lunes, 31 de octubre de 2011

FAMILIARES DE LOS MUERTOS EN UNIÓN FENOSA ROMPEN EL SILENCIO.



Por Orlando Segura Hervert…
Los que murieron en la explosión de Unión Fenosa, no son mascotas, ni gatos, ni perros, fueron seres humanos y eso no lo ha entendido la empresa española, argumentan que Samuel Cobos Elorza no era trabajador de ellos, sino de la compañía Alvarez y bajo este argumento se han desentendido del accidente provocado por fallas en la seguridad de una de las unidades, así lo razona Claudia Santiago Espinoza quien por ese hecho trágico suscitado el 14 de octubre a las 18:18 de la tarde, perdió al compañero y esposo, al padre de sus dos hijas de 6 y 11 años de edad.
Le reclama a la trasnacional el que no acepte su responsabilidad en el caso, comenta: “no es posible que se quieran desatender de lo que pasó en esa tarde, la explosión se dio en terrenos e instalaciones de Unión Fenosa, no pueden alegar ahora que no tuvieron la culpa de nada”
De palmaditas y apoyo moral, las niñas no comen, por el contrario, la solidaridad la ha encontrado en los familiares, quienes están al pendiente de las niñas, mismas que extrañan al hombre de la casa, a quien cada mañana en punto de las 6, les regalaba un beso y salía a buscar el sustento.
Cobos Elorza, tenía 5 días de ingresa a la Central Ciclo Combinado, pero no pueden argumentar inexperiencia, porque siempre laboró en empresas de alto riesgo, en compañías petroleras en el área de perforación y en el ramo eléctrico.
Samuel y Claudia son tuxpeños, contrajeron nupcias en 1998 en Atlanta, Estados Unidos de Norteamérica, en 2007 retornaron a la tierra que los vio nacer, por la política migratoria de aquel país para con los connacionales, se tuvieron que regresar. Inmediatamente buscaron rehacer sus vidas. Las descendientes de dicha pareja, cuentan con la doble nacionalidad.
Unas horas después del percance, un agente de la ministerial, la cuestionó acerca de si Samuel tomaba, fumaba, era borracho o se drogaba, insistían en que usaba el pelo largo; la señora refiere, nada de eso es cierto; tenía el pelo corto, no fumaba, no tomaba, no era adicto…
La entrevistada mira con nostalgia el pasado amoroso de quien ya no la va acompañar físicamente. Y al hablar del carácter hogareño, de los detalles y el comportamiento de quien fuera su compañero, le salen pequeñas lágrimas, se hace un silencio y posteriormente otorga mayores datos de esa “pesadilla” que todavía no concluye.
Indica que recientemente acudió al Ministerio Público del Fuero Común, para solicitar la autopsia, le negaron dicho documento, y todavía salió regañada, menciona que dicho papel lo necesita para cobrar un seguro contratado semanas antes por el finado; algo presentía, en ese destino con el más allá, y tal vez por eso, adquirió previamente el Seguro de Vida. Sin embargo, la aseguradora no pagará, hasta que no cumpla con todos los requisitos legales.
Varios trabajadores se dirigieron a este medio para comentar que protección civil tanto municipal como estatal, así como los peritos en incendios y explosivos, deben analizar el funcionamiento de las válvulas, tales instrumentos les falta mantenimiento, porque el día que se presentó la descarga eléctrica, les costó “uno y la mitad del otro” cerrarlas, de no hacerlo, la catástrofe hubiera sido de proporciones descomunales. Señalaron además, los cursos de seguridad impartidos por Unión Fenosa nada tiene que ver con lo que ahí se hace, son filmaciones inservibles, inoperantes, eso también lo tienen que revisar los elementos de PC.

2 comentarios:

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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