lunes, 3 de mayo de 2010

TIENDA DE RAYA...


Mi estimado Orlando:

He terminado de leer un libro de Ernesto Sabato que me prestó nuestro amigo común Balta.
Su lectura me fué difícil, a pesar de su letra fácil. Los libros sobre memorias o biografías me aterran. Son consistenmente iguales: revelan los años difíciles de la mocedad, revuelta en pasiones y problemas existenciales, apuntan dolorosas crísis existenciales alrededor de los cuarenta años, y describen los últimos años, disfrutando tardecitas en jardines olorosos, acompañados de los seres más estoicos, a quienes lastimamos repetidamente en nuestras vaguedades e insoportables años de búsqueda de lo que nunca supimos que buscábamos.

Sin embargo, el libro de Sabato me gustó. Fundamentalmente, por dos cosas: una, por que el escritor argentino comparte mi pasión por los jóvenes, en quienes descubrimos la esperanza de recuperar el mundo perdido entre la razón y la tecnología. La otra, por que la final de este libro, llamado Antes del Fin, escríbe como epílogo una exhortación: hagámos un pacto entre derrotados. Sabato dirige este reclamo a los adolescentes, principalmente, y les advierte:

Si muchachos, la vida del mundo hay que tomarla como la tarea propia y salir a defenderla.
Es nuestra misión.
No cabe pensar que los gobiernos se van a ocupar. Los gobiernos han olvidado, casi podría decirse que en el mundo entero, que su fin es promover el bien común.
La solidaridad adquiere entonces un lugar decisivo en este mundo acéfalo que excluye a los diferentes. Cuando nos hagamos responsables del dolor del otro, nuestro compromiso nos dará un sentido que nos colocará por encima de la fatalidad de la historia.
Pero antes habremos de aceptar que hemos fracasado. De lo contrario volveremos a ser arrastrados por los profetas de la televisión, por los que buscan la salvación en la panacea del hiperdesarrollo. El consumo no es un sustituto del paraíso.
La situación es muy grave y nos afecta a todos. Pero, aún así, hay quienes se esfuerzan por no traicionar los valores. Millones de seres en el mundo sobreviven heroicamente en la miseria. Ellos son los mártires.

Terminé de leer el libro hoy, y después regresé a la computadora, para leer Vaxtuxpan antes de irme a la cama. Me encontré con tu desafortunada nota sobre el Gobierno Legítimo.
Me indigné compañero, por tu nota cómplice.
Y a partir de hoy, parafraseando a Sabato, te exhorto a cumplir nuestro Pacto entre Derrotados.
Por que si te vas a convertir en un Profeta del Internet, que nos muestre una falsa realidad, que maquille la miseria, habremos fracasado.
¿Cómo es posible que resaltes la presencia del "gobierno legítimo" en el Desfile del Primero de Mayo?
¿Por que no denuncias a quienes secuestraron y pervirtieron los principios del Gobierno Legítimo de López Obrador en Tuxpan? ¡Qué vergüenza!
¿Tú crees que los lectores que votaron por tí el 17 de abril no reconocieron en las filas del "gobierno legítimo" a los "maestros" Quirino, Eduardo Mayoral y Antonieta?
¿No fueron ellos los que se regodearon de ganar con corruptelas?
¿No la mayoría de los que desfilaron este primero de mayo protestando por el "mal gobierno", se arrastraron ante el poder municipal para desaparecerte en las urnas?

Andamos mal, mi querido amigo. Si renuncias así nomás al pacto, alla tú.
Yo prefiero esforzarme por no traicionar mis valores.
Y a pesar del embate, seguiré siendo una derrotada.
La derrota cansa pero la sumisión envilece.
Con un abrazo solidario.
Te quiere:
Ime.

No hay comentarios: