Recordando a Don Jesús
Dra. Zaida Alicia Lladó Castillo
Don Jesús Reyes Heroles (JRH), nació en Tuxpan, Veracruz, el 3 de abril de 1921 y falleció a los 64 años de edad en Denver, Colorado el 19 de marzo de 1985. Sus padres fueron Jesús Reyes y Juana Heroles. Su educación y formación tuvo lugar en su ciudad natal, así como en las de Tampico, Ciudad Victoria, San Luis Potosí y la capital del país. Realizó estudios de posgrado en las universidades argentinas de Buenos Aires y la Plata. Licenciado en Derecho en 1944, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN). En 1951, se casó con Gloria González Garza, con quien procreó a sus hijos Jesús y Federico. La influencia de los clásicos humanistas, teólogos, ilustrados y liberales de los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX, definieron esa forma tan especial de pensar y de actuar de Don Jesús, haciendo suyos sus pensamientos principalmente hasta la década de los cuarenta en que se dedicó al estudio y formación intelectual.
Y si se quisiera describir la vida de Don Jesús en diferentes etapas, la clasificación que hace José Garcilozo Bedolla, en su ensayo La concepción del hombre en la obra de Jesús Reyes Heroles, es muy acertada cuando dice: “La década de los cincuenta marca el despegue intelectual y político de Jesús Reyes Heroles; la década de los sesenta, atestigua su desempeño como legislador, historiador y administrador público; en los setenta, como ideólogo del partido en el poder y como Secretario de Gobierno. En la de los ochenta, alcanza su consolidación como estadista, al frente de la Secretaría de Educación Pública del país, cuya labor será detenida con su muerte, acaecida el 19 de marzo de 1985, en Denver, Colorado, EE.UU”
Entre sus contribuciones más importantes a la vida política de México, son las reformas en 1977 que marcaron grandes cambios en la democracia mexicana. Antes de ese año los partidos minoritarios al no tener posibilidades de triunfar frente a los grandes, quedaban fuera de las decisiones políticas en los Congresos. Por eso fue necesario hacer las modificaciones constitucionales para darle voz y voto a las minorías y al aprobarse en diciembre de aquel año, la Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procedimientos Electorales (LOPPE hoy COFIPE) los procesos electorales operaron con diferentes reglas. Y en este aspecto la intervención de Don JRH, fue determinante como Secretario de Gobernación. En ésta se ordenó la estructura de un colegio electoral, otorgó el registro a más de una organización que permanecía proscrita -como el PCM (partido comunista mexicano), permitió las coaliciones, abrió tiempos oficiales en radio y televisión para la promoción de las distintas fuerzas políticas, contempló la fórmula de la representación proporcional ( o diputados por la vía plurinominal) -consistente en la repartición de cien escaños entre los partidos según el porcentaje nacional de sufragios que obtuviesen en ese rubro de votación, independientemente de los distritos electorales ganados o perdidos, garantizando de ese modo la presencia parlamentaria de todas las siglas y corrientes-; y aumentó de 186 a 400 el número de diputados que integrasen la Cámara Baja. Igualmente promovió un año después, la Ley de amnistía para exonerar a los militantes de grupos subversivos urbanos y rurales, que eran capturados y no se les garantizaban sus derechos constitucionales, entre otras cosas muy valiosas.
Los políticos de hoy lo recordamos con respeto por sus frases desde luego ocurrentes pero por demás inteligentes y de gran profundidad: “lo que resiste, apoya”, “en política el fondo es forma”; "puerta abierta para que se vayan los oportunistas, mal que sufre cualquier partido”. Así como aquella que le creó fama: “en el ejercicio de la política hay que aprender a lavarse las manos con agua sucia”; Aquella donde decía: “en este país si le va mal al Presidente le va mal al país”. Como cuando igualmente afirmaba “quien alguna vez prueba esta maravillosa experiencia de participar con la gente en procesos políticos, es muy difícil que se lo quite uno”, En algún momento se le escuchó: “en la política electoral es como las mujeres embarazadas “¡Las señoras no pueden estar un poquito embarazadas… y en una elección se gana o se pierde”. Era un filosofo de la política porque creía en la emoción racional: “Sin emplear la cabeza muchas cosas se pueden hacer, pero no política”.
