, sin siquiera haber comprado el animal ¿Por qué digo esto? Porque en el Congreso de la Unión se venia hablando de un tema de suma relevancia para el país como el de aprobar las reformas estructurales que le dieran viabilidad al mismo, esperemos que esta intención siga prevaleciente y no quede en el tintero como ocurrió en las XLVIII, XLIX y L Legislaturas (1970-1973), (1973-1976) y (1976-1979) que no aprobaron las entonces multimencionadas reformas estructurales por el dichoso “boom” petrolero que imperó en esa época con el descubrimiento de Cantarell.
A la larga al país le salió más caro “administrar la abundancia” al fincar su dependencia económica a un sector primario de la economía, como lo es el petróleo, que realizar reformas estructurales que dieran sustentabilidad administrativa al país.
Las y los diputados y senadores integrantes de esta LX legislatura –y próxima LXI- deben y deberán asumir el papel que la historia les asigna, no se dejen llevar por espejismos económicos. Hay que alejar la tentación de salidas fáciles que sólo fomentan y profundizan nuestra dependencia al petróleo, ¿no sería más sano y correcto buscar un mejor uso del gasto y tomar el toro por los cuernos en forma definitiva? Las reformas estructurales deben ser su objetivo, esto fortalecería a mediano y sobre todo a largo plazo nuestra economía que parece, ahora sí, estar prendida con tantos alfileres. Al fin y al cabo fueron elegidos para desempeñar leal y patrióticamente su cargo, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión, y si así no lo hicieren, que la Nación se los demande.
*Licenciado en Derecho por la UV, Maestría en Políticas Públicas por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).

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