Tronado PAN en Veracruz
Luis Velázquez
El PAN en Veracruz, como la izquierda, están tronados. Y salvo un milagro, lograrán que el candidato presidencial repunte y gane en las urnas.
Peor el escenario para el PRD, PT y Movimiento Ciudadano con Andrés Manuel López Obrador.
Los pleitos sanguinarios de las tribus hundieron por completo a su trío de partidos. Dos diputados locales en el Congreso. Uno, dos alcaldes, máximo. Inverosímil, que en la Cámara de Senadores tienen tres posiciones. Con Dante Delgado, José Luis Lobato y Arturo Hérviz. En el nuevo Congreso federal, ni en la Cámara Alta ni en la Baja tendrán curules. Sólo juegan a jugar. Y punto.
En el partido Acción Nacional, las tribus también originaron el desplome.
Los ‘’Pipos’’ contra el clan de los Yunes. Los Cambranis contra los Julen. Los Julen contra los Yunes. Los ‘’Chapitos’’ contra los ‘’Pipos’’. Todos, en la cúpula, en contra de todos.
El último ramalazo lo asestó Julen Rementería del Puerto, tumbando del caballo a Fernando Yunes Márquez, a quien, además, había impugnado Alejandro ‘’El pipo’’ Vázquez Cuevas, el enemigo público número uno de Miguel Ángel Yunes Linares, luego de que fuera el coordinador de su campaña de candidato a gobernador en el 2010.
En medio de todos ellos, la militancia.
Una ruptura que empezara cuando en el 2010 Gerardo Buganza Salmerón rompiera con el PAN, el partido de toda su vida. Y más, mucho más, porque la fama pública consigna que Buganza formaba parte, igual que ‘’El pipo’’, hasta de ‘’El Yunque’’, el partido/secta ultra contra súper secreto del partido azul.
El resultado ahí está. Demasiadas, excesivas tribus en el PAN. Cada una llevando agua a su molino. Sin reconciliarse entre sí. Fracturado a más no poder.
Una distancia fortalecida a principio de año cuando la contienda interna por la candidatura presidencial. Los seguidores de Josefina Vázquez Mota, con ‘’El pipo’’ a la cabeza en Veracruz, contra los seguidores de Ernesto Cordero, con el clan de los Yunes al frente.
Demasiadas pugnas, sin nadie que tejiera fino para ordenar las pasiones y cerrar el capítulo de la división interna y el duelo enconado de opiniones.
Fuente: www.blog.expediente.mx
Luis Velázquez
El PAN en Veracruz, como la izquierda, están tronados. Y salvo un milagro, lograrán que el candidato presidencial repunte y gane en las urnas.
Peor el escenario para el PRD, PT y Movimiento Ciudadano con Andrés Manuel López Obrador.
Los pleitos sanguinarios de las tribus hundieron por completo a su trío de partidos. Dos diputados locales en el Congreso. Uno, dos alcaldes, máximo. Inverosímil, que en la Cámara de Senadores tienen tres posiciones. Con Dante Delgado, José Luis Lobato y Arturo Hérviz. En el nuevo Congreso federal, ni en la Cámara Alta ni en la Baja tendrán curules. Sólo juegan a jugar. Y punto.
En el partido Acción Nacional, las tribus también originaron el desplome.
Los ‘’Pipos’’ contra el clan de los Yunes. Los Cambranis contra los Julen. Los Julen contra los Yunes. Los ‘’Chapitos’’ contra los ‘’Pipos’’. Todos, en la cúpula, en contra de todos.
El último ramalazo lo asestó Julen Rementería del Puerto, tumbando del caballo a Fernando Yunes Márquez, a quien, además, había impugnado Alejandro ‘’El pipo’’ Vázquez Cuevas, el enemigo público número uno de Miguel Ángel Yunes Linares, luego de que fuera el coordinador de su campaña de candidato a gobernador en el 2010.
En medio de todos ellos, la militancia.
Una ruptura que empezara cuando en el 2010 Gerardo Buganza Salmerón rompiera con el PAN, el partido de toda su vida. Y más, mucho más, porque la fama pública consigna que Buganza formaba parte, igual que ‘’El pipo’’, hasta de ‘’El Yunque’’, el partido/secta ultra contra súper secreto del partido azul.
El resultado ahí está. Demasiadas, excesivas tribus en el PAN. Cada una llevando agua a su molino. Sin reconciliarse entre sí. Fracturado a más no poder.
Una distancia fortalecida a principio de año cuando la contienda interna por la candidatura presidencial. Los seguidores de Josefina Vázquez Mota, con ‘’El pipo’’ a la cabeza en Veracruz, contra los seguidores de Ernesto Cordero, con el clan de los Yunes al frente.
Demasiadas pugnas, sin nadie que tejiera fino para ordenar las pasiones y cerrar el capítulo de la división interna y el duelo enconado de opiniones.
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