martes, 18 de enero de 2011

¡NO MÁS SANGRE!


Por Uriel Flores Aguayo
urielfloresaguayo@hotmail.com

Sencillo pero contundente nombre con el que dio inicio el diez de enero una campaña ciudadana sobre las terribles consecuencias que está teniendo la” GUERRA” que declaró Calderón, un poco para legitimarse, dada la forma sucia en que llegó a la presidencia, y otro tanto por sobrevivencia del propio gobierno federal. La campaña del no más sangre está coordinada por el genial e histórico Eduardo del Rio, más conocido como” Rius”, y los mejores moneros de nuestro País; se espera la participación individual y colectiva, organizada o no, de los mexicanos que deseamos la paz, la libertad y un estado de derecho. Por supuesto vale la pena apoyar esta campaña, tiene enormes posibilidades de convertirse en un movimiento nacional que influya en las estrategias, las políticas y los programas que se están aplicando en materia de seguridad pública, combate a las adicciones y al narcotráfico. Iniciativas inteligentes como ésta ayuda a mejorar nuestro estado de ánimo que se derrumba cada vez que escuchamos a Calderón, o que nos colocamos frente a la “caja idiota “.
El jueves pasado se vio alterada la vida de Xalapa, tan simuladora y tolerante con todo tipo de delincuencias, con la persecución y enfrentamiento entre el ejecito nacional y sicarios del narcotráfico. En torno a estos espectaculares y sangrientos hechos reinó el temor y la desinformación, ya que el gobierno del estado notificó tarde y crípticamente de esos acontecimientos. Por eso, un día después la ciudad fue blanco fácil de lo que pareció ser una campaña de rumores que derivó en una especie de sicosis. De algunas llamadas telefónicas que preguntaban sobre esos rumores se pasó a todo tipo de comentarios sueltos hasta colocarse en las redes sociales y convertirse en una cadena abrumadora que daba cuenta, hasta con lujo de detalles, de balaceras en varios puntos de la ciudad, sin confirmación alguna, con exageraciones y con poca mesura.
Lo que pasó este viernes 14 merece la reflexión de todos nosotros, la comunidad Xalapeña, y la implementación de medidas y mecanismos tanto institucionales como sociales para enfrentar ese tipo de situaciones. Me parece que la brutalidad real en los enfrentamientos del día anterior logró con mucha facilidad que el viernes 14 se creara una brutalidad virtual. Son ya más de cuatro años de escenas sangrientas, descabezados y masacres colectivas, como para que los habitantes de cualquier punto del país vivan con temor; Xalapa no es la excepción, por eso fue víctima débil de la bola de nieve gigantesca en que se convirtió el rumor de las balaceras. En circunstancias como esas lo que más falta, lamentable pero explicablemente, es el sentido común.
La gente no es culpable del alarmismo y la confusión, la mayor parte de la desinformación provino del gobierno estatal que habló tarde y, cuando por fin dio la cara, lo hizo mal o a medias. Vista la rapidez con que se puede convulsionar a una población con más de 400 000 mil habitantes, como Xalapa, mucho ayudaría que se tomen medidas eficaces para hacerle frente al caos y orientar a la ciudadanía, como puede ser una página oficial de internet, donde se fije la postura gubernamental, y un vocero de crisis que, que minuto a minuto, esté dando cuenta a la población de cualquier hecho que altere la normalidad de nuestra ciudad.
Que los ciudadanos no caigamos en el temor paralizante está bien, aunque cueste un poco de tranquilidad, pero que las propias autoridades fortalezcan la ola de rumores es el colmo, como sucedió con autoridades educativas que, irresponsablemente, suspendieron labores. Una decisión de ese alcance hace verosímil cualquier rumor y vuelve reales, en el imaginario colectivo, hechos que nunca ocurrieron. Aquí si vale decir: si no ayudan, no estorben.
Nuestro país está muy mal, en el desgobierno y con crisis social y de seguridad, no hay nada que indique que la actividad de los narcotraficantes va a cesar por que les maten unos cuantos sicarios que son carne de cañón o por los pronunciamientos ceremoniosos de las autoridades. No va a ocurrir eso en Xalapa ni en algún otro lugar de México. Se requieren gobiernos útiles, inclusión social, legalidad plena y, sobretodo, no más sangre.

Recadito: No más sangre. Corre la voz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario