No se si desde siempre pero, ahora más que nunca, se observa una extrema simplificación sobre los escenarios políticos de Veracruz. Todo mundo sabe qué va a pasar con los aspirantes a la gubernatura y a los ayuntamientos; desde el analista, pasando por el columnista, hasta el ciudadano en general señala el destino y el acomodo de cada personaje con tal seguridad que, poco a poco, nos vamos envolviendo en un ambiente donde, de acuerdo a esos agoreros, ya no habrá novedades y todo está escrito. Cada vez cuesta más trabajo distinguir entre el análisis y la propaganda, pues domina la vulgarización casi absoluta.
No sin cierto rubor me permito brincarme esa regla. Creo que las cosas son un poquito más complejas, que es bastante obvio que se van a perfilar tres grandes candidaturas al gobierno de Veracruz, en virtud de su propia fuerza y en un muy sano propósito de que haya equilibrios, sin fatal polarización y en una perspectiva no bipartidista.
Cada elección ocurre en un momento distinto, con una sociedad en determinado estado de ánimo y produce sus propias reglas, escritas o no. Son las enseñanzas que nos han dejado elecciones emblemáticas como las presidenciales del ‘88, 2000 y 2006, así como las locales del ’97 y el 2004. Al ser esta elección de gobernador mucha de sus tendencias giran en torno a la figura principal que es el candidato a ese cargo. Un aspirante fuerte jala al resto de sus candidatos; al contrario, uno débil los hunde. Recuérdense los casos recientes de Fox, Labastida y Cárdenas en el 2000 y de Madrazo y López Obrador en el 2006. Esas son reglas aplicables a la elección veracruzana.
Me parece que la competencia va a ser real, que para nadie será un paseo y que, más o menos, el escenario puede ser de tres tercios, cada uno ubicado en una de las tres líneas de pensamiento más distinguibles: derecha, centro e izquierda.
De los tres seguros candidatos a la gubernatura anoto lo siguiente: en este momento Javier Duarte, puede llevar una delantera que perderá si mantiene una línea tradicional, de triunfalismo y exclusión, si no resuelve adecuadamente los dilemas que ya tiene en los municipios y si no logra remontar la percepción de ser un candidato débil por si mismo. Si esto último se llega a dar el descenso puede ser tan veloz como el viaje de una bola de nieve que, en cuestión de días, los puede llevar a un escenario de colapso. De Miguel Ángel Yunes, creo que es un candidato competitivo, al que mucho ayudan sus adversarios, y quién más que apostarle a su propio partido, estará pensando en las divisiones del PRI y en la operación de los programas federales; de todas formas, si no supera algunos de sus problemas de percepción puede estancarse en un techo absolutamente insuficiente para aspirar a obtener la mayoría. Dante Delgado, tiene la ventaja de ser muy conocido, esta nueva oportunidad es algo a lo que tiene derecho; además de ser competitivo me parece que llena un hueco que el PRD no supo o no pudo ocupar; me parece legítimo la aspiración de Dante y puede perfilar una propuesta de izquierda para Veracruz, por lo tanto distintas a las del PRI y el PAN; en ese sentido se requiere claridad sobre las ideas, los medios y las metas que puede enarbolar el que será casi seguro candidato de la Coalición de izquierda.
En el caso de Xalapa, cuya importancia política está de más destacar, me parece indispensable que se articule la coalición municipal de la izquierda, donde estén el PRD, Convergencia y el PT. Deben presentarse tres proyectos de gobierno perfectamente distinguibles. Que nos digan el PAN y el PRI cómo van a dirigir los destinos de Xalapa, como igual nosotros seremos muy claros en el diagnóstico y las soluciones para este traqueteado municipio.
Recadito: Conferencia: “Diagnóstico sobre Xalapa”, Doctor Rafael Vela Martínez, 17 de Marzo, 18:00 horas, Café “Tierra Luna”.
No sin cierto rubor me permito brincarme esa regla. Creo que las cosas son un poquito más complejas, que es bastante obvio que se van a perfilar tres grandes candidaturas al gobierno de Veracruz, en virtud de su propia fuerza y en un muy sano propósito de que haya equilibrios, sin fatal polarización y en una perspectiva no bipartidista.
Cada elección ocurre en un momento distinto, con una sociedad en determinado estado de ánimo y produce sus propias reglas, escritas o no. Son las enseñanzas que nos han dejado elecciones emblemáticas como las presidenciales del ‘88, 2000 y 2006, así como las locales del ’97 y el 2004. Al ser esta elección de gobernador mucha de sus tendencias giran en torno a la figura principal que es el candidato a ese cargo. Un aspirante fuerte jala al resto de sus candidatos; al contrario, uno débil los hunde. Recuérdense los casos recientes de Fox, Labastida y Cárdenas en el 2000 y de Madrazo y López Obrador en el 2006. Esas son reglas aplicables a la elección veracruzana.
Me parece que la competencia va a ser real, que para nadie será un paseo y que, más o menos, el escenario puede ser de tres tercios, cada uno ubicado en una de las tres líneas de pensamiento más distinguibles: derecha, centro e izquierda.
De los tres seguros candidatos a la gubernatura anoto lo siguiente: en este momento Javier Duarte, puede llevar una delantera que perderá si mantiene una línea tradicional, de triunfalismo y exclusión, si no resuelve adecuadamente los dilemas que ya tiene en los municipios y si no logra remontar la percepción de ser un candidato débil por si mismo. Si esto último se llega a dar el descenso puede ser tan veloz como el viaje de una bola de nieve que, en cuestión de días, los puede llevar a un escenario de colapso. De Miguel Ángel Yunes, creo que es un candidato competitivo, al que mucho ayudan sus adversarios, y quién más que apostarle a su propio partido, estará pensando en las divisiones del PRI y en la operación de los programas federales; de todas formas, si no supera algunos de sus problemas de percepción puede estancarse en un techo absolutamente insuficiente para aspirar a obtener la mayoría. Dante Delgado, tiene la ventaja de ser muy conocido, esta nueva oportunidad es algo a lo que tiene derecho; además de ser competitivo me parece que llena un hueco que el PRD no supo o no pudo ocupar; me parece legítimo la aspiración de Dante y puede perfilar una propuesta de izquierda para Veracruz, por lo tanto distintas a las del PRI y el PAN; en ese sentido se requiere claridad sobre las ideas, los medios y las metas que puede enarbolar el que será casi seguro candidato de la Coalición de izquierda.
En el caso de Xalapa, cuya importancia política está de más destacar, me parece indispensable que se articule la coalición municipal de la izquierda, donde estén el PRD, Convergencia y el PT. Deben presentarse tres proyectos de gobierno perfectamente distinguibles. Que nos digan el PAN y el PRI cómo van a dirigir los destinos de Xalapa, como igual nosotros seremos muy claros en el diagnóstico y las soluciones para este traqueteado municipio.
Recadito: Conferencia: “Diagnóstico sobre Xalapa”, Doctor Rafael Vela Martínez, 17 de Marzo, 18:00 horas, Café “Tierra Luna”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario