Por Orlando Segura Hervert.
No hacen daño, nadie las ve, ahí están desde hace varios años, son unas bancas “sui géneris” porque a diferencia de otras, éstas las abandonaron en plena calle, a un costado se observan las patitas echas de cemento, obviamente nadie se sienta en ellas porque están al ras del suelo, salvo que se quiera practicar yoga o algo parecido, la gente ya se acostumbró, no les nota nada raro, se quejan, pero las consideran un mal menor, nadie ha dicho nada en torno a que afectan la imagen de la comunidad de Santiago de la Peña.
Varios ciudadanos piden que se quiten de ahí, pero a la hora de dar su nombre o tomarles la fotografía, evaden la cámara, solo comentan que la mejor prueba de la indiferencia hacia esa demarcación poblacional es que dicho material está desde hace diferentes trienios municipales, tirada en la calle Recreo.
Aunque reconocen el arribo de varias obras, plantean que lo mejor es separarse del municipio, ponen de ejemplo la Biblioteca, misma en la que se anunció la llegada de 6 computadoras, pero tal cuestión debe venir de reversa y de rodillas desde Xalapa, porque no aparecen, no hay nada en ese centro del saber, admiten que los beneficios están llegando pero a cuenta gotas.
En el parque, la basura está abandonada, señal de que el servicio de limpia pública no ha pasado por ese sitio desde hace varios días.
El fin de semana pasado, el Agente Municipal de aquella localidad, envió un oficio a la Dirección de Tránsito para que a su vez intervenga y quite los cabos que en forma anárquica los mismos vecinos colocaron como supuesta prevención de los excesos de velocidad de los automovilistas, por lo menos, dijeron aquí si hubo respuesta, esta mañana, efectuaron una revisión de diversos accesos de circulación vehicular y en fecha próxima, comenzarán a eliminar dichos obstáculos.
Los habitantes demandan más atención, obras de calidad para ese sector, no se conforman con lo que les han dado, a pesar de que se les ha contemplado en el rubro del ramo 033, combate a la pobreza.
No hacen daño, nadie las ve, ahí están desde hace varios años, son unas bancas “sui géneris” porque a diferencia de otras, éstas las abandonaron en plena calle, a un costado se observan las patitas echas de cemento, obviamente nadie se sienta en ellas porque están al ras del suelo, salvo que se quiera practicar yoga o algo parecido, la gente ya se acostumbró, no les nota nada raro, se quejan, pero las consideran un mal menor, nadie ha dicho nada en torno a que afectan la imagen de la comunidad de Santiago de la Peña.
Varios ciudadanos piden que se quiten de ahí, pero a la hora de dar su nombre o tomarles la fotografía, evaden la cámara, solo comentan que la mejor prueba de la indiferencia hacia esa demarcación poblacional es que dicho material está desde hace diferentes trienios municipales, tirada en la calle Recreo.
Aunque reconocen el arribo de varias obras, plantean que lo mejor es separarse del municipio, ponen de ejemplo la Biblioteca, misma en la que se anunció la llegada de 6 computadoras, pero tal cuestión debe venir de reversa y de rodillas desde Xalapa, porque no aparecen, no hay nada en ese centro del saber, admiten que los beneficios están llegando pero a cuenta gotas.
En el parque, la basura está abandonada, señal de que el servicio de limpia pública no ha pasado por ese sitio desde hace varios días.
El fin de semana pasado, el Agente Municipal de aquella localidad, envió un oficio a la Dirección de Tránsito para que a su vez intervenga y quite los cabos que en forma anárquica los mismos vecinos colocaron como supuesta prevención de los excesos de velocidad de los automovilistas, por lo menos, dijeron aquí si hubo respuesta, esta mañana, efectuaron una revisión de diversos accesos de circulación vehicular y en fecha próxima, comenzarán a eliminar dichos obstáculos.
Los habitantes demandan más atención, obras de calidad para ese sector, no se conforman con lo que les han dado, a pesar de que se les ha contemplado en el rubro del ramo 033, combate a la pobreza.
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