lunes, 9 de julio de 2012

EXPEDIENTE 2012...

Malecón del Paseo

Luis Velázquez

EMBARCADERO a la vista: Se han cumplido 195 años del famoso bar ‘’Floridita’’, en La Habana, Cuba… Y famoso porque ahí el premio Nobel de Literatura, premio Pulitzer en Estados Unidos, autor de más de 25 novelas y cuentos, reportero que cubriera la primera y la segunda guerra mundial y la guerra civil española, Ernest Hemingway, se echaba sus tragos todos los días de doce de la mañana a las dos de la tarde… Pero además porque Hemigway inventó la bebida ‘’daiquirí’’, además de que tomaba el whisky de la siguiente manera: primero se echaba, limpio, el trago de licor a la boca, y medio minuto después tomaba un trago de agua mineral, diciendo que lo mejor era que se mezclaran en el estómago… Hemingway se levantaba, como un militar, antes de las 6 de la mañana, se bañaba y se ponía a escribir sus textos periodísticos y literarios a las 6 horas, siempre De pie, con lápiz, a mano, hasta las 12 del día… A esa hora se iba al bar “Floridita” (y otras veces a “La bodeguita de en medio”),donde convivía con los amigos que ya lo esperaban… A las 2 de la tarde en punto pasaba al puerto cubano, al embarcadero, donde su entrañable y leal amigo, Santiago Fuentes (protagonista de ‘’El viejo y el mar’’), lo esperaba con su yate listo para zarpar… En altamar, navegando en el Golfo de México, pescando, comía, solo y/o con un invitado, su pareja en turno, y regresaba a casa a las 6 de la tarde… Entonces, se ponía a leer periódicos y libros, leía en voz alta lo que había escrito en la mañana para escuchar el tropel de las palabras y detectar errores y fallas, y reescribir si fuera necesario… A las 10 de la noche se acostaba, para reiniciar al otro día con el mismo horario y la misma disciplina… Así toda la vida…

MUELLE DE LA T: Hemingway vivió en Cuba durante 20 años y La Habana fue su punto de partida a otras latitudes del mundo y su ciudad de regreso… En Cuba tenía un yate y cada vez que el escritor cambiaba de mujer (fue competente para la enagua) cambiaba de nombre al yate para que su pareja se sintiera halagada y feliz… En su residencia veraniega en la isla, Hemingway tenía una alberca donde nadaba desnudo con su amor en turno, mientras un montón de gatos deambulaban en la casa, dueños del escenario… Las actrices norteamericanas más famosas de la época y las modelos más exquisitas desfilaron por su alcoba… A los 59 años de edad, el escritor estaba en Italia en una tarea periodística y conoció a una chica de unos 20 años que había leído sus libros y vivía fascinada con Hemingway… Durante decenas de tardes, el escritor y la chica tomaban café y caminaban en las calles italianas, a tal grado que Hemingway se enamoró de ella… Y un día se le declaró… La chica se puso a la defensiva y le pidió que por ningún concepto confundiera la admiración que sentía por él con el amor… Hemingway se sintió rechazado y se puso a llorar… Luego dijo a la chica: “por favor, nunca digas que viste llorar a Hemingway”…
MURO DE PESCADORES: voluntario (y reportero) de la Cruz Roja en la segunda guerra mundial, boxeador, cazador de leones y tigres en África, adicto a la pesca, aventurero de vocación, a los 19 años de edad Hemingway inició como reportero de policía en un periódico de Toronto… Sus fuentes informativas eran la oficina de policía, el cuerpo de bomberos y la estación del ferrocarril, que entonces era importante por la afluencia de personajes… Su primer viaje como enviado especial fue a Europa, de donde enviara catorce crónicas al periódico… Pero como para entonces Hemingway ya se creía el reportero más chingón del mundo, entonces el director del periódico guardó en su escritorio los textos y nunca se los publicó… Al regreso echó pleito al director, quien le dijo que la chamba, entre otras, del director editorial de un medio es “estrellar a las estrellas”… Y como Hemingway ya se sentía parido por los dioses y así trataba a los compañeros y colegas, ni hablar, necesitaba una lección de humildad… Un día, cuando Hemingway tenía entre 50 y 55 años, se topó en una calle de París con el joven escritor Gabriel García Márquez y el Gabito quiso abordarlo, pero Hemingway siguió caminando… Y García Márquez sólo alcanzó a decirle: “adiós, maestro”… La mañana en que a las 6 y media horas Hemingway se pegara un tiro en la boca con una de sus cabinas, el escritor Juan García Ponce habló por teléfono a García Márquez para informarle de la tragedia y Gabito le contestó de la siguiente manera: “no hagas caso, Juan, los periódicos son mentirosos, Hemingway está vivo”… Hemingway se quitó la vida en un ataque depresivo, a los que era tan sensible… Su obra literaria y periodística sigue vigente y el bar “La Floridita” acaba de cumplir 195 años, donde la bebida preferida es el daiquirí inventado por Hemingway…
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