lunes, 21 de diciembre de 2009

TIENDA DE RAYA....


Por: Imelda Torres Sandoval
jurisagro@yahoo.com.mx

Sueño ¿o quimera? bolivariana...

Simón Bolivar, nacido en Caracas, Venezuela el 24 de julio de 1783 en el seno de una familia criolla, ha sido llamado por la Historia El Libertador de las Américas, título ganado por su lucha por la Independenncia de la Corona Española de los Virreinatos y territorios que actualmente constituyen las naciones de Venezuela, Colombia, Bolivia, Ecuador y Panamá.

Simón Bolivar, instruído en las ideas liberales nacidas de la Revolución Francesa, llegó a convertirse en el principal dirigente de la guerra por la independencia de las colonias hispanoamericanas y dió sustento ideológico al movimiento con sus propios escritos y discursos.
En 1810 se unió a la revolución independentista que estalló en Venezuela, pero el fracaso de aquella intentona le obligó a huir del país en 1812; tomó entonces las riendas del movimiento, lanzando desde Cartagena de Indias un manifiesto que incitaba de nuevo a la rebelión, corrigiendo los errores cometidos en el pasado (1812).
En 1813 lanzó una segunda revolución, que entró triunfante en Caracas, de ese momento data la concesión por el Ayuntamiento del título de Libertador.
Sin embargo, hubo una nueva reacción realista, bajo la dirección de Morillo y Bobes, que reconquistaron el país para la Corona española, expulsando a Bolívar a Jamaica (1814-15); pero éste realizó una tercera revolución entre 1816 y 1819, que le daría el control del país.
Bolívar soñaba con formar una gran confederación que uniera a todas las antiguas colonias españolas de América, inspirada en el modelo de Estados Unidos. Por ello, no satisfecho con la liberación de Venezuela, cruzó los Andes y venció a las tropas realistas españolas en la batalla de Boyacá (1819), que dio la independencia al Virreinato de Nueva Granada, la actual Colombia.
Reunió entonces un Congreso en Angostura (1819), que elaboró una Constitución para la nueva República de Colombia, que englobaba lo que actualmente son Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá; él mismo fue elegido presidente de esta “Gran Colombia”. Luego liberó la Audiencia Quito (actual Ecuador) en unión de Sucre, tras imponerse en la batalla de Pichincha en 1822.
En 1824 obtuvo la más decisiva de sus victorias en la batalla de Ayacucho, que determinó el fin de la presencia española en Perú y en toda Sudamérica. Los últimos focos realistas del Alto Perú fueron liquidados en 1825, creándose allí la República de Bolívar (actual Bolivia).
Bolívar, presidente ya de Colombia (1819-30), lo fue también de Perú (1824-26) y de Bolivia (1825-26), implantando en estas dos últimas Repúblicas un modelo constitucional llamado “monocrático”, con un presidente vitalicio y hereditario.
Sin embargo, los éxitos militares de Bolívar no fueron acompañados por logros políticos comparables. Su tendencia a ejercer el poder de forma dictatorial despertó muchas reticencias; y el proyecto de una gran Hispanoamérica unida chocó con los sentimientos particularistas de los antiguos virreinatos, audiencias y capitanías generales del imperio español, cuyas oligarquías locales acabaron buscando la independencia política por separado.
Así fracasó el Congreso continental que Bolívar convocó en Panamá en 1826 para dar forma a su proyecto de confederación de naciones hispanoamericanas, al que sólo asistieron representantes de cuatro países: Colombia, Perú, México y Guatemala.

El sueño de Bolivar inspiró a Fidel Castro y Hugo Chávez, quienes el 14 de diciembre de 2004 formaron la Alternativa Bolivariana para las Américas, en contraposición con el Área de Libre Comercio de las Américas, propuesta por Estados Unidos. En su última cumbre, celebrada el 14 de dieciembre de este año en la Habana, Cuba, la Alternativa Bolivariana para las Américas se transformó en el ALBA, alianza formada por nueve países y autodefinida como "antiimperialista" y que busca su integración con base en la comercialización del petróleo venezolano y las misiones médicas y culturales de Cuba,

Los países miembros del ALBA, Cuba, Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Bolivia, Honduras, Islas Dominica, Islas Barbados, San Vicente y Granaditas, buscan su integración económica, política y cultural a través de "Proyectos Grannacionales" en oposición a los "Proyectos transnacionales" y los "Tratados de Comercio de los Pueblos", contrarios a los "Tratados de Libre Comercio" promovidos por la economía neoliberal estadounidense, principalmente.
Los proyectos grannacionales, que buscan crear empresas, abarcan todas las áreas: finanzas, energía, salud, cultura, educación, turismo, ciencia, tecnología, infraestructura, formación profesional, alimentación, telecomunicaciones, industria y ambiente. Los más significativos son el Banco del ALBA; el ALBAMED para el comercio y producción de medicamentos; los planes de alfabetización con el método cubano "Yo sí puedo"; y el cultural, con ediciones de libros y promoción de artes. El ALBA se propone erradicar el analfabetismo en Venezuela, Nicaragua y Bolivia y llevar a cabo cirugías ópticas gratuitas a 1,5 millones de personas en la Operación Milagro, adeás de apoyar la formación de 2.100 médicos (de forma gratuita) en la Escuela Latinoamericana de Medicina fundada en Cuba.
Uno de los resultados de la última Cumbre del Alba en la Habana, Cuba fue la creación del sucre para liberarse del "yugo del dolar como moneda de intercambio comercial" e inicialmente tendrá una existencia virtual, pero aspira a convertirse en moneda común como el euro.
Aunque el ALBA solo agrupa una población de 75.3 millones de personas y su peso económico no es muy importante ya que solo abarca, de forma conjunta, un PIB de 540,000 millones de dolares, de los cuales a Venezuela le corresponden 380,000 millones, bien dice el dicho que no hay enemigo pequeño.

Y México, ¿se sumará al sueño bolivariano o seguirá siendo comparsa y patio trasero de Estados Unidos?
Usted apreciable lector ¿Qué opina?
Hasta la próxima.

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