Por Orlando Segura Hervert.
En la contaminación del río Tuxpan, no solo están contribuyendo los porteños, sino también aquellos ciudadanos que radican en los márgenes del éste gran afluente, muchos de ellos instalados en los estados de Puebla, Hidalgo y parte de Veracruz.
Muy lamentable resulta observar estufas, colchones, latas, botellas, corcholatas, plásticos, cubetas y otros desperdicios, ya no se diga la materia fecal, esta se sedimenta y a simple vista no es posible visualizarla, pero hay partes como la zona conocida como el almendro en donde el olor fétido es insoportable, sobre todo en las tardes.
Raúl Cruz, indica a éste medio que no es posible la inconsciencia de la gente, no es posible ver una gran cantidad de desperdicios que son arrojados de manera irresponsable al agua que va a dar al mar.
Hay grandes cantidades de material que no es biodegradable y que incluso, dicen los expertos, tardarán miles de años en desintegrarse, por eso urge acciones de concientización ecológica, sobre todo para las nuevas generaciones, inculcando entre la niñez de nivel preescolar, la trascendencia de preservar la riqueza natural del entorno ambiental.
Las plantas tratadoras son indispensables para sanear toda esa área, de otra forma las descargas sin previa descontaminación seguirán afectando la vida acuática, matando paulatinamente las especies.
En fecha próxima, diversas organizaciones no gubernamentales, así como dependencias federales, estatales y el propio ayuntamiento implementarán un foro ecológico en la que analizarán la cuenca hidrológica, las perspectivas y consecuencias. Los entrevistados indicaron a éste medio que se le tiene que poner especial atención, de lo contrario en el mediano y largo plazo solo se encontrarán piedras y tierra seca en un lugar en donde todavía hay vida…
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