Final del formularioPero voy a agregar dos facetas más sumamente importantes de Don Jesús, fuera de la política electoral o de partidos: a) su concepción humanista y b) su visión educativa a favor de la nación.
a) Su concepción humanista
Jesús Reyes Heroles, pensó e impulsó un humanismo a partir de su concepción de “la idea del hombre, como libertad y como justicia en la sociedad” (Gob. del Edomex., 1995: 224). Por lo tanto, dibujó al mexicano como libre, justo y solidario, prerrequisitos éstos para avanzar hacia la igualdad y bienestar de los hombres, hacia lo que él llamaba, “humanismo social y revolucionario” (Reyes, 1975: 351): “Un humanismo de esta naturaleza requiere de instituciones e instrumentos que lo formen, cultiven e impulsen”. Es así como Jesús Reyes Heroles le apuesta a la escuela y a la educación humanista.
b) Su concepción de la educación
La educación según él, “debe enseñar al hombre a saber y a querer, a saber qué es lo que quiere y a querer aquello que sabe que es bueno para sí y sus semejantes”. (Ibíd.: 353). Por eso no coincide con el hombre individualista e indiferente, pues a su juicio “Si algo va contra lo humano, si algo es inhumano es la indiferencia”. Frente a ella se deba promover la solidaridad y “relación social”, la integración plena del hombre en la sociedad, para evitar la deshumanización del mismo. En otras palabras, el hombre se humaniza en su interrelación con otros hombres.
Como Secretario de Educación, estableció una relación dialéctica entre ésta y la historia nacional: “En México partimos de una concepción histórica de la educación, pues nuestra historia nos da lo fundamental de su contenido, e igualmente partimos de una concepción educativa de la historia, dado que ésta es principio de enseñanza, de medio para educar” (Reyes, 1985a: 60).
En cuanto a lo que es o debiera ser la educación mexicana, decía: La educación es el desarrollo formativo que nos permite asumir como propios los valores que la nación ha escogido para sí” (Reyes, 1999h: 389).
Entendía muy bien la importancia de la autoeducación o autogestión en el aprendizaje, modelos que en el siglo XXI apenas se emprendieron en México: “La enseñanza es una de las tareas espirituales más importantes para el hombre. Yo siempre he creído que una buena educación conduce a la autoeducación y que una de las tareas más importantes para el país es la educación y sus grandes obras, lo cual es decisivo para el crecimiento del propio país” (Ibíd.: 406).
Cuando dibujaba al hombre del futuro afirmaba: “Un ciudadano mexicano que tenga la identidad nacional, que tenga una tabla de valores o una axiología precisa, liberado de todos los métodos enajenantes que existen en la actualidad que estamos sufriendo, padeciendo; que crea en los valores nacionales y en sí mismo” (Ibíd.: 410).
Por eso Don Jesús estaba seguro que el avance de México estaba en la educación: “para cumplir con nuestros compromisos respecto a los valores fundamentales de los mexicanos; educación para fortalecer y acendrar nuestro nacionalismo y fortalecer así nuestra independencia” (Ibíd.: 446). Además, “la educación debe orientarse hacia el disfrute de la libertad, la construcción de la democracia y el logro de una sociedad más solidaria e igualitaria”.
Pero igualmente ya previa los riesgos en el sistema educativo nacional: “El sistema educativo federal ha caído en una peligrosa hipertrofia que es inaplazable combatir” (Ibíd.: 449). Había que transformar el sistema escolar, para que pudiese dar respuesta a las necesidades sociales. Cobra, de esta manera, validez la Revolución Educativa”.
Por lo tanto es en el “humanismo social y revolucionario”, donde Reyes Heroles dotaba su pensamiento educativo enalteciendo los valores humanos e institucionales. “Debemos partir de la idea de que aún en una sociedad que anda mal podemos tener una escuela que influya para mejorar esa sociedad” (Ibíd.: 408). “Una buena escuela sería la base para enfrentar la problemática nacional”.
