lunes, 27 de febrero de 2012

COYUNTURA POLÍTICA XXI…

 Juventud y desigualdad social en México

* Sin condiciones de acceso a la educación y sin acceso a un empleo formal bien remunerado con prestaciones sociales surgen las siguientes interrogantes: ¿Es casualidad la alta presencia de los jóvenes en el fenómeno de la violencia social o existe un contexto político y económico que ha propiciado la exclusión de sus jóvenes a ámbitos marginales de la sociedad? ¿Es correcto que el gobierno de Calderón continúe criminalizando a los jóvenes?

Raúl Abraham López Martínez*

Nos encontramos ante el último año de gobierno de Felipe Calderón Hinojosa. Un político que va a dejar su huella en los libros de historia debido a la cuestionable forma en la que llegó al poder. Felipe también va a ser recordado por los miles de muertos que sus erróneas decisiones abonaron a las morgues y a los panteones.

Sólo una minoría en el país le va a reconocer a este peón del gobierno de Estado Unidos que gracias a sus gestiones ampliaron sus riquezas materiales.

En cambio, a la mayoría de los mexicanos, de esos mexicanos de a pie que nos encontramos en la lucha diaria en busca de un ingreso económico, Calderón nos ha dejado un país sumergido en la desigualdad social.

En otros artículos he comentado los resultados del Informe sobre la medición de la pobreza en México 2008-2010 publicado por el CONEVAL. En esta ocasión me voy a centrar en el tema de los jóvenes. Uno de los sectores más afectados debido a las devastadoras políticas públicas diseñadas, aprobadas y ejecutadas de manera conjunta entre el PAN y el PRI.

El Censo de Población de 2010 del INEGI arrojó que en México hay 36.2 millones de personas entre las edades de los 12 a los 29 años. 18.4 millones son mujeres (50.8%) y 17.8 millones son hombres (49.2%)

Los estados de la república en donde se concentra el 52% de los jóvenes son: Estado de México, Distrito Federal, Veracruz, Jalisco, Puebla, Guanajuato, Chiapas, Michoacán

De este sector, según datos reportados por la UNAM 7.5 millones de jóvenes no estudian y tampoco trabajan. En este grupo el 80% corresponde a mujeres.

En materia de educación superior, la oferta educativa dirigida a los jóvenes sólo alcanza a cubrir el 30% de la demanda. Dando por resultado de que cada 100 alumnos que ingresan a la primaria, sólo 16 concluyen estudios universitarios. (www.cienciasyfuturo.unam.mx).

Sobre las condiciones de empleo en la que se encuentran los jóvenes, 66 por ciento trabajan en la informalidad. Mientras que el 40% de jóvenes que oscilan entre los 15 y 24 años, que laboran en empresas formales no tienen seguridad social y tampoco prestaciones. (Juan Arancibia Córdova, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM http://www.vozuniversitaria.org.mx/content/view/1639/1/).

A estos datos, hay que considerar que diversos analistas han coincidido en que la desaceleración económica que se espera para el 2012 va a afectar el acceso al empleo.

Sin condiciones de acceso a la educación y sin acceso a un empleo formal bien remunerado con prestaciones sociales surgen las siguientes interrogantes: ¿Es casualidad la alta presencia de los jóvenes en el fenómeno de la violencia social o existe un contexto político y económico que ha propiciado la exclusión de sus jóvenes a ámbitos marginales de la sociedad? ¿Es correcto que el gobierno de Calderón continúe criminalizando a los jóvenes?

No es ninguna casualidad, el gobierno de Calderón nos ha demostrado que su prioridad ha sido usar los recursos públicos para modernizar los órganos de represión y control social que el aparato de gobierno tiene a su disposición.

Nunca ha sido su interés ampliar el gasto social, para que los jóvenes tengan acceso a una educación de calidad y a un trabajo digno.

Cinco años del gobierno de Calderón, cinco años de afectaciones sociales.

*Director de la Revista Digital Independiente Voz Universitaria www.vozuniversitaria.org.mx

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