lunes, 5 de septiembre de 2011

COYUNTURA POLÍTICA XX


Consideraciones sobre la autonomía de la Universidad Veracruzana

Raúl Abraham López Martínez*
Sobre el tema de la autonomía universitaria existen una amplia diversidad de estudios, libros y artículos. Dentro de esta diversidad de materiales es importante advertir que no hay una definición única sobre la autonomía. Estas varían de país en país, del tiempo y el contexto histórico.

Por ejemplo, Carlos Monsiváis publicó en noviembre del año 2004 un artículo en la revista “Letras libres” que tiene por título “Cuatro versiones de la autonomía universitaria”.

En este artículo, Monsiváis, tomando como su referente universitario a la UNAM, enumera las siguientes maneras de entender la autonomía universitaria: a) la capacidad de autogobierno; b) la independencia formal o real de la UNAM ante el Estado y los Presidentes de la República; c) el espacio entre el presupuesto otorgado por la Federación y las decisiones libres de la institución; d) la extraterritorialidad, en la práctica el rechazo de la entrada de la policía y, todavía más, del Ejército, a los planteles universitarios; e) la libertad de cátedra y de investigación; f) el auspicio de las libertades de expresión artística y cultural; g) la defensa de la voluntad de participación de estudiantes, maestros y autoridades en asuntos de la vida pública; h) la justificación a regañadientes de la ultraizquierda, o lo que de ella haga las veces, al explicar sus actos vandálicos; i) la noción de espacios de excepción en lo académico, lo cultural y, en situaciones de emergencia, lo político.
Este conjunto de definiciones hay que ubicarlas en el escenario de un México identificado con el viejo régimen surgido de la posrevolución, el cual el historiador y analista político Lorenzo Meyer lo engloba con: a) un presidencialismo agudo, extremo, que impidió el funcionamiento de cualquier división de poderes, ya fuese funcional o territorial; b) un partido de Estado omnipresente; c) una oposición partidista más formal que real; y d) el predominio de una cultura cívica clientelar. (“El liberalismo autoritario: las contradicciones del sistema político mexicano” Editorial Oceano. 1995.)

Estamos de acuerdo que esas fueron las principales características del sistema político mexicano durante el siglo XX y por lo tanto ese fue el contexto político en el que se tuvieron que relacionar, no sólo la UNAM, sino las universidades públicas y el Estado mexicano. Desatando un conflictiva relación entre la mayor parte de la las universidades y el aparato público cuya mayor expresión de conflicto quedó marcada por el movimiento estudiantil de 1968.

En la actualidad hay muchos elementos del viejo régimen que se han modificado; el presidencialismo agudo a la vieja usanza del PRI experimentó su caída con la alternancia del año 2000; previamente en el año 1997 con la perdida de la mayoría en la Cámara de Diputados se concluyó la presencia del partido hegemónico dentro del Poder Legislativo; y en ese mismo año, el PRD obtuvo por primera vez la jefatura de la Ciudad de México.

Con estos cambios presenciados en el plano nacional, aunados a los reacomodos internacionales emanados del nuevo contexto mundial de la Posguerra Fría, se hace necesario interrogarnos desde el plano local sobre los alcances y limitaciones de los distintos conceptos de autonomía universitaria surgidos en el siglo pasado.

Solamente a partir de estos elementos históricos y políticos vamos a estar en condiciones de entender y apreciar el ejercicio de autonomía universitaria que se encuentra viviendo la Universidad Veracruzana.

Para entender la autonomía de la Universidad Veracruzana no hay que olvidar que fue la última universidad estatal en obtener el status de autónoma, ubicando este resultado dentro de un amplio acuerdo de la fuerzas políticas representadas en el Congreso Local de Veracruz que decidieron aprobar la autonomía de la UV en el año de 1996.

A casi quince años de la autonomía de la UV considero que hay dos cuestiones fundamentales que destacar.

El primero tiene relación con el alto nivel de gobernabilidad universitaria con el que se ha conducido en este lapso de tiempo la UV. Esto marca una drástica diferencia con otras universidades del país que han sucumbido en los conflictos internos, privilegiando el uso de la autonomía universitaria para la disputa del poder, por parte de grupos internos y externos a las universidades, haciendo uso de recursos legales y extralegales para lograr sus fines. Los tres casos paradigmáticos de esta situación han sido la Universidad Autónoma "Benito Juárez" de Oaxaca, la Universidad Autónoma de Guerrero y la Universidad de Guadalajara. Teniendo como consecuencia la afectación de las actividades sustanciales del quehacer universitario.

La segunda cuestión que me interesa resaltar es la capacidad con la que ha contado la Universidad Veracruzana para adaptarse a los cambios locales, nacionales e internacionales, recurriendo al uso de su joven autonomía universitaria.

Esta adaptación a los nuevos escenarios se ha visto reflejado en el Programa de Trabajo 2009-2013: Innovación académica y descentralización para la sustentabilidad. En este programa se tienen considerados seis ejes: Descentralización, Calidad e innovación académica, Sustentabilidad interna y externa, Legalidad, democracia y transparencia, Interculturalidad e internacionalización; y la Atención integral del estudiante.

Con una gobernabilidad universitaria y un programa de trabajo que retoma los principales temas del mundo actual me parece que los quinces años de la autonomía de la Universidad Veracruzana se han conducido de la mejor manera evitando caer en la tendencia autodestructiva en la que han incurrido otras universidades.
*Director de la Revista Digital Independiente Voz Universitaria www.vozuniversitaria.org.mx

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