Y con la siguiente expresión daba una alta importancia al cultivo en el educando el hábito de la lectura: “Se ha establecido con rigor que en nuestros días no basta saber leer o poder leer; resulta indispensable querer leer, tener la voluntad de leer” (Reyes, 1985a: 154). Se pronunciaba además a favor de los medios de comunicación social, como instrumentos valiosos de apoyo a la “enseñanza colectiva” y para ampliar la cobertura de los servicios educativos.
En fin, podría continuar hablando de Don Jesús en sus diferentes facetas, pero sería interminable, sólo puedo agregar de su persona que fue un visionario en toda la extensión de la palabra, que tenía una gran fe en los jóvenes, porque él tenía el alma joven y lo decía en aquellas palabras que a muchos se nos quedaron grabadas hace ya mucho tiempo y que continúan teniendo vigencia: Se es joven, si se está lejos de la docilidad y el servilismo, si se cree en la solidaridad y en la fraternidad. Se es joven, cuando nunca se admite la vida acabada, cumplida; cuando nunca se cree estar ante algo perfecto; cuando se quiere transformar y no conservar; cuando se tiene la voluntad de hacer y no de poseer; cuando se ve siempre hacia adelante; cuando la rebeldía frente a lo indeseable no ha terminado; cuando se mantiene el anhelo por el futuro y se cree todo lo posible. Cuando todo eso se posee, se pueden tener mil años y ser joven”
Por eso y tantas otras razones la actividad intelectual de Don Jesús Reyes Heroles, dejó huella en diferentes campos: como político, como historiador, pensador, ideólogo, escritor, orador, educador y servidor público; su trayectoria es difícil de superar y siempre será recordado por muchos como: hombre de pensamiento y acción , pero aun más como político que hablaba, pensaba y actuaba con la emoción , la razón y el corazón.
Ojalá que en el Partido Revolucionario Institucional, partido al que dirigió y en el que militó hasta su muerte, se cultivaran permanentemente esos valores de los que hablaba don Jesús. Ojalá que siempre en los partidos, el sujeto y objeto, fueran estudio obligado para rescatar los valores que se pierden con la praxis política “sin cabeza”. Ojala que los más en este partido fueran Reyes-Herolistas, porque si así fuera, las cosas serían muy diferentes.
Y concluyo diciendo las palabras de Don Jesús Reyes Heroles, que mencionara en su toma de protesta como Presidente del CEN del PRI, en febrero de 1972 que a los priístas de hoy viene como anillo al dedo:
"Las lecciones del pasado demuestran la facultad de nuestro Partido para adaptarse a las variables condiciones del país y también para convertir éstas en punto de partida para lograr condiciones nuevas... Disponemos de un rico legado, de flexibilidad, que ha permitido vencer o eludir obstáculos y superar dificultades, sin quebrantar la línea esencial del Partido. Ahora, más que nunca debemos conocer nuestro rico pasado como Partido, para poder cimentar un mejor futuro, que esperamos pronto, se convierta en buen gobierno”.
Gracias y hasta la próxima
Bibliografía
· Garcilozo José Bedolla, La concepción del hombre en la obra de Jesús Reyes Heroles, http://www.ensayistas.org/critica/generales/C-H/mexico/reyes-heroles.htm
Reyes Heroles J. (1972). La Historia y la Acción. (La Revolución y el desarrollo político de México). Seminarios y Ediciones. Colección “Hora h”. Madrid.
________. (1975). Discursos políticos. “Avancemos con la sonda en la mano”, febrero1972- febrero 1975. Comisión Nacional Editorial del CEN del PRI. México.
________. (1985a y b). Educar para construir una sociedad mejor. SEP/CONAFE. México.
________. (1995). Tendencias actuales del Estado. Miguel Ángel Porrúa. México.
________. (1999). Obras completas. Tomos del I al VIII. Asociación de Estudios Históricos y Políticos Jesús Reyes Heroles/Secretaría de Educación Pública/Fondo de Cultura Económica. México.
Indirecta
Asociación de Estudios Históricos y Políticos. Jesús Reyes Heroles. (1992). Vida y obra. Cuadernos No. 1. México.
Gobierno del Estado de México (1995). Homenaje a Jesús Reyes Heroles.. Antología. México.
Saladino García (compilador), Humanismo mexicano del siglo XX, Toluca, Universidad Autónoma del Estado de México, 2004, Tomo I, págs. 420-440.
