Por: Tere de Jesús…
Un viaje que planeaba una familia tuxpeña, sería de lo más divertido en las instalaciones del parque temático de la Cumbre Tajín, se vio interrumpido por la corrupción de la Policía Federal Preventiva, pues mientras se trasladaban en su vehículo por la carretera a Poza Rica, fueron intervenidos por dos elementos de la PFP en su respectiva patrulla con placas 13037, ya que la unidad de la familia carecía de placas traseras.
El propietario del automóvil mostró el permiso obtenido en Hacienda del Estado y todos los documentos de este, dentro de los que se encontraba un acta en donde el anterior propietario de carro lo había reportado como robado, pero contando también con el otro documento en donde la persona daba de baja esa denuncia.
Pese a estas pruebas los elementos de la Policía Federal insistieron en que era robado el carro y que si no querían ser detenidos tenían que pagarles a ellos la módica cantidad de tres mil quinientos pesos y debido a que él conductor se negó a pagar la cantidad solicitada, fueron trasladados al ministerio público del municipio de Tihuatlan.
El joven automovilista Guillermo Martínez fue ingresado en las celdas de la policía local del municipio mencionado, pese a que el personal del Ministerio brillaba por su ausencia y los documentos del automotor no eran revisados aun por ningún representante de esta dependencia.
Tras una hora de espera hizo acto de presencia la licenciada Martha Elva, cuyo apellido no proporcionó y con el cargo al parecer de oficial primero en dicha agencia y después de revisar la documentación simplemente explico que efectivamente los papeles eran claros en muchos aspectos, pero que en el sistema interno de la dependencia el carro seguía apareciendo como robado y que sin duda alguna se trataba de un error administrativo de la agencia en donde se interpuso y se dio de baja la denuncia, pero que era de vital importancia que se arreglara esta situación. Posteriormente le señalo a la familia que el carro cuya marca es Chrysler Shadow, permanecería en el corralón de la ciudad de Poza Rica, otorgando un plazo corto de tiempo para que se arreglara la baja de la denuncia de robo en la agencia del ministerio por parte del propietario; para después cambiar de opinión y solicitar a los familiares de Guillermo Martínez, la cantidad de cinco mil pesos que según ella repartiría entre el jefe y algunos periodistas para que la foto y la nota del joven no aparecieran en los diarios; trato que no fue cumplido pues fue exhibido injustamente en conocido diario de circulación regional el pasado lunes.
Esta situación fue causa de indignación entre la familia de tuxpeños, quienes tuvieron que pagar esa cantidad a los corruptos trabajadores de la agencia del ministerio publico de Tihuatlan.
Cabe mencionar que este tipo de situación, pone en entre dicho la supuesta honestidad que anuncia el subprocurador de justicia en la zona respecto a sus trabajadores; así como también la actitud de los elementos de la Policía Federal Preventiva, Habla sin duda pésimo del trabajo de dicha dependencia, pues todo indica que con ellos todo se mueve con ciertas cantidades, dejando de lado sus verdaderos compromisos con la sociedad
Ante estas situaciones solo se espera que los jefes de dichas corporaciones tomen cartas en el asunto y analicen la calidad de trabajadores con las que cuentan.
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