lunes, 7 de diciembre de 2009

TIENDA DE RAYA...


Por: Imelda Torres Sandoval
jurisagro@yahoo.com.mx

"Se traiciona a los amigos y se olvidan las ideas"

Para la mayoría de los políticos innovadores y modernos, el agrarismo es ya una pieza de museo. Y el 28 de noviembre es una fecha que los tiene sin cuidado. En esta fecha, un 28 de Noviembre de 1911, Emiliano Zapata desconoce al "prócer" de la Revolución Mexicana Pablo Emilio Madero como como Presidente del recien instaurado gobierno revolucionario. Al reclamarle Zapata a Madero, ya instalado en Palacio Nacional, que cumpla con el principal postulado de la lucha campesina, el reparto de tierras, Madero se encogió de hombros y le dijo: Yo no prometí aquello en en el Plan de San Luis. Por eso Zapata le acusa de traidor a la causa revolucionaria del Sur, y se vuelve en armas contra él.
Dos anécdotas quiero resaltar de este hecho histórico: El Plan de Ayala obedece su nombre al municipio donde nació Emiliano Zapata Salazar: Villa de Ayala, Morelos, en el cual se ubica el pueblo de Anenecuilco, lugar de residencia de la Familia Zapata; sin embargo, el Plan de Ayala fue firmado en Ayoxustla, Puebla. La otra anécdota se refiere a que, una vez firmado el Plan de Ayala por Zapata, éste arengó a sus correligionarios: ¡Qué pase a firmar el que no tenga miedo! .

Una cuestión muy debatida por los historiadores es acerca de la autoría del Plan de Ayala. Muchos coinciden en señalar que Zapata fue un hombre muy valiente y tenaz, pero carente de intelecto e ideología suficiente para formular un documento de la profundidad ideológica que refleja el Plan de Ayala. Y la pluma apunta hacia el Profr. Otilio Montayo, maestro rural reconocido como hombre muy cercano a Zapata. Poco se sabe o se escribe de este personaje pero hay datos que son relevantes: Otilio Montaño fue fusilado por los propios zapatistas, encabezados por Manuel Palafox y Antonio Soto y Gama en 1917, ¡acusado de traicionar la causa campesina!

A partir de la muerte de Montaño, al extenderse la noticia en los campamentos revolucionarios, cunde la decepción entre los elementos zapatistas. Muchos jefes, por ello, se rindieron al carrancismo.
Después de la muerte de Lorenzo Vázquez, Francisco Pacheco y Otilio Montaño, ya no hubo confianza. Si Zapata fusilaba a lo más significado de sus generales, ¿Qué podrían esperar los demás?
A Zapata lo perdieron el egoísmo y las ambiciones desmedidas de los "Intelectuales" capitalinos que lo rodearon en los últimos años. Gracias a sus intrigas, la Revolución Suriana fué perdiendo a sus mejores hombres y menguando sus filas.

Lecciones de la Historia que nos deben servir de reflexión:
¿Por qué seguimos luchando por la libertad y la independencia de México si ya llevamos dos revoluciones fraticidas?
Busquemos en la Historia de México la respuesta.

Usted apreciable lector, ¿Qué opina?
Hasta la próxima.

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