Dra. Zaida Alicia Lladó Castillo
Don Jesús Reyes Heroles (JRH), nació en Tuxpan, Veracruz, el 3 de abril de 1921 y falleció a los 64 años de edad en Denver, Colorado el 19 de marzo de 1985. Sus padres fueron Jesús Reyes y Juana Heroles. Su educación y formación tuvo lugar en su ciudad natal, así como en las de Tampico, Ciudad Victoria, San Luis Potosí y la capital del país. Realizó estudios de posgrado en las universidades argentinas de Buenos Aires y la Plata. Licenciado en Derecho en 1944, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN). En 1951, se casó con Gloria González Garza, con quien procreó a sus hijos Jesús y Federico. La influencia de los clásicos humanistas, teólogos, ilustrados y liberales de los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX, definieron esa forma tan especial de pensar y de actuar de Don Jesús, haciendo suyos sus pensamientos principalmente hasta la década de los cuarenta en que se dedicó al estudio y formación intelectual.
Y si se quisiera describir la vida de Don Jesús en diferentes etapas, la clasificación que hace José Garcilozo Bedolla, en su ensayo La concepción del hombre en la obra de Jesús Reyes Heroles, es muy acertada cuando dice: “La década de los cincuenta marca el despegue intelectual y político de Jesús Reyes Heroles; la década de los sesenta, atestigua su desempeño como legislador, historiador y administrador público; en los setenta, como ideólogo del partido en el poder y como Secretario de Gobierno. En la de los ochenta, alcanza su consolidación como estadista, al frente de la Secretaría de Educación Pública del país, cuya labor será detenida con su muerte, acaecida el 19 de marzo de 1985, en Denver, Colorado, EE.UU”
Entre sus contribuciones más importantes a la vida política de México, son las reformas en 1977 que marcaron grandes cambios en la democracia mexicana. Antes de ese año los partidos minoritarios al no tener posibilidades de triunfar frente a los grandes, quedaban fuera de las decisiones políticas en los Congresos. Por eso fue necesario hacer las modificaciones constitucionales para darle voz y voto a las minorías y al aprobarse en diciembre de aquel año, la Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procedimientos Electorales (LOPPE hoy COFIPE) los procesos electorales operaron con diferentes reglas. Y en este aspecto la intervención de Don JRH, fue determinante como Secretario de Gobernación. En ésta se ordenó la estructura de un colegio electoral, otorgó el registro a más de una organización que permanecía proscrita -como el PCM (partido comunista mexicano), permitió las coaliciones, abrió tiempos oficiales en radio y televisión para la promoción de las distintas fuerzas políticas, contempló la fórmula de la representación proporcional ( o diputados por la vía plurinominal) -consistente en la repartición de cien escaños entre los partidos según el porcentaje nacional de sufragios que obtuviesen en ese rubro de votación, independientemente de los distritos electorales ganados o perdidos, garantizando de ese modo la presencia parlamentaria de todas las siglas y corrientes-; y aumentó de 186 a 400 el número de diputados que integrasen la Cámara Baja. Igualmente promovió un año después, la Ley de amnistía para exonerar a los militantes de grupos subversivos urbanos y rurales, que eran capturados y no se les garantizaban sus derechos constitucionales, entre otras cosas muy valiosas.
Los políticos de hoy lo recordamos con respeto por sus frases desde luego ocurrentes pero por demás inteligentes y de gran profundidad: “lo que resiste, apoya”, “en política el fondo es forma”; "puerta abierta para que se vayan los oportunistas, mal que sufre cualquier partido”. Así como aquella que le creó fama: “en el ejercicio de la política hay que aprender a lavarse las manos con agua sucia”; Aquella donde decía: “en este país si le va mal al Presidente le va mal al país”. Como cuando igualmente afirmaba “quien alguna vez prueba esta maravillosa experiencia de participar con la gente en procesos políticos, es muy difícil que se lo quite uno”, En algún momento se le escuchó: “en la política electoral es como las mujeres embarazadas “¡Las señoras no pueden estar un poquito embarazadas… y en una elección se gana o se pierde”. Era un filosofo de la política porque creía en la emoción racional: “Sin emplear la cabeza muchas cosas se pueden hacer, pero no política”.
Final del formularioPero voy a agregar dos facetas más sumamente importantes de Don Jesús, fuera de la política electoral o de partidos: a) su concepción humanista y b) su visión educativa a favor de la nación.
a) Su concepción humanista
Jesús Reyes Heroles, pensó e impulsó un humanismo a partir de su concepción de “la idea del hombre, como libertad y como justicia en la sociedad” (Gob. del Edomex., 1995: 224). Por lo tanto, dibujó al mexicano como libre, justo y solidario, prerrequisitos éstos para avanzar hacia la igualdad y bienestar de los hombres, hacia lo que él llamaba, “humanismo social y revolucionario” (Reyes, 1975: 351): “Un humanismo de esta naturaleza requiere de instituciones e instrumentos que lo formen, cultiven e impulsen”. Es así como Jesús Reyes Heroles le apuesta a la escuela y a la educación humanista.
b) Su concepción de la educación
La educación según él, “debe enseñar al hombre a saber y a querer, a saber qué es lo que quiere y a querer aquello que sabe que es bueno para sí y sus semejantes”. (Ibíd.: 353). Por eso no coincide con el hombre individualista e indiferente, pues a su juicio “Si algo va contra lo humano, si algo es inhumano es la indiferencia”. Frente a ella se deba promover la solidaridad y “relación social”, la integración plena del hombre en la sociedad, para evitar la deshumanización del mismo. En otras palabras, el hombre se humaniza en su interrelación con otros hombres.
Como Secretario de Educación, estableció una relación dialéctica entre ésta y la historia nacional: “En México partimos de una concepción histórica de la educación, pues nuestra historia nos da lo fundamental de su contenido, e igualmente partimos de una concepción educativa de la historia, dado que ésta es principio de enseñanza, de medio para educar” (Reyes, 1985a: 60).
En cuanto a lo que es o debiera ser la educación mexicana, decía: La educación es el desarrollo formativo que nos permite asumir como propios los valores que la nación ha escogido para sí” (Reyes, 1999h: 389).
Entendía muy bien la importancia de la autoeducación o autogestión en el aprendizaje, modelos que en el siglo XXI apenas se emprendieron en México: “La enseñanza es una de las tareas espirituales más importantes para el hombre. Yo siempre he creído que una buena educación conduce a la autoeducación y que una de las tareas más importantes para el país es la educación y sus grandes obras, lo cual es decisivo para el crecimiento del propio país” (Ibíd.: 406).
Cuando dibujaba al hombre del futuro afirmaba: “Un ciudadano mexicano que tenga la identidad nacional, que tenga una tabla de valores o una axiología precisa, liberado de todos los métodos enajenantes que existen en la actualidad que estamos sufriendo, padeciendo; que crea en los valores nacionales y en sí mismo” (Ibíd.: 410).
Por eso Don Jesús estaba seguro que el avance de México estaba en la educación: “para cumplir con nuestros compromisos respecto a los valores fundamentales de los mexicanos; educación para fortalecer y acendrar nuestro nacionalismo y fortalecer así nuestra independencia” (Ibíd.: 446). Además, “la educación debe orientarse hacia el disfrute de la libertad, la construcción de la democracia y el logro de una sociedad más solidaria e igualitaria”.
Pero igualmente ya previa los riesgos en el sistema educativo nacional: “El sistema educativo federal ha caído en una peligrosa hipertrofia que es inaplazable combatir” (Ibíd.: 449). Había que transformar el sistema escolar, para que pudiese dar respuesta a las necesidades sociales. Cobra, de esta manera, validez la Revolución Educativa”.
Por lo tanto es en el “humanismo social y revolucionario”, donde Reyes Heroles dotaba su pensamiento educativo enalteciendo los valores humanos e institucionales. “Debemos partir de la idea de que aún en una sociedad que anda mal podemos tener una escuela que influya para mejorar esa sociedad” (Ibíd.: 408). “Una buena escuela sería la base para enfrentar la problemática nacional”.
Y con la siguiente expresión daba una alta importancia al cultivo en el educando el hábito de la lectura: “Se ha establecido con rigor que en nuestros días no basta saber leer o poder leer; resulta indispensable querer leer, tener la voluntad de leer” (Reyes, 1985a: 154). Se pronunciaba además a favor de los medios de comunicación social, como instrumentos valiosos de apoyo a la “enseñanza colectiva” y para ampliar la cobertura de los servicios educativos.
En fin, podría continuar hablando de Don Jesús en sus diferentes facetas, pero sería interminable, sólo puedo agregar de su persona que fue un visionario en toda la extensión de la palabra, que tenía una gran fe en los jóvenes, porque él tenía el alma joven y lo decía en aquellas palabras que a muchos se nos quedaron grabadas hace ya mucho tiempo y que continúan teniendo vigencia: Se es joven, si se está lejos de la docilidad y el servilismo, si se cree en la solidaridad y en la fraternidad. Se es joven, cuando nunca se admite la vida acabada, cumplida; cuando nunca se cree estar ante algo perfecto; cuando se quiere transformar y no conservar; cuando se tiene la voluntad de hacer y no de poseer; cuando se ve siempre hacia adelante; cuando la rebeldía frente a lo indeseable no ha terminado; cuando se mantiene el anhelo por el futuro y se cree todo lo posible. Cuando todo eso se posee, se pueden tener mil años y ser joven”
Por eso y tantas otras razones la actividad intelectual de Don Jesús Reyes Heroles, dejó huella en diferentes campos: como político, como historiador, pensador, ideólogo, escritor, orador, educador y servidor público; su trayectoria es difícil de superar y siempre será recordado por muchos como: hombre de pensamiento y acción , pero aun más como político que hablaba, pensaba y actuaba con la emoción , la razón y el corazón.
Ojalá que en el Partido Revolucionario Institucional, partido al que dirigió y en el que militó hasta su muerte, se cultivaran permanentemente esos valores de los que hablaba don Jesús. Ojalá que siempre en los partidos, el sujeto y objeto, fueran estudio obligado para rescatar los valores que se pierden con la praxis política “sin cabeza”. Ojala que los más en este partido fueran Reyes-Herolistas, porque si así fuera, las cosas serían muy diferentes.
Y concluyo diciendo las palabras de Don Jesús Reyes Heroles, que mencionara en su toma de protesta como Presidente del CEN del PRI, en febrero de 1972 que a los priístas de hoy viene como anillo al dedo:
"Las lecciones del pasado demuestran la facultad de nuestro Partido para adaptarse a las variables condiciones del país y también para convertir éstas en punto de partida para lograr condiciones nuevas... Disponemos de un rico legado, de flexibilidad, que ha permitido vencer o eludir obstáculos y superar dificultades, sin quebrantar la línea esencial del Partido. Ahora, más que nunca debemos conocer nuestro rico pasado como Partido, para poder cimentar un mejor futuro, que esperamos pronto, se convierta en buen gobierno”.
Gracias y hasta la próxima
Bibliografía
· Garcilozo José Bedolla, La concepción del hombre en la obra de Jesús Reyes Heroles, http://www.ensayistas.org/critica/generales/C-H/mexico/reyes-heroles.htm
Reyes Heroles J. (1972). La Historia y la Acción. (La Revolución y el desarrollo político de México). Seminarios y Ediciones. Colección “Hora h”. Madrid.
________. (1975). Discursos políticos. “Avancemos con la sonda en la mano”, febrero1972- febrero 1975. Comisión Nacional Editorial del CEN del PRI. México.
________. (1985a y b). Educar para construir una sociedad mejor. SEP/CONAFE. México.
________. (1995). Tendencias actuales del Estado. Miguel Ángel Porrúa. México.
________. (1999). Obras completas. Tomos del I al VIII. Asociación de Estudios Históricos y Políticos Jesús Reyes Heroles/Secretaría de Educación Pública/Fondo de Cultura Económica. México.
Indirecta
Asociación de Estudios Históricos y Políticos. Jesús Reyes Heroles. (1992). Vida y obra. Cuadernos No. 1. México.
Gobierno del Estado de México (1995). Homenaje a Jesús Reyes Heroles.. Antología. México.
Saladino García (compilador), Humanismo mexicano del siglo XX, Toluca, Universidad Autónoma del Estado de México, 2004, Tomo I, págs. 420-440